/ viernes 21 de junio de 2024

Bio-Informando | Y todo era amarillo

El día de ayer se conmemoró el Día Amarillo o el día más feliz del año y la respuesta que hace que este día sea considerado como tal, es una mezcla de argumentos científicos, tradiciones culturales y factores sociales.

Generalmente, el día 20 de junio suele coincidir con el solsticio de verano, el día en que tenemos más horas de luz del año y por lo tanto, posee efectos importantes en nuestro bienestar mental y físico.

La luz solar aumenta la producción de serotonina, un neurotransmisor asociado a la elevación del estado de ánimo y la felicidad. Asimismo, la exposición a la luz solar también facilita la síntesis de vitamina D en nuestra piel, la cual es esencial para mantener sanos los huesos y la función inmunitaria e influye en la salud del cerebro.

Las investigaciones indican que niveles adecuados de vitamina D pueden mejorar la función cognitiva y disminuir el riesgo de depresión. Por otro lado, la transición de la primavera al verano propicia un aumento ligero en la temperatura (al menos en otras latitudes ya que en otras como la nuestra el aumento es considerable) haciendo que se generen las condiciones ideales para realizar más actividades al aire libre, mejorando aún más nuestro estado de ánimo; se ha demostrado ampliamente que pasar tiempo al aire libre y realizar actividades físicas, favorece la síntesis de hormonas como las endorfinas, las cuales actúan como analgésicos naturales elevando el estado de ánimo, reduciendo significativamente el estrés y por lo tanto mejorando la salud mental en general al desarrollarse una sensación de bienestar.

Otra hormona cuyos niveles se ven influenciados por un aumento en la exposición solar, es la melatonina la cual se encuentra relacionada con la regulación de los ciclos de sueño-vigilia. Durante los días más largos, la producción de melatonina se retrasa, lo que resulta en la vigilia prolongada y el aumento de los niveles de energía; este cambio puede mejorar el estado de ánimo y el estado de alerta, haciendo que las personas se sientan más activas y comprometidas durante el día y además se ve mejorada la calidad de sueño por las noches.

Aunado a lo anterior y en referencia al incremento de las actividades al aire libre, también se acrecientan las interacciones sociales, elevando el contenido de otra hormona: la oxitocina.

La oxitocina es conocida como ‘la hormona del amor’ y también se le ha relacionado con el apego y la conexión entre los individuos generando sentimientos de confianza y empatía; se ha reportado que niveles altos de oxitocina hacen que el estrés y la ansiedad disminuyan reforzando la sensación de bienestar y alegría.

Ahora bien, de acuerdo a la costumbre, en estas fechas nos encontramos cerca de la temporada de vacaciones de verano y el comenzar a visualizar lo que haremos en el periodo de descanso, la planificación de viajes, las ganas de pasar tiempo con la familia y los amigos y la disminución general del estrés laboral contribuyen a desarrollar felicidad y emoción.

¿Y de dónde viene el hecho de que también a este día se le conozca como el “Día Amarillo”? En la psicología del color, el amarillo se asocia con la positividad, el optimismo y la energía, estimula la alegría y la creatividad; de ahí que vestir de amarillo o rodearse de objetos amarillos puede fomentar psicológicamente los sentimientos de felicidad y bienestar.

Aunque el 20 de junio se identifica como el día más feliz del año, los principios que lo sustentan pueden aplicarse durante todos los días del año; adoptar los elementos que contribuyen a la felicidad - la exposición saludable a luz del sol, la planeación de actividades placenteras, las conexiones sociales y los actos de bondad - pueden ayudar a mantener una perspectiva positiva de la vida y por ende una existencia más feliz, saludable y plena.


Excelente fin de semana.