/ jueves 19 de septiembre de 2024

Fuera de Agenda / Una despedida para AMLO

En el medio militar los últimos días de cada sexenio son considerados el momento más vulnerable del Estado, cuando el poder del gobierno saliente disminuye y el del entrante no inicia aún. Es en ese momento en que se depende totalmente de las fuerzas armadas, pero ante un Ejército debilitado en lo operativo, con demasiadas tareas para las que no hay suficiente personal y el que hay está desgastado, y con un comandante supremo con intereses demasiado oscuros que busca heredar, la situación se torna muy delicada.

Un año antes de fallecer, Porfirio Muñoz Ledo dijo que López Obrador buscaba heredar al siguiente gobierno “su asociación con los delincuentes”. En una reunión de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copal), el exembajador y dirigente opositor advirtió que el “contubernio con el narco” del presidente de la república, no era heredable pues se sabe que las organizaciones del tráfico de drogas se “entienden” con quien llega.

Y ese parece ser el mensaje de despedida que las facciones de la organización criminal transnacional más importante del hemisferio le están enviando desde el lunes 9 de septiembre al gobierno entrante. El choque entre el clan Guzmán, los herederos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, contra el heredero de Ismael “el Mayo” Zambada, era algo que desde el pasado 25 de julio estaba latente en Sinaloa y estados vecinos. La captura-secuestro de Zambada en aquella fecha, aceleró la fractura que se veía venir desde hace cinco años, cuando las huestes de ambos clanes libraron una mini-guerra en la capital sinaloense por el control de algunas zonas periféricas, consideradas clave para la salida e ingreso de rutas de tráfico y producción de droga desde la sierra.

Las guerras del narco se ganan con mucho dinero, con información de inteligencia y con la venía de los políticos en turno antes de que asomen los fusiles de asalto, las caravanas de vehículos blindados con hombres armados algunos de ellos con preparación paramilitar. De distintas formas es lo que un antiguo conocido del grupo de Dámaso López Núñez, compadre y mano derecha del Chapo detenido en 2017 y extraditado al año siguiente a los Estados Unidos, ha dicho en su canal de YouTube (Ocran Leaks) en los últimos meses. Este individuo que aparece a cuadro con el rostro cubierto desde “algún lugar” del otro lado de la frontera, es prolífico por la información que tiene, mucha de ella con elementos fidedignos que adelantaron lo que hoy ocurre en Culiacán y alrededores.

El pasado martes 17 de septiembre el general Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, dijo en la conferencia “mañanera” que desde el episodio donde apareció detenido en territorio estadounidense el Mayo Zambada, se incrementaron las tareas de inteligencia y se reforzó la presencia militar en Sinaloa. Durante cinco semanas no detectaron ninguna actividad extraña, pero a la sexta es decir a principios de septiembre a un mes que concluya el sexenio, empezaron a tener datos de que algo ocurriría.

Los enfrentamientos de las últimas dos semanas tienen eco en facciones de grupos afines a ambos clanes en Chihuahua, Sonora y Baja California Norte. La

despedida a AMLO que le dan desde el norte del país actualiza lo que Muñoz Ledo le advirtió.

@velediaz424

En el medio militar los últimos días de cada sexenio son considerados el momento más vulnerable del Estado, cuando el poder del gobierno saliente disminuye y el del entrante no inicia aún. Es en ese momento en que se depende totalmente de las fuerzas armadas, pero ante un Ejército debilitado en lo operativo, con demasiadas tareas para las que no hay suficiente personal y el que hay está desgastado, y con un comandante supremo con intereses demasiado oscuros que busca heredar, la situación se torna muy delicada.

Un año antes de fallecer, Porfirio Muñoz Ledo dijo que López Obrador buscaba heredar al siguiente gobierno “su asociación con los delincuentes”. En una reunión de la Comisión Permanente de Partidos Políticos de América Latina y el Caribe (Copal), el exembajador y dirigente opositor advirtió que el “contubernio con el narco” del presidente de la república, no era heredable pues se sabe que las organizaciones del tráfico de drogas se “entienden” con quien llega.

Y ese parece ser el mensaje de despedida que las facciones de la organización criminal transnacional más importante del hemisferio le están enviando desde el lunes 9 de septiembre al gobierno entrante. El choque entre el clan Guzmán, los herederos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, contra el heredero de Ismael “el Mayo” Zambada, era algo que desde el pasado 25 de julio estaba latente en Sinaloa y estados vecinos. La captura-secuestro de Zambada en aquella fecha, aceleró la fractura que se veía venir desde hace cinco años, cuando las huestes de ambos clanes libraron una mini-guerra en la capital sinaloense por el control de algunas zonas periféricas, consideradas clave para la salida e ingreso de rutas de tráfico y producción de droga desde la sierra.

Las guerras del narco se ganan con mucho dinero, con información de inteligencia y con la venía de los políticos en turno antes de que asomen los fusiles de asalto, las caravanas de vehículos blindados con hombres armados algunos de ellos con preparación paramilitar. De distintas formas es lo que un antiguo conocido del grupo de Dámaso López Núñez, compadre y mano derecha del Chapo detenido en 2017 y extraditado al año siguiente a los Estados Unidos, ha dicho en su canal de YouTube (Ocran Leaks) en los últimos meses. Este individuo que aparece a cuadro con el rostro cubierto desde “algún lugar” del otro lado de la frontera, es prolífico por la información que tiene, mucha de ella con elementos fidedignos que adelantaron lo que hoy ocurre en Culiacán y alrededores.

El pasado martes 17 de septiembre el general Luis Crescencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, dijo en la conferencia “mañanera” que desde el episodio donde apareció detenido en territorio estadounidense el Mayo Zambada, se incrementaron las tareas de inteligencia y se reforzó la presencia militar en Sinaloa. Durante cinco semanas no detectaron ninguna actividad extraña, pero a la sexta es decir a principios de septiembre a un mes que concluya el sexenio, empezaron a tener datos de que algo ocurriría.

Los enfrentamientos de las últimas dos semanas tienen eco en facciones de grupos afines a ambos clanes en Chihuahua, Sonora y Baja California Norte. La

despedida a AMLO que le dan desde el norte del país actualiza lo que Muñoz Ledo le advirtió.

@velediaz424