"Es curioso, pero vivir en construir futuros recuerdos; ahora mismo, aquí frente al mar, sé que estoy preparando recuerdos minuciosos, que alguna vez me traerán la melancolía y la desesperanza". (Ernesto Sábato)
En el camino al trabajo recordé los momentos que disfruté recientemente; colmaron mis sentidos y me permitieron escribir un cúmulo de palabras que me darían tema para el presente escrito. Lluvia, viento suave, caminatas, degustaciones de comida típica y charlas riquísimas y nutritivas.
Hubo momentos de silencio, espacios y personas que dibujaron un escenario de colores variados, como el arcoíris. Lugares que guardan recuerdos de otros momentos, circunstancias y personas importantes. Los sentidos fluyeron para recordar y acomodar nuevas experiencias con significados diferentes.
Los recuerdos que permanecen en nosotros son muy significativos, y los valoraremos con el pasar del tiempo. Por ejemplo, los árboles y la lluvia fueron testigos de palabras expresadas, y acompañadas de emociones y sentimientos.
La música de trova, la bebida fresca o caliente, los libros de poemas de Pablo Neruda y Mario Benedetti. Aquel perfume que seducía los sentidos, ese rostro joven y amoroso que prodigaba caricias suaves y tiernas. Las librerías que capturaban mi interés por el conocimiento, las charlas con otros bibliófilos que deambulaban cerca de mí y que, en ocasiones, me auxiliaban para encontrar el libro deseado.
Conocí escritores que expresaban grandes cosas con palabras pequeñas y sencillas. Encuentros breves y personales que terminaban en la firma de ese libro que forma parte de mi biblioteca, o quedó por ahí en manos de otro lector asiduo como yo.
He aprendido algo sobre el desapego, a liberar espacio de mi biblioteca para nutrir a otras personas. Algunas, que han creado cosas nuevas, suelen ser atrevidas, creativas e irreverentes, y eso les permite innovar y dejar huella en nuestro mundo actual.
El presente dará lugar al pasado, y con ello aparecerá la nostalgia y melancolía de las experiencias vividas. Todo aquello que vivamos hoy será un recuerdo del ayer; ratifico que el presente es lo único que tenemos con seguridad y vale la pena vivirlo, aquí y ahora.
Las fotografías de antaño contrastan con las imágenes de la nueva tecnología. Esto gracias a los recursos técnicos actuales que permiten ajustar esas imágenes a plena satisfacción. Nuestros recuerdos se abrazan y besan para obtener el significado correspondiente.
También me detuve a observar artesanías coloridas, rebosantes de vida, pasión y significados. Vi a sus creadores y maestros llenos de alegría, porque sus obras son validadas y valoradas. Así fue posible conectar con ellos, agradecer su tarea y festejar esos regalos de vida. Cuando mi mente se abre me percato que soy creativo, disfruto las cosas sencillas de la vida, y celebro todo lo que nutre nuestra existencia terrenal.
Las personas que caminan a nuestro lado, y a quienes amamos, nos impulsan a volar y mantener palpitando a nuestro corazón apasionado. Benditos momentos presentes que lubrican nuestro corazón, y nos animan a crecer personal y profesionalmente.
Volveré a observar y apreciar esos lugares desde otras perspectivas, lecciones y aprendizajes. Aunque no serán los mismos, porque he crecido y amado las nuevas experiencias de vida.
Hasta el próximo encuentro.
Por un mundo de esperanza y paz. Buen fin de semana. Año 2024
Correo electrónico: ignacio.lovio@gmail.com