/ sábado 12 de junio de 2021

La crítica | Un lugar en Silencio 2

Una excelente continuación con más monstruos y sustos dignos de una cinta de terror.

Después de varios cambios en su fecha de estreno por la contingencia llega a las salas de cine en México, Un lugar en Silencio 2 una película bajo la dirección de John Krasinski que oscila entre el terror y el suspenso de una manera magistral, y en esta ocasión logra mantener los elementos que nos gustaron de la primera parte con una introducción que nos pone en contexto de lo que ha pasado, por si no viste la cinta anterior.

La historia se retoma en donde nos quedamos, en un mundo postapocalíptico dominado por monstruos de otro planeta que obliga a los humanos a vivir en total silencio, porque al mínimo ruido te atrapan y descuartizan en un segundo. En la continuación de esta historia tenemos a una familia que trata de sobrevivir después de sufrir algunas bajas en la primera parte, ahora se suma la llegada de un bebé que difícilmente puede estar en silencio, poniendo en peligro una vez más a los sobrevivientes.

En los últimos años los estudios de Hollywood buscan que las secuelas sean el doble de intensas, con más sustos y mejorando sus recursos, en el caso de Un lugar en Silencio 2 tenemos un gran trabajo de diseño de producción al presentarnos criaturas más espeluznantes que te harán brincar de la butaca cada vez que aparezcan, a la vez que te harán conectar con la historia al querer callar a quien haga el mínimo ruido en la película para que estos monstruos no los ataquen. Aquí un reconocimiento al equipo de diseño sonoro que nos maneja los momentos exactos para que vibres al ritmo de la historia sin abusar de los clichés del cine de terror. En la producción tenemos dos líneas de trabajo sonoro, uno con sonidos muy detallados con los personajes que tratan de permanecer en silencio y por el otro lado los silencios que tienen su propia personalidad con el personaje de Regan Abbott (Millicent Simmonds) que tiene discapacidad auditiva, que al igual que en la primera parte sorprende con su actuación llevando un gran peso en la trama.

Al estar viendo la cinta fue inevitable pensar en Alien: el octavo pasajero (1979), se que en este punto algunos dirán que es un sacrilegio comparar las dos producciones, pero al decir que fue inevitable pensar en ella se debe a dos motivos, primero por las criaturas que te infunden miedo y te mantienen pendiente de cada uno de sus pasos, y en segundo por el personaje de la madre protectora de la familia, Evelyn Abbott interpretado por Emily Blunt que en todo momento lucha contra los monstruos y se arriesga al punto de matar o morir como en su momento lo hizo Ripley (Sigourney Weaver).

En conclusión estamos frente a una cinta que refresca al cine de terror y suspenso tal y como lo hizo su antecesora en 2018, doble de sustos, mejores criaturas pero con un pequeño bajón en el ritmo pero con un final que te hará querer más de la historia, se los digo en serio porque cuando acaba la proyección te das cuenta que el tiempo pasó volando.

Hasta aquí nuestra aventura cinematográfica en “La Crítica” soy Flavio Valencia, los espero en la próxima edición.