/ viernes 2 de agosto de 2024

El Colegio de Sonora | Hermosillo: Un verano como los de antes

Autora: Dra. Zulema Trejo Contreras, Profesora - investigadora de El Colegio de Sonora.

El calor en Hermosillo no es ninguna novedad. Desde los tiempos coloniales, la ciudad ha sido conocida por sus veranos calurosos y secos.

Existen registros históricos que documentan temperaturas que superaban los 40 grados Celsius ya en el siglo XVII.

De hecho, hay testimonios de que la gente en verano iniciaba sus actividades antes de las 7 de la mañana y las terminaba a las 11 de la mañana, para evitar las horas más calurosas del día.

También se cuentan historias de plantas quemadas por el sol y de vientos tan calientes que obligaban a cerrar las ventanas. Sin embargo, a pesar del calor, Hermosillo siempre ha encontrado formas de sobrellevarlo.

Las casas de adobe, con sus gruesos muros, proporcionaban cierta frescura en el interior. Las personas buscaban la sombra de los árboles y se refrescaban con agua fresca y frutas de temporada.

En la actualidad, la ciudad cuenta con aire acondicionado y otras tecnologías que ayudan a combatir el calor. Sin embargo, los veranos en Hermosillo siguen siendo intensos.

Es importante recordar que el calor extremo puede tener efectos negativos en la salud, por lo que es importante tomar medidas para protegerse, como beber mucha agua, evitar la exposición prolongada al sol y usar ropa ligera y holgada.

Hermosillo siempre ha sido una ciudad calurosa, pero siempre ha habido forma de paliar el calor. La historia de la ciudad nos enseña que, con ingenio y adaptación, podemos enfrentar incluso los climas más extremos.

Autora: Dra. Zulema Trejo Contreras, Profesora - investigadora de El Colegio de Sonora.

El calor en Hermosillo no es ninguna novedad. Desde los tiempos coloniales, la ciudad ha sido conocida por sus veranos calurosos y secos.

Existen registros históricos que documentan temperaturas que superaban los 40 grados Celsius ya en el siglo XVII.

De hecho, hay testimonios de que la gente en verano iniciaba sus actividades antes de las 7 de la mañana y las terminaba a las 11 de la mañana, para evitar las horas más calurosas del día.

También se cuentan historias de plantas quemadas por el sol y de vientos tan calientes que obligaban a cerrar las ventanas. Sin embargo, a pesar del calor, Hermosillo siempre ha encontrado formas de sobrellevarlo.

Las casas de adobe, con sus gruesos muros, proporcionaban cierta frescura en el interior. Las personas buscaban la sombra de los árboles y se refrescaban con agua fresca y frutas de temporada.

En la actualidad, la ciudad cuenta con aire acondicionado y otras tecnologías que ayudan a combatir el calor. Sin embargo, los veranos en Hermosillo siguen siendo intensos.

Es importante recordar que el calor extremo puede tener efectos negativos en la salud, por lo que es importante tomar medidas para protegerse, como beber mucha agua, evitar la exposición prolongada al sol y usar ropa ligera y holgada.

Hermosillo siempre ha sido una ciudad calurosa, pero siempre ha habido forma de paliar el calor. La historia de la ciudad nos enseña que, con ingenio y adaptación, podemos enfrentar incluso los climas más extremos.