Falta mucho, pero realmente no falta tanto, para un político profesional al terminar un proceso electoral inicia otro, el inicio de las funciones que se han ganado en las urnas son el banderazo de salida para volver a la competencia electoral, que mejor que el trabajo realizado sea la carta de presentación para la elección siguiente, sin embargo, generalmente no es así.
La carrera por el gobierno de Sonora ya comenzó, en lo particular así lo veo, ya los que suspiran por ser gobernadores o gobernadoras están desde hace tiempo organizando sus equipos y armando sus estrategias.
Se apunta a un gobierno corto de apenas tres años, pero es eso o sentarse tres años para competir por los siguientes seis, pero esperarse es muy arriesgado, en tres años todo puede cambiar y las condiciones que favorecen a las y los suspirantes que ahora le son favorables podían cambiar radicalmente.
Se lo he dicho directamente y lo sostengo, además es totalmente evidente y todo el mundo lo puede ver, el alcalde de Hermosillo, Toño Astiazarán es el candidato natural al gobierno de Sonora por parte del PAN, el tema con el PRI no lo tengo claro, pero el PRI no tiene más opción que esa, veremos si el Toño se vuelve a sentir cómodo con la alianza.
Por parte de Morena y aliados, la ecuación la veo en dos sentidos, por un lado la tradicional que sería con la Senadora Lorenia Valles, que cumple con los requisitos tradicionales para llegar al ejecutivo estatal, además de estar bien arropada por el centro. Pero en Morena se ha dicho que están por el relevo generacional tanto a nivel nacional como local, por si fuera poco el mismo gobernador Durazo lo ha señalado directamente, me refiero a una joven que destacó rápidamente desde la campaña de Alfonso Durazo a gobernador, posteriormente rápidamente paso de Telemax a todo un Sistema Estatal y ahora está en la oficina junto a la del Ejecutivo, por si fuera poco es nieta de uno de los gobernadores más queridos, su nombre es Paulina Ocaña, que cuenta con el tiempo, la oportunidad y el momento, una gubernatura de 3 años para una joven con proyección nacional no suena nada mal.
Pero no es la única, si algo ha realizado bien Morena y aliados es el trabajo con jóvenes liderazgos, y uno que puede destacar y ponerse en posición de ser gobernador es quien fuera candidato al senado por el PT, quien en esa campaña aguanto la mala campaña de quien estaba al frente en la fórmula y a pesar de eso no murió en el intento. Froylán Gámez, actual secretario de Educación y Cultura, el cual recordemos es cercano a Marcelo Ebrard, también cumple con los requisitos del relevo generacional, tiene buena imagen y está al frente de una de las secretarías que tiene más proyección estatal y que le permite hacer acuerdos con los grupos sindicales del magisterio que son los mejores activistas políticos.
Por lo pronto veo 3, una que es el camino tradicional y dos jóvenes que son el relevo generacional por Morena, por alguna alianza que se logre sería el Toño.
Veremos en unos meses más quienes más se van sumando a una gubernatura de 3 años que si se juega con inteligencia sumaría a los 6 de Durazo y garantizaría 6 más para un proyecto o puede significar la ruptura y el surgimiento de una nueva figura que tendría que pensar más lejos de solo 3 años.