/ viernes 2 de diciembre de 2022

Bio-Informando | Nutrigenómica

“Deja que tu medicina sea el alimento y el alimento tu medicina” (Hipócrates).

El viernes pasado comentábamos sobre el proceso de envejecimiento, el cual se define de acuerdo al Instituto Nacional de Geriatría (Inger) como “…gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática (equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado), debido a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado”; esta última parte de este concepto enmarca un aspecto clave: “un ambiente determinado”.

De ahí que no sólo la información genética per se define en totalidad el funcionamiento (‘y sella el destino’) de los organismos sino que el ambiente también juega un papel importante ya que en él se encuentran presentes diversos factores (estímulos) que influirán en las respuestas de cada ser vivo.

Ya han sido numerosas las ocasiones que en este espacio se ha hecho hincapié de la relevancia y aporte de las ciencias ómicas (genómica, transcriptómica, proteómica, metabolómica y epigenómica), las cuales al integrar cada uno de los resultados que estas generan nos permiten tener un panorama más completo que será de gran ayuda para la comprensión de la biología de cada organismo.

Este viernes para Bio-informando traemos a colación lo que se conoce como nutrigenómica, la cual se conoce como una de las ramas de la ciencia que estudia el cómo los compuestos bioactivos, los alimentos y suplementos regulan la expresión génica y dentro de ella se encuentra la nutrigenética cuyo foco de estudio es el entender el cómo se expresan los genes ante nutrientes específicos pero tomando en consideración la variación genética manifiesta en un individuo en concreto.

La frase de Hipócrates nos permite advertir que la idea del rol crucial que posee la alimentación en la salud se remonta a mucho tiempo atrás. En sus inicios, los estudios nutrigenómicos eran meramente exploratorios en los cuales se empleaban tamaños pequeños de muestra y hacían especial uso de la transcriptómica y de la proteómica; actualmente, es uno de los campos de investigación que se encuentra en constante desarrollo y que se ha extendido a la incorporación de los mecanismos epigenéticos y el papel que los alimentos desempeñan en ellos.

Se sabe y, como ya lo hemos mencionado en otras publicaciones, que los mecanismos epigenéticos pueden ser regulados por la alimentación y en consecuencia la expresión de genes que están involucrados en diferentes procesos biológicos. Afshin y colaboradores en 2019 señalaron que el mejorar la calidad nutricional puede llegar a prevenir 1 de cada 5 muertes a nivel global; de ahí que se debe procurar un equilibrio en la alimentación en nuestro vivir diario para no llegar ni al exceso ni a la deficiencia ya que en ambos extremos se pueden derivar perjuicios a la salud.

Por lo que se refiere al proceso de envejecimiento y lo que representa, se sabe que el cuidado de la alimentación puede ayudar a disminuir el riesgo de padecer enfermedades inherentes a dicho proceso. Por otra parte, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el papel de la nutrición en los pacientes seropositivos es esencial ya que se ha visto que al llevar el tratamiento con medicamentos antirretrovirales puede inducir la expresión de genes involucrados en el metabolismo de lípidos aumentando la concentración de colesterol y triglicéridos; de ahí que ya hay estudios en los que se implementa lo que se conoce como nutrición de precisión con el fin de utilizar nutrientes o compuestos bioactivos que puedan modificar la expresión génica a beneficio del paciente y complementarlo con actividad física para mejorar su calidad de vida.

Feliz inicio de mes y bendecido fin de semana.


“Deja que tu medicina sea el alimento y el alimento tu medicina” (Hipócrates).

El viernes pasado comentábamos sobre el proceso de envejecimiento, el cual se define de acuerdo al Instituto Nacional de Geriatría (Inger) como “…gradual y adaptativo, caracterizado por una disminución relativa de la respuesta homeostática (equilibrio que le permite al organismo mantener un funcionamiento adecuado), debido a las modificaciones morfológicas, fisiológicas, bioquímicas y psicológicas, propiciadas por los cambios inherentes a la edad y al desgaste acumulado ante los retos que enfrenta el organismo a lo largo de la historia del individuo en un ambiente determinado”; esta última parte de este concepto enmarca un aspecto clave: “un ambiente determinado”.

De ahí que no sólo la información genética per se define en totalidad el funcionamiento (‘y sella el destino’) de los organismos sino que el ambiente también juega un papel importante ya que en él se encuentran presentes diversos factores (estímulos) que influirán en las respuestas de cada ser vivo.

Ya han sido numerosas las ocasiones que en este espacio se ha hecho hincapié de la relevancia y aporte de las ciencias ómicas (genómica, transcriptómica, proteómica, metabolómica y epigenómica), las cuales al integrar cada uno de los resultados que estas generan nos permiten tener un panorama más completo que será de gran ayuda para la comprensión de la biología de cada organismo.

Este viernes para Bio-informando traemos a colación lo que se conoce como nutrigenómica, la cual se conoce como una de las ramas de la ciencia que estudia el cómo los compuestos bioactivos, los alimentos y suplementos regulan la expresión génica y dentro de ella se encuentra la nutrigenética cuyo foco de estudio es el entender el cómo se expresan los genes ante nutrientes específicos pero tomando en consideración la variación genética manifiesta en un individuo en concreto.

La frase de Hipócrates nos permite advertir que la idea del rol crucial que posee la alimentación en la salud se remonta a mucho tiempo atrás. En sus inicios, los estudios nutrigenómicos eran meramente exploratorios en los cuales se empleaban tamaños pequeños de muestra y hacían especial uso de la transcriptómica y de la proteómica; actualmente, es uno de los campos de investigación que se encuentra en constante desarrollo y que se ha extendido a la incorporación de los mecanismos epigenéticos y el papel que los alimentos desempeñan en ellos.

Se sabe y, como ya lo hemos mencionado en otras publicaciones, que los mecanismos epigenéticos pueden ser regulados por la alimentación y en consecuencia la expresión de genes que están involucrados en diferentes procesos biológicos. Afshin y colaboradores en 2019 señalaron que el mejorar la calidad nutricional puede llegar a prevenir 1 de cada 5 muertes a nivel global; de ahí que se debe procurar un equilibrio en la alimentación en nuestro vivir diario para no llegar ni al exceso ni a la deficiencia ya que en ambos extremos se pueden derivar perjuicios a la salud.

Por lo que se refiere al proceso de envejecimiento y lo que representa, se sabe que el cuidado de la alimentación puede ayudar a disminuir el riesgo de padecer enfermedades inherentes a dicho proceso. Por otra parte, en el marco del Día Mundial de la Lucha contra el Sida, el papel de la nutrición en los pacientes seropositivos es esencial ya que se ha visto que al llevar el tratamiento con medicamentos antirretrovirales puede inducir la expresión de genes involucrados en el metabolismo de lípidos aumentando la concentración de colesterol y triglicéridos; de ahí que ya hay estudios en los que se implementa lo que se conoce como nutrición de precisión con el fin de utilizar nutrientes o compuestos bioactivos que puedan modificar la expresión génica a beneficio del paciente y complementarlo con actividad física para mejorar su calidad de vida.

Feliz inicio de mes y bendecido fin de semana.