/ miércoles 16 de diciembre de 2020

Diálogo | Estrategia errática contra Covid-19

Esta semana causó revuelo en redes sociales y noticieros el cierre de Galerías Mall en Hermosillo por no cumplir con los protocolos sanitarios en pandemia, y es correcto que la autoridad actúe, pero nadie entiende bajo qué reglas, parámetros o criterios específicos lo hace respecto a dónde, cuándo y con quiénes sí y con quiénes no.

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Ya no se puede negar, hay una estrategia fallida en todo México para enfrentar la pandemia Covid-19 y evitar contagios. La lucha por rescatar la economía en la medida de lo posible va de la mano en este desacierto, pero hay un mismo origen: las autoridades no se ponen de acuerdo y no hay reglas claras que obliguen a todos los actores.

114 mil 298 muertes por Covid-19 en México al 14 de diciembre, de los cuales el 79% no llegaron siquiera a cuidados intensivos; es decir que fallecieron en sus hogares, en las salas de emergencia de algún hospital o en áreas de atención primaria.

La indicación de la Secretaría de Salud de retrasar lo más posible el ingreso hospitalario merece un análisis aparte, pero la consecuencia de la capacidad hospitalaria y la deficiente infraestructura de nuestro sistema de salud en general.

Según el criterio del funcionario y su nivel de autoridad cada municipio o Estado hace lo que puede para, por un lado, atender la emergencia de salud y ocupación hospitalaria; y por otro mantener algo de economía y comercio local.

El caso de Galerías Mall en Hermosillo específicamente cerrado por no respetar el límite de aforo del 15% en comercios y restaurantes es un claro ejemplo, porque esta misma situación se ha venido presentando en toda la ciudad desde hace por lo menos tres semanas.

En Sonora incluso se legisló la obligatoriedad del uso de cubrebocas y la Secretaría de Salud del Estado, hay que decirlo, ha sido la parte más constante o más sólida en cuanto a establecer protocolos: aforos, horarios, medidas sanitarias, distanciamiento social, etcétera.

Pero no hay una coordinación a nivel federal y municipal. Los alcaldes deciden cada cual lo que mejor cree conveniente bajo la premisa de que a nivel federal en algún momento de esta crisis delegaron esta facultad a los municipios.

Especialmente el Gobierno federal y el presidente Andrés Manuel López Obrador han sido promotores de estas acciones erráticas, descoordinadas y casi ‘al garete’ como decían nuestros abuelos.

Recordemos cómo las primeras semanas el Presidente se mofaba de la pandemia diciendo que a México no llegaría; luego que al país le cayó como anillo al dedo; después en pleno confinamiento dictado por su propio secretario de Salud, invitaba a la población a convivir y abrazarse; y que él no usa cubrebocas porque no es necesario.

Hace un par de días llama a quedarse 10 días en casa, en fin… no hay manera de entenderlo.

La alcaldesa Célida López tampoco ha sido clara, pues primero llama al confinamiento y luego a salir con las medidas requeridas, pero con una actitud que contrasta con la de meses atrás, totalmente permisiva y a favor de la apertura de comercios y establecimientos. Tiene sus razones y presiones, pero volvemos a lo mismo: no hay una estrategia en común.

Por eso más allá de las autoridades y sus desacuerdos y desatinos, el mayor peligro, es el mensaje que los ciudadanos han recibido de manera repetitiva: Cada quien puede hacer lo que quiera porque unos prohíben, pero otros permiten.

La consecuencia es una cifra al alza en el número de muertes y contagios que a diario se da a conocer ya casi como parte de una rutina, sin ninguna conciencia de lo que ello significa.

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Errática es la palabra que define sin ninguna duda la estrategia contra Covid-19 en México, y Sonora, Hermosillo y sus municipios no son la excepción.

Estos dobles mensajes es lo que más daño ha hecho y los que más muertes han cobrado en México. Ojalá nuestras autoridades reflexionen en esto y logren llegar a acuerdos pronto, porque tarde ya es.