Pedro Páramo es una de las novelas mexicanas con mayor trascendencia en la literatura del siglo pasado. Juan Rulfo, desde la brevedad, describe un universo mágico de almas en pena y muertos vivos en convivencia con una realidad aplastante: la soledad, el abandono del campo y la corrupción.
De ahí que se considere a Pedro Páramo como el relato profético del llamado realismo mágico, y por lo tanto, precursor del “boom latinoamericano” ya que de dicho género literario abreviaron Gabriel García Márquez y Julio Cortázar.
Su adaptación al cine ha tenido dos asaltos. Siempre ambiciosas, ambas fallidas. La primera, dirigida por Carlos Velo, en 1967; la siguiente, bajo la autoría de José Bolaños, en 1976, con guión de Bolaños y Juan Rulfo.
Hoy toca el turno a esta. la nueva versión de Pedro Páramo ( Rodrigo Prieto, 2024 ); la tercera, ¿es la vencida?
Impecable y extraordinaria, desde su visualización, Pedro Páramo presenta secuencias de sutil terror al construir atmósferas lúgubres e inquietantes a lo largo de dos horas de proyección. Además, al renunciar a un desarrollo lineal de la trama, propone dos narrativas paralelas cuyas conclusiones no dejarán lugar a dudas sobre aquello que provocó, en Comala, la decadencia y su sobrenatural mutación en el purgatorio.
Como ya lo sabemos, desde la educación secundaria y preparatoria, ésta es la historia de Juan Preciado ( Tenoch Huerta ) que ha llegado a Comala a buscar a su padre, un tal Pedro Páramo ( Manuel García Rulfo ); es así como comienza un viaje iniciático entre las ruinas del pueblo y sus fantasmagóricos habitantes quienes desafían, tal vez sin saberlo, al mundo real.
La principal línea argumental pertenece a Pedro Páramo. A través de lúcidos flashbacks podemos conocer su infancia, sus escarceos adolescentes bajo el agua con su primer y único amor: Susana San Juan ( Ilse Salas ) y su crecimiento en el poder, cacique de horca y cuchillo, capaz de disponer de las vidas y propiedades de aquellos que se cruzan en su camino.
Pedro Páramo no está libre de tropezones. Su tremenda apuesta, de ser fiel al texto rulfiano, lleva a esta producción a verse apresurada en su final y, por supuesto, demasiado literal respecto al desenlace presentado por el libro original.
El realismo mágico le pertenece por completo a la literatura. Muy difícilmente tendrá imágenes que logren reflejarlo en el cine. No es surrealismo, movimiento artístico visual, onírico e irracional.
Aún así, Pedro Páramo es, hablando desde una perspectiva técnica, la mejor adaptación que el cine ha realizado a partir de la célebre novela de Juan Rulfo. Ciñe su imaginario al texto original, es verdad, pero también logra zafarse de dicho convencionalismo para lograr escenas memorables.
¿Hay historias que no pueden adaptarse al cine? Después de ver Pedro Páramo ya no es posible estar tan seguros de ello. Los recursos cinematográficos aún están lejos de dejar de sorprendernos.
Y eso es una buena noticia.
QUE LEER ANTES O DESPUÉS DE LA FUNCIÓN.
Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez. Publicada en 1967, esta novela – quizás la más celebre de la segunda mitad del siglo pasado – aborda cien años en la vida de la familia Buendía y Macondo, el pueblo que José Arcadio fundó. Metáfora de la realidad latinoamericana, es un ejemplo clásico del género “realismo mágico”.