/ martes 27 de septiembre de 2022

Democracia y debate | La llamada que nunca existió

Lo que a continuación voy a narrar en dos renglones es sólo producto de mi imaginación, es algo que estoy inventando en todo sentido, pero ante lo sucedido el día de hoy, me entusiasma darle rienda suelta a mi imaginación.

Dialogante 1: “Hola amiga, buenas noches”, Dialogante 2: “¿Qué tal todo por mi tierra?, Dialogante 1: “Bien, bien, de lo que hablamos, te encargo…”, Dialogante 2: “Claro, claro…”

Después de inventarme los renglones anteriores pasemos a la realidad, que es la que hoy suma a dos diputadas más, a la bancada del Morena, así, de las dos que quedaban en el PRI, ahora ya no queda ninguna, ya no queda nada, estoy seguro, que es la primera ocasión en la historia del Congreso del Estado de Sonora, que no se cuenta con representación tricolor.

Ely y Karina, que más las veía yo fosfeando que de guinda, están ahora del lado de la mayoría. Es sin duda un movimiento magistral, todo el poder, para el ganador, todo el control, nada al azar, no sea que venga una sorpresa.

Así que dos más no estorban, no sé si sumen, no sé si van a tener una responsabilidad muy importante, tampoco sé si estarán muy contentos en Morena, lo que yo veía, es que les habían abierto la puerta en MC, que las esperaban y seguramente les daría apapacho político.

¿Se vale?, pues sí, es legal, ¿Es legítimo?, repito, es legal, ¿Es ético?, lo dejo a la consideración de las diputadas ahora morenistas.

Y así se van escribiendo las carreras del poder, unas largas, otras no tantas, una memorables, otras olvidables, cada cual elije su lugar en la historia que quiere contar de sí mismo.

Desde mi punto de vista, gana Morena, en relación al control y al ejercicio del poder, gana el gobernador, ¿pero ellas?, no estoy tan seguro, pero seguramente no tardaremos mucho en darnos cuenta, además la amistad es difícil de encontrar.

Los lugares en la historia son pocos, hay quien sabe tomar asiento y algunos abandonan el lugar, así sin más, de forma inexplicable, por eso insisto, la política no es para todos.

Pero quizá para ellas si, y para nosotros no.