Una precuela que reinventa de una manera espectacular a una de las villanas más famosas de Disney.
Cruella dirigida por Craig Gillespie (Yo, Tonya) es una cinta que nos narra los orígenes de la mítica villana de 101 dálmatas, y lo hace de una manera interesante al persentarnos una historia muy distinta de lo que conocemos de la villana. El hilo conductor de la historia es la voz de la misma Cruella interpretada por Emma Stone quien poco a poco nos lleva a la época de su infancia para conocer las tragedias que vive, al punto que llegamos a empatizar con un personaje que al final del día sabemos que será un personaje malvado.
Al inicio conocemos a Cruella como Estella, una joven que siempre se ha sentido diferente y que cuenta con una peculiaridad de nacimiento, la mitad de su cabello es blanco y la otra mitad negro. La pequeña Estella se queda huérfana al llegar a Londres, ahí conoce a un par de niños ladrones con los que comienza a robar para ganarse la vida, mientras sueña con convertirse en una gran diseñadora de modas. Al pasar los años nos ubicamos en Londres de los setenta, destacamos el trabajo de diseño en vestuarios y ambientación que nos transportan a la época.
En este momento la cinta se convierte en algo parecido a El diablo viste a la moda ya que se nos presenta al personaje de la Baronesa Von Hellman, una villana interpretada por Emma Thompson, que hace de un ícono de la moda con un ego descomunal que no trata nada bien a sus empleadas y se aprovecha del talento de ellas. Mientras avanza la historia Estella sufre algunos cambios en su personalidad y se convierta en la vanguardista y talentosa Cruella, una mujer con sed de venganza.
La precuela aunque se aleja mucho de su historia original nos deja varios momentos de conexión con 101 dálmatas, dejándonos ver el origen del odio o resentimiento que Cruella tiene hacia esta raza canina. Si hablamos de la interpretación de Emma Stone creo que el personaje le queda como anillo al dedo, Stone nos presenta una buena evolución de su personaje desde lo más tierno al principio hasta llegar a los límites de la locura, rasgos que hacen recordarnos a la esencia de la villana de Disney.
Al hablar de una película sobre el mundo de la moda tenemos varias escenas que dejan ver los grandes diseños de vestuario que marcan el estilo de la protagonista y que se dividen entre los dos mundos, el de Estella y el de Cruella, es aquí donde se destaca el trabajo de diseño de producción, maquillaje y peinado. La cinta dura más de dos horas, pero tiene un buen ritmo, ya que el interés en la histroria nunca se pierde, además cuenta con un soundtrack con canciones que fueron exitosas y que ayuda a mantener el ritmo de la película y a cantar un poco mientras disfrutas de las locuras de Cruella.
En conclusión, estamos frente a la reinvención de una gran villana y ante una cinta un poco oscura para ser de Disney, que nos hace visualizar que una historia puede tener varias caras, y que no siempre el origen del mal es como nos lo contaron. Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia y los espero en la próxima edición.