Los metaversos son entornos donde los humanos podemos interactuar e intercambiar experiencias virtuales mediante uso de avatares, a través de un soporte técnico en el ciberespacio. Sólo que a diferencia del mundo real, en el metaverso no hay límites.
La palabra “metaverso” es un acrónimo compuesto por 'meta', que proviene del griego y significa “después” o “más allá”, y 'verso' hace referencia a “universo”, por lo tanto, hablamos de un universo que está más allá del que actualmente conocemos.
A medida que las tecnologías digitales avanzan y pasan a la siguiente etapa, el metaverso cada vez se acerca más a todos nosotros, ya sea como consumidores/usuarios o como empresarios y emprendedores.
¿Cómo cambiará el metaverso a nuestros negocios? ¿Y cómo podemos adelantarnos a ese cambio y manejarlo a nuestro favor?
Hay mucho debate sobre la precisión y los alcances del metaverso, pero es importante e indispensable construir y aterrizar una visión práctica y clara respecto esta nueva realidad, al menos conocer y saber de aquellos casos de uso productivos que permite.
El metaverso se basa en la convergencia de múltiples tecnologías (muchas ya conocidas y de uso diario) más la proliferación de datos y contenido que, al combinarse, generan valor a los usuarios. Por ejemplo, usuarios como jugadores en una plataforma de juegos de realidad virtual (VR), o bien, aquellos asistentes a museos vanguardistas ansiosos por conocer cómo era la edad jurásica hace 65 millones de años en nuestro planeta, ambos grupos consumidores del metaverso.
En este sentido, el metaverso abarca amplias categorías de tecnología (la informática, la conectividad, la inteligencia artificial, el aprendizaje automático, entre otros) que se unen para crear un valor nuevo y sin precedente. Un ingeniero aeroespacial conectado dirigiendo un brazo mecánico instalado a más de 400 kilómetros sobre el nivel del mar en la Estación Espacial Internacional o bien un médico operando desde New Hampshire a un paciente en Sri Lanka, todo a través de esta fusión de tecnologías. Los autos autónomos, los servicios de emergencia que respondan cuando un teléfono o reloj perteneciente a una persona lesionada envía automáticamente un SOS. Es difícil precisar dónde termina el metaverso, aún está floreciendo, y mientras más desarrollos se alcancen en la realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR), big data, inteligencia artificial y blockchain, nuestra comprensión y necesidad de aceptación irá ampliándose enormemente, es decir, la naturaleza del metaverso es un trabajo en progreso.
Aunque el metaverso parece un poco amorfo para la mayoría de nosotros, sus casos de uso son cada vez más fáciles de detectar y se multiplican rápidamente. Muchas empresas ya ven el metaverso como una oportunidad para conectarse con los consumidores de nuevas y disruptivas formas. Pero tanto para las empresas B2C (business to consumer) como para las B2B (business to business), realmente es una gran oportunidad de hacer negocios y sobre todo para reinventar sus modelos tradicionales existentes. Su impacto y los casos de uso para las diferentes industrias es interminable, y estos nuevos casos pueden conducir no sólo a formas más rápidas y fáciles de hacer las cosas, sino también a competencias y modelos comerciales completamente nuevos.
El metaverso se experimenta en dispositivos digitales (como computadoras portátiles, tabletas, teléfonos inteligentes y auriculares AR o VR), pero éstos son sólo los medios de entrada. El potencial inmersivo del metaverso se puede experimentar de infinidades maneras, el mundo físico se convierte en datos digitales y se recrea o representa digitalmente, ya sea como un reflejo de la realidad (mapas o imágenes digitales,) o como ficción o fantasía (cualquier videojuego).
Para las empresas, el poder del metaverso radica en los datos que componen estas representaciones virtuales. Estos datos pueden provenir de usuarios humanos y sus dispositivos digitales. Muchos de estos están integrados en Internet de las cosas (IoT) e incluyen cámaras, sensores, medidores, detectores y dispositivos médicos, entre muchos otros. Si bien el mundo físico y las posibilidades económicas conectadas a él están restringidos por las leyes de la física, el metaverso es un universo de mundos físicos y digitales que interactúan, y su potencial asociado es correspondientemente amplificado e infinito.
El metaverso está presente hoy en nuestra vida cotidiana. La conectividad siempre activa de sus sistemas hace que el metaverso esté disponible de forma persistente, lo que, a su vez, lo convierte en parte de la vida diaria de todos nosotros y por ende, de los negocios. Con un valor significativo en aumento, aunque a menudo desapercibido, ya es una economía en pleno funcionamiento.
El metaverso ahora está evolucionando rápidamente porque las tecnologías que convergen para habilitarlo están mejorando rápidamente. La ley de Moore continúa impulsando aumentos en el poder de cómputo. Las "leyes" comparables nombradas por George Gilder y Martin Cooper están impulsando aumentos en el ancho de banda y el espectro, respectivamente, desarrollando una conectividad mejor y más rápida y brindando representaciones de mayor fidelidad que imitan mejor la latencia del mundo real.
Como resultado de estas mejoras, el crecimiento en los mercados de metaverso de consumidores y empresas ha sido sólido. En su primera fase, el metaverso se centró en juego, y a los consumidores que buscaban experiencias más diversas pasaron de los juegos de jugar para jugar a la capacidad y posibilidad de jugar para ganar $. Las plataformas de juegos como Fortnite y Roblox atrajeron a cientos de millones de usuarios. Axie Infinity ahora cuenta con un flujo constante de usuarios que "trabajan" y se ganan la vida en el metaverso.
En su segunda fase, y a medida que se desarrollaban las distintas capas del metaverso, los usuarios las aplicaron a múltiples y variados aspectos del trabajo y vida, aunado al abaratamiento de los dispositivos de realidad aumentada y virtual, impulsaron una inmersión más profunda.
Y hoy, en la tercera fase, se sigue desarrollando un ecosistema más amplio gracias a conexiones más rápidas y en continua expansión. Se está viendo la monetización a través de ecosistemas criptográficos, incluido el nacimiento y el rápido crecimiento de las criptomonedas (tanto tokens de gobierno como tokens de utilidad) y sistemas económicos y activos virtuales (como finanzas descentralizadas y tokens no fungibles). Estos instrumentos, que aún se pueden poseer, comprar y vender, unen la realidad virtual y el mundo real y promueven el uso del metaverso para una variedad cada vez mayor de propósitos, como en el trabajo y cuidado de la salud.
El éxito de cualquier negocio, requerirá una sólida comprensión de la confluencia de la estrategia comercial, los activos digitales tradicionales y virtuales, y las nuevas herramientas de un entorno habilitado por la Web, y ahora es el momento de comenzar a obtener esa comprensión.
Si quisiéramos o pudiéramos definir sus límites hoy, es casi seguro que algún avance tecnológico futuro nos haría reevaluar.