“Hay una estructura real oculta que funciona en la informalidad y hay una estructura oficial que simula que funciona en la formalidad. En la informalidad aparecen articulados con precisión desde el narcotráfico hasta los sistemas financieros; en la formalidad aparecen desarticulados con exhibición de incompetencia desde los sistemas represivos hasta los instrumentos de hacer justicia” Palabras duras y muy ciertas, históricamente ciertas del Dr. Sixto Moya Herrera.
Lo no formal, lo que está fuera de las Instituciones en México, funciona, opera y se desborda en acciones que tienen consecuencias, en lo local, estatal, nacional e internacional, el fuego traspasa fronteras, lo informar genera miedo y consecuencias.
Lo formal, lo institucional, lo ordenado, lo que tiene que ver con el derecho, con la norma, con los sistemas, con lo organizado no está funcionando, sus acciones parece que no alcanzan para alcanzar a la informalidad.
La estructura visible no se mueve, mientras tanto la oculta sí.
Los sistemas, el Estado de Derecho, las instituciones parece que sólo están mirando, dejando pasar, dejando hacer, los informales avanzan, van ganando espacios y peligrosamente en la percepción de muchos penetran en formas que modelan pensamientos.
Pocos, son los que opinan diferente, muchos que antes apoyaban todo lo que desde palacio se decía y hacía, en este tema, en el de la seguridad, están cambiando de opinión, están marcando distancia y prefieren no manifestarse ante la realidad que es dura y tarde o temprano termina por imponerse.
En nuestro país lo informal tiene años, por ejemplo, en el comercio, ganando espacios, ya es parte de la cultura nacional, comprar en lo no formal es ser más inteligente, más ingenioso, es ganarle al sistema, no nos damos cuenta que hacerlo es golpearnos a nosotros mismos, en servicios, en empleos, en impuestos, en seguros, en salud, en recursos que se pierden en la informalidad por ser más listos que lo que la formalidad ofrece.
La realidad se tuerce cuando el que manda en el barco, prefiere abandonar las cartas de navegación y sólo regirse por presentimientos y sentimientos, confiando que de un modo u otro llegará a algún lado. Puede ser que nunca llegue este barco a ninguna parte, puede ser que se pierda, que se hunda, sin embargo el capitán se niega a formalizar su navegación.
Nota de felicitación para Gabriela Salido y equipo de El Sol de Hermosillo, que están (estamos) celebrando 8 años, de SOL. Felicidades.