En las últimas semanas me he mantenido abstraído en mi estudio trabajando obsesivamente la línea y el dibujo, como uno de los conceptos más característicos en relación a la manera y la forma de trabajar una serie compuesta por elementos propios del grafismo y la calidad dibujística que siempre busco plasmar y expresar en mi trabajo como artista plástico, no es que uno busque la perfección, sin embargo, me confieso demasiado obsesivo y generalmente eso se transmite en la obra, ya sea en el dibujo, la composición o la manera de distribuir el color, por ejemplo las tonalidades utilizadas en tal o cual trabajo.
Aunque es muy sabido de que soy muy poco afecto a las colectividades (es decir No me traen en lo personal), ya que prefiero desarrollar un trabajo más individual, que suele caracterizarse por una particularidad un tanto peculiar y que logra distinguirse del resto del trabajo de otros pintores, lo que de alguna manera me enorgullece y agrada enormemente, a diferencia de aquellos desarrollan un trabajo más decorativo y superficial, por no llamarlo de carencia creativa, poco talentoso y estético, en cierta manera, un tanto mediocre; ya que ahí persiste la falta o carencia de un lenguaje pictórico. Por lo general no suelo compartir, ni ventilar ese tipo de preceptos, sin embargo, considero, he disfrutado la totalidad de dicho proceso artístico enormemente de ese modo.
A todas mis amigas, señoras “amantes del arte” y demás, agradezco de alguna manera, el apoyo incondicional e irrestricto a mi persona, que me han profesado a lo largo de los años, así mismo quiero expresar de la misma manera que dicho sentimiento es reciproco y correspondido en su totalidad, por lo que no hay arrebatos, ni titubeos en relación con lo anterior.
Reconozco de antemano que no soy un “Santo de Fátima”, lo sé y estoy consciente de ello, se de mi enorme debilidad por el sexo opuesto (las mujeres), sin embargo, me he contenido últimamente y he preferido desbocar toda mi energía en el arte, la creatividad, en la obra plástica y el grabado, (siempre lo he hecho), pero debo reconocer que cuando llega o se acerca una presencia femenina que me llama la atención, tiendo a distraerme momentáneamente, aunque aun así se dividir los tiempos entre la mayoría de mis actividades como pintor, maestro, grabador y la literatura, entre otros. Debo confesar que por el momento no me encuentro en condiciones de sostener mas relaciones con otras mujeres, esto en virtud de que me encuentro muy ocupado en mis labores artísticas y creativas.
Ya que en días anteriores recibí una propuesta un tanto indecorosa por parte de mis amigas y apasionadas del arte, sin embargo, me negué, esto debido a la lealtad que le profeso a mi esposa (mi mujer), debiendo de sacrificar los placeres carnales, por un desarrollo más particular hacia un perfeccionamiento más personal.
Sin embargo, lo anterior me ha significado un amplio dominio y aprendizaje con relación a la manera de incorporar algunos conceptos y elementos dentro del desarrollo creativo de mi trabajo como artista plástico. Convirtiéndose con ello en un factor determinante, dentro del proceso creativo de las piezas artísticas en cuestión. Sin embargo, no es de extrañarse, ya que por lo general tiendo a propiciar dichos encuentros, lo que de alguna manera me ha significado que algunos colegas del arte me hayan catalogado como un provocador nato de las emociones y más bajas pasiones en las que un ser humano puede ser sometido y que de alguna manera lo he llevado a la representación gráfica y pictórica en mi obra.
Tanto así que no me he dado el tiempo para compartir mis experiencias en las acostumbradas columnas, esto debido a la gran cantidad de actividades, ocupaciones, trabajos, compromisos y demás conceptos que en cierta manera me han saturado considerablemente la agenda, como los días.
Desarrollo artístico y creativo
Recibo una invitación a proyectar un trabajo para la escenografía de un proyecto, de hecho, estuve casi a punto de rechazar, esto debido a la petición de una gran amiga muy entrañable para mi persona, me lo ha pedido como un favor muy especial, por lo que reconsideré la invitación para su debida realización, a lo que no pude negarme. Debiendo pedirle de mi parte que me dieran un tiempo considerable, para poder entregar esa encomienda en tiempo y forma.
Ya que cabe señalar, el ambiente cultural en la localidad no me resulta para nada atractivo, ni en lo institucional, ni en lo general. A excepción de ciertos espacios privados e independientes, que ciertamente han aportado al crecimiento social y cultural a diferencia de quienes están designados a hacer cultura, sin embargo, a pesar del ambiente tan nefasto que existe, hay proyectos y espacios culturales que han sido un gran ejemplo de constancia y ejemplo en pro del desarrollo artístico y cultural en la entidad.
Al final de cuentas, lo importante es hacer comunidad con gente que realmente sean artistas y creativos de a de veras, no dé mentiritas o que estén en el peor de los casos “Jugando a serlo…” (que, de esos, por cierto, hay muchos). Es cuánto. Nos vemos la próxima entrega…
Benjamín Rosales Artista Plástico, mexicano. 1976. Pintor, Dibujante, Grabador y Conferenciante. De formación esencialmente autodidacta. Se ha desenvuelto como Artista Visual desde 1994 a la fecha y es Docente Universitario. Comienza a exponer desde temprana edad. Sus piezas han sido expuestas en el Centro Cultural Arte Contemporáneo de la ciudad de México, D.F. A la fecha cuenta con más de una Veintena de muestras Individuales, exponiendo en la Ciudad de México, Baja California, Sinaloa, Sonora y Europa, entre otros. La prensa escrita ha publicado en diversas ocasiones entrevistas alusivas a su plástica, ocupando portadas y páginas centrales. Desde 1998 ha publicado diversos artículos relacionados con las artes plásticas en los diferentes medios. Actualmente su obra pertenece a varias colecciones tanto públicas como privadas. También ha recibido múltiples premios y reconocimientos por su obra y trayectoria artística.