/ martes 20 de agosto de 2024

Democracia y Debate / Niños

En Sonora fueron detenidos algunos niños relacionados con grupos criminales, se les ha denominado “niños sicarios” es profundamente doloroso observar a estos pequeños de apenas entre 11 y 13 años de edad tan solos y desorientados.

Las autoridades se preguntan por sus padres, señalan incluso que los padres de estos pequeños tendrían responsabilidad penal. Es posible que la respuesta nos de algo de luz en relación a sus padres y sea igual de dolorosa que la realidad que están viviendo sus pequeños hijos.

¿Cuál es la situación familiar de estos pequeños? Posiblemente sea tan lamentable que es justamente el reflejo de lo que están viviendo sus hijos.

Es lo que se conoce como “descomposición del tejido social”, la familia está totalmente destruida en varios puntos de nuestro país, donde no hay sentimiento de unión, de valores, de pertenencia.

Nacen las pequeñas, los pequeños en ambientes tan vulnerables que cualquier cosa puede ocurrir, tristemente los caminos que encuentran no son los que deseamos.

Qué lejos quedan los derechos de las y los niños contemplados en la Constitución, que distancia hay entre la realidad y los textos de Naciones Unidas. Al parecer en México ya son varias generaciones de entender la vida de una forma lejana a un tejido social adecuado para la educación, salud, desarrollo, protección.

¿Qué esperanza de vida tienen estos niños, en su caso también niñas? Posiblemente la misma que tuvieron sus padres, sus madres, incluso sus abuelos y abuelas, una sociedad que no puede protegerlos, que no puede ofrecerles alternativas de crecimiento y desarrollo.

La responsabilidad es tan amplia, tan grande que nos debería de obligar a todos a actuar en consecuencia, recordemos que son ellas y ellos, las niñas y los niños lo que seremos en el futuro como pueblos y naciones. Son el mayor tesoro con el que contamos, no podemos ser indiferentes ante lo ocurrido.

Espero y deseo que estos pequeños que son noticia en Sonora, sean adecuadamente rescatados y que el estado mexicano les pueda ofrecer alternativas para que sean salvados o por lo menos puedan ellos tener opciones para intentar buscar una mejor vida, rumbo a su mayoría de edad, donde la responsabilidad será únicamente de ellos.

Las niñas, los niños, eso son, niñas y niños, no podemos dejarlos solos.


En Sonora fueron detenidos algunos niños relacionados con grupos criminales, se les ha denominado “niños sicarios” es profundamente doloroso observar a estos pequeños de apenas entre 11 y 13 años de edad tan solos y desorientados.

Las autoridades se preguntan por sus padres, señalan incluso que los padres de estos pequeños tendrían responsabilidad penal. Es posible que la respuesta nos de algo de luz en relación a sus padres y sea igual de dolorosa que la realidad que están viviendo sus pequeños hijos.

¿Cuál es la situación familiar de estos pequeños? Posiblemente sea tan lamentable que es justamente el reflejo de lo que están viviendo sus hijos.

Es lo que se conoce como “descomposición del tejido social”, la familia está totalmente destruida en varios puntos de nuestro país, donde no hay sentimiento de unión, de valores, de pertenencia.

Nacen las pequeñas, los pequeños en ambientes tan vulnerables que cualquier cosa puede ocurrir, tristemente los caminos que encuentran no son los que deseamos.

Qué lejos quedan los derechos de las y los niños contemplados en la Constitución, que distancia hay entre la realidad y los textos de Naciones Unidas. Al parecer en México ya son varias generaciones de entender la vida de una forma lejana a un tejido social adecuado para la educación, salud, desarrollo, protección.

¿Qué esperanza de vida tienen estos niños, en su caso también niñas? Posiblemente la misma que tuvieron sus padres, sus madres, incluso sus abuelos y abuelas, una sociedad que no puede protegerlos, que no puede ofrecerles alternativas de crecimiento y desarrollo.

La responsabilidad es tan amplia, tan grande que nos debería de obligar a todos a actuar en consecuencia, recordemos que son ellas y ellos, las niñas y los niños lo que seremos en el futuro como pueblos y naciones. Son el mayor tesoro con el que contamos, no podemos ser indiferentes ante lo ocurrido.

Espero y deseo que estos pequeños que son noticia en Sonora, sean adecuadamente rescatados y que el estado mexicano les pueda ofrecer alternativas para que sean salvados o por lo menos puedan ellos tener opciones para intentar buscar una mejor vida, rumbo a su mayoría de edad, donde la responsabilidad será únicamente de ellos.

Las niñas, los niños, eso son, niñas y niños, no podemos dejarlos solos.