Me duelen sus balaceras, me duelen sus levantones, me duelen sus feminicidios, me duelen sus desaparecidas.
Me duelen vidas truncadas como las de Isaac. Me duele la angustia indescriptible de las familias que no saben dónde están Griselda, Julia, Andrea, Jazmín, Lizbeth, Cecilia, Delia, Lluvia, Priscila y tantas y tantas jovencitas que no han regresado a casa.
Me duele ver los videos de mujeres, de niños que, a plena luz del día, se refugian en un carro o se tiran al piso para que una bala perdida no los vaya a encontrar y se los vaya a llevar para siempre.
Me indigna, me molesta, ardo en coraje al ver que la mejor respuesta que los gobiernos del PRI y Morena le pueden dar a las Madres Buscadoras es regalarles palas y cubetas para que sigan buscando a sus desaparecidos.
Cuántas vidas perdidas, cuántas familias destrozadas, cuánta sangre derramada por la indolencia, por la incompetencia, por la incapacidad o por el cálculo electoral de los gobiernos del PRI, del PAN y de Morena. Cuánto descaro de volver a pedir tu voto cuando tú ya les has dado tu confianza por años y la corrupción, la economía, la salud y la seguridad de tu familia van de mal en peor. Y me pregunto ¿No serán ellos la verdadera pandemia?
Mucha gente me dijo que cuando votaron por Morena pensaron: “Pues qué tan mal nos puede ir después de los gobiernos del PAN y del PRI”. Ahora me dicen que ni en sus peores pesadillas se imaginaron ver un México —y un Sonora— tan violento y ensangrentado, con tantas mujeres desaparecidas, con tantos adolescentes y jóvenes metidos al narco por la falta de un empleo digno, con más militares que nunca en las calles, con inversionistas yéndose a otro lado porque han perdido la confianza a nuestro país.
Si a ti también te duele y te indigna lo que está pasando en Sonora —y en México— te pregunto ¿Quieres que el Prian, ahora aliados por su corrupción, gobiernen Sonora? ¿Le confiarías tus hijos al peor secretario de Seguridad que ha tenido México, quien descaradamente aceptó el cargo sabiendo que no tenía la capacidad para desempeñarlo y lo usó como trampolín político dejando tras de sí un muerto cada 20 minutos durante su fúnebre gestión? ¿Eso quieres para Sonora?
Te invito a cambiar este dolor que sentimos por coraje. Te invito a no ser indiferente al dolor ajeno y a usar este 6 de junio el mayor poder que tienes para cambiar las cosas: el poder de tu voto.