/ viernes 16 de agosto de 2024

Casos y cosas de la experiencia / El camino de la vida

"Debes albergar el caos dentro de ti para dar a la luz una estrella danzante". (F. Nietzsche)

Cuando transitaba rumbo a casa escuché Los caminos de la vida, que dice: “Los caminos de la vida no son como yo pensaba, como los imaginaba, no son como yo creía. Los caminos de la vida son muy difíciles de andarlos, difícil de caminarlos, y no encuentro la salida…” Esta canción, de Omar Geles, me evocó múltiples experiencias de vida.

Detuve la marcha del auto frente a un parque público, bajé y elegí una banca para sentarme. El clima no era benévolo, sin embargo, era tolerable para sentir, pensar y escribir un par de ideas sobre lo que me despertó dicho tema musical. Fue entonces cuando recordé esta frase que leí recientemente: “… para encontrarse a sí mismo uno debe asumir sus orígenes, su pasado, su fuente espiritual, y también los sentimientos, fracasos, las pérdidas, ausencias y el paso del tiempo. Sobre todo, necesita volver a encontrar sus raíces y expresarles un profundo sentimiento de gratitud”.

Dicha frase resalta la importancia y significado de mis vínculos. Me pregunté qué es lo que refiere cada uno; qué experiencias quedan grabadas, y si me brindan sostén. Y, ¿qué ocurre, en caso de no hacerlo? Estas y otras preguntas surgieron mientras transcurrieron los minutos, el sol desaparecía, y las luces del parque se encendían una a una. Algunas personas iniciaban su actividad deportiva y otras paseaban a sus mascotas.

Emprendí el regreso a casa, valorando y validando cada vínculo establecido durante mi existencia. Recordé lo que afirma Joan Garriga: “Los vínculos son la unidad básica de la vida, y el intercambio entre el dar y el recibir constituye sus nutrientes y vitaminas.” Sin lugar a duda nuestra vida representa un don que han colocado en nuestras manos para darle propósito y rumbo. Es decir, nutrir nuestra vida de experiencias impulsoras para que contribuyan a la evolución personal integral -física, emocional y espiritual-. De ahí que J. Campbell refiere que la vida es como un viaje en el que recorremos un camino que nos conduce a morir a lo viejo y renacer a lo nuevo, una y otra vez a lo largo de nuestros pasos vitales.

En el trayecto de la vida podemos abandonar la rutina y monotonía, enfrentar retos y desafíos, y finalmente encontrar a nuestros guías y aliados para renacer. Ser conscientes de lo que implica vivir es orientarnos a dejar un legado a las próximas generaciones. Así podremos volver a nuestro origen, libres de ataduras, lecciones aprendidas y dispuestos a nuevas oportunidades de evolución espiritual.

Ser lo que se es, significa ser el héroe de nuestra vida; reconocer el propio sentir y las necesidades vitales que gritan dentro de nosotros. La canción mencionada me condujo a una reflexión profunda. Ahí apareció lo expresado por F. Nietzsche: "Debes albergar el caos dentro de ti para dar a la luz una estrella danzante".

Llegué a casa, saludé a mi esposa, y disfruté una cena sencilla y saludable. La sobremesa resultó genial, porque parecía que ambos estábamos en sintonía sobre lo que había vivido en el trayecto a casa. El tiempo, el aroma a lavanda y el sueño aparecieron para dar paso al descanso.

Tenemos el don de la vida y el ejercicio de aprender a vivirla a plenitud. Los invito a reflexionar sobre la canción Strawberry Fields Forever, de los Beatles, y leer La caverna, de Platón. Entre la luz y la oscuridad existe un cúmulo de experiencias que contribuyen a nuestro crecimiento y desarrollo.

Lo que llega a mi vida no se va hasta que comprendo lo que necesito aprender.

Hasta el próximo encuentro.


Por un mundo de esperanza y paz. Buen fin de semana. Año 2024

Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com

"Debes albergar el caos dentro de ti para dar a la luz una estrella danzante". (F. Nietzsche)

Cuando transitaba rumbo a casa escuché Los caminos de la vida, que dice: “Los caminos de la vida no son como yo pensaba, como los imaginaba, no son como yo creía. Los caminos de la vida son muy difíciles de andarlos, difícil de caminarlos, y no encuentro la salida…” Esta canción, de Omar Geles, me evocó múltiples experiencias de vida.

Detuve la marcha del auto frente a un parque público, bajé y elegí una banca para sentarme. El clima no era benévolo, sin embargo, era tolerable para sentir, pensar y escribir un par de ideas sobre lo que me despertó dicho tema musical. Fue entonces cuando recordé esta frase que leí recientemente: “… para encontrarse a sí mismo uno debe asumir sus orígenes, su pasado, su fuente espiritual, y también los sentimientos, fracasos, las pérdidas, ausencias y el paso del tiempo. Sobre todo, necesita volver a encontrar sus raíces y expresarles un profundo sentimiento de gratitud”.

Dicha frase resalta la importancia y significado de mis vínculos. Me pregunté qué es lo que refiere cada uno; qué experiencias quedan grabadas, y si me brindan sostén. Y, ¿qué ocurre, en caso de no hacerlo? Estas y otras preguntas surgieron mientras transcurrieron los minutos, el sol desaparecía, y las luces del parque se encendían una a una. Algunas personas iniciaban su actividad deportiva y otras paseaban a sus mascotas.

Emprendí el regreso a casa, valorando y validando cada vínculo establecido durante mi existencia. Recordé lo que afirma Joan Garriga: “Los vínculos son la unidad básica de la vida, y el intercambio entre el dar y el recibir constituye sus nutrientes y vitaminas.” Sin lugar a duda nuestra vida representa un don que han colocado en nuestras manos para darle propósito y rumbo. Es decir, nutrir nuestra vida de experiencias impulsoras para que contribuyan a la evolución personal integral -física, emocional y espiritual-. De ahí que J. Campbell refiere que la vida es como un viaje en el que recorremos un camino que nos conduce a morir a lo viejo y renacer a lo nuevo, una y otra vez a lo largo de nuestros pasos vitales.

En el trayecto de la vida podemos abandonar la rutina y monotonía, enfrentar retos y desafíos, y finalmente encontrar a nuestros guías y aliados para renacer. Ser conscientes de lo que implica vivir es orientarnos a dejar un legado a las próximas generaciones. Así podremos volver a nuestro origen, libres de ataduras, lecciones aprendidas y dispuestos a nuevas oportunidades de evolución espiritual.

Ser lo que se es, significa ser el héroe de nuestra vida; reconocer el propio sentir y las necesidades vitales que gritan dentro de nosotros. La canción mencionada me condujo a una reflexión profunda. Ahí apareció lo expresado por F. Nietzsche: "Debes albergar el caos dentro de ti para dar a la luz una estrella danzante".

Llegué a casa, saludé a mi esposa, y disfruté una cena sencilla y saludable. La sobremesa resultó genial, porque parecía que ambos estábamos en sintonía sobre lo que había vivido en el trayecto a casa. El tiempo, el aroma a lavanda y el sueño aparecieron para dar paso al descanso.

Tenemos el don de la vida y el ejercicio de aprender a vivirla a plenitud. Los invito a reflexionar sobre la canción Strawberry Fields Forever, de los Beatles, y leer La caverna, de Platón. Entre la luz y la oscuridad existe un cúmulo de experiencias que contribuyen a nuestro crecimiento y desarrollo.

Lo que llega a mi vida no se va hasta que comprendo lo que necesito aprender.

Hasta el próximo encuentro.


Por un mundo de esperanza y paz. Buen fin de semana. Año 2024

Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com