Una de las fiestas que más gustan en México es la fiesta del Grito de Independencia, así es, como olvidar todas nuestras gratas experiencias de infancia en esas noches de celebraciones patrias.
En lo particular muchas noches de fiesta en el centro de Coyoacán, entre música, colores, cohetes que antes no eran cuestionados, guerras de huevos rellenos de harina o de confeti, castillos, comida y mucha, mucha gente con banderas y gritos alegres de viva México.
La comida de la celebración patria también es sin duda gratamente recordada, según la región en la que nos encontremos, tendremos opciones diversas desde tacos hasta pambazos, pasando por una serie de pozoles diferentes, tostadas y buñuelos para el postre, sin olvidar elotes asados o cocidos, cócteles de elote con y sin epazote.
Lamentablemente la realidad que se impone al discurso de que todo está bien, de que todo está en orden, de que la inseguridad es cosa de medios alarmista, suspendió esta alegre fiesta en alrededor de 29 municipios en los estados de Sinaloa, Durango, Chiapas, Nuevo León, Michoacán, Oaxaca y Guanajuato.
Así un día de fiesta se ha convertido en un día de grito silenciado, apagado por la falta de seguridad que se niega y no se reconoce, ante la negativa de modificar en nada la política de seguridad que tiene al País en una condición que se muestra con este silencio que grita con fuerza.
Son años, quizá desde Vicente Fox que este tema se ha venido incrementando, varios gobiernos han pasado y la inseguridad continúa robándonos tranquilidad, en este sexenio que termina pero que no termina por que va a continuar, muchas cosas cambiaron, otras regresaron al pasado de los 70´s, pero lo que no cambió fue la inseguridad que se vive en nuestro bello País, lo que sí cambió es que antes se reconocía y ahora se niega todos los días entre una verdad que grita en silencio.
Sin grito se han quedado miles de mexicanos, miles de mexicanos que no olvidemos votaron masivamente por calificar en positivo el actual gobierno y la continuidad del mismo, entonces quizá este grito silencio, sea lo que miles quieren, la verdad no lo creo, pero es el resultado de lo que se votó y la continuidad de varias políticas entre ellas la de seguridad.
El gran tema en la política de seguridad es que una vez que se pierde terreno ante la delincuencia es muy difícil recuperarlo, así que este año son varios municipios en silencia, el año que viene ¿Cuántos mexicanos más serán silenciados la noche del grito?
