/ martes 15 de octubre de 2024

Democracia y Debate / Guerrero, de nuevo

Guerrero es muchas cosas, es un estado grande, generoso, fue ejemplo de lo que se puede lograr en términos de turismo, para bien y para mal, el primer gran lugar nacional y posiblemente latinoamericano que concentraba lo mejor de los servicios fue Acapulco, grandes restaurantes, hoteles maravillosos, fiestas inolvidables, visitantes famosos, festivales, pero la depredación, la falta de respeto al medio ambiente, la delincuencia, la corrupción, acabaron con Acapulco y tienen a Guerrero sumido en la violencia y desesperación.

Fue y sigue siendo Ayotzinapa un tema pendiente para ya 3 administraciones, fue para Peña la piedra de fondo, para AMLO la promesa que lo llevó al altar y la que lo bajó del mismo y la nueva esperanza para Claudia.

Pero Guerrero, que es fiero, amoroso, violento y auténtico, es también terco y un reto para la paz y la seguridad nacional.

Guerrero lamentablemente nuevamente marca la carrera política de Claudia Sheinbaum, apenas a unos días de su presidencia, matan los violentos, los criminales al alcalde de Chilpancingo, apenas unos días antes habían asesinado a su secretario del ayuntamiento.

Entre Iguala y Chilpancingo hay dos presidentes y una presidenta, en Guerrero y en todas las entidades federativas además de un plan de seguridad hace falta estado de derecho, confianza en las policías municipales, profesionalismo en los ministerios públicos y capacidad en las fiscalías.

Si es esperanzador el plan de seguridad, pero también es cruel la realidad nacional que nos grita desde Guerrero.

Es la última llamada y es Iguala, en Chilpancingo, es Guerrero, es México.