/ miércoles 15 de abril de 2020

Tiempos y Realidades | Enseñar en el contexto de la pandemia


La pandemia por Covid-19 nos ha llevado a tomar medidas inéditas en muchos sentidos, la mayor de ellas es la permanencia en nuestras casas.

Permanecer en casa nos obliga a realizar vía remota muchas de nuestras actividades, una es proseguir con las clases vía retoma en todos los niveles. Esta medida nos ha puesto frente a una realidad contra la cual no estamos preparados, pues si bien usamos cotidianamente Internet pocos estamos familiarizados no sólo con impartir y tomar clases vía remota.

La infraestructura para clases vía remota existe. Algunas aplicaciones como zoom, modle, teams, classroom permiten a las y los docentes seguir con sus clases. El problema que se presenta no es por la falta de herramientas para el trabajo a distancia, lo problemática es que muchos de nosotros desconocemos el funcionamiento de estas plataformas; lo anterior nos conduce a un problema que no habíamos enfrentado antes ¿cómo diseñar una clase para un grupo de estudiantes que van a permanecer horas frente a una pantalla?

El diseño de una clase en línea dista mucho de aquel que utilizamos en aula por varias razones: primero porque el o la docente no están frente a un grupo de estudiantes, ni los estudiantes pueden verse entre ellos para comentar, rebatir o apoyar lo que uno u otro está diciendo. Segundo, la o el docente no puede dirigirse directamente a un estudiante o grupo de estudiantes para comentar un aspecto específico del tema tratado, tampoco se les facilita a las y los estudiantes preguntar directamente a las o los docentes porque no se puede ver que “alguien levante la mano”. Tercero, es cansado tanto para los/as docentes como para las/as estudiantes permanecer horas sentado frente a una pantalla oyendo hablar a su maestro o maestra. Otro problema que ya se sale del ámbito educativo es el acceso a Internet, porque si bien Hermosillo la conectividad a Internet es amplia el acceso a la misma no lo es, al menos no para los estudiantes, sobre todo foráneos, que tienen que pagar su acceso a Internet, ya que los espacios educativos en los cuales tienen el acceso gratuito están cerrados.

La pandemia nos ha puesto frente a una realidad para la que no estábamos preparados en muchos sentidos, uno de ellos es el trabajo a distancia en el sector educativo. Esperemos que de estos momentos de crisis aprendamos que es necesarios adoptar estrategias preventivas, en todos los ámbitos, para enfrentar casos como el de la actual pandemia.


La pandemia por Covid-19 nos ha llevado a tomar medidas inéditas en muchos sentidos, la mayor de ellas es la permanencia en nuestras casas.

Permanecer en casa nos obliga a realizar vía remota muchas de nuestras actividades, una es proseguir con las clases vía retoma en todos los niveles. Esta medida nos ha puesto frente a una realidad contra la cual no estamos preparados, pues si bien usamos cotidianamente Internet pocos estamos familiarizados no sólo con impartir y tomar clases vía remota.

La infraestructura para clases vía remota existe. Algunas aplicaciones como zoom, modle, teams, classroom permiten a las y los docentes seguir con sus clases. El problema que se presenta no es por la falta de herramientas para el trabajo a distancia, lo problemática es que muchos de nosotros desconocemos el funcionamiento de estas plataformas; lo anterior nos conduce a un problema que no habíamos enfrentado antes ¿cómo diseñar una clase para un grupo de estudiantes que van a permanecer horas frente a una pantalla?

El diseño de una clase en línea dista mucho de aquel que utilizamos en aula por varias razones: primero porque el o la docente no están frente a un grupo de estudiantes, ni los estudiantes pueden verse entre ellos para comentar, rebatir o apoyar lo que uno u otro está diciendo. Segundo, la o el docente no puede dirigirse directamente a un estudiante o grupo de estudiantes para comentar un aspecto específico del tema tratado, tampoco se les facilita a las y los estudiantes preguntar directamente a las o los docentes porque no se puede ver que “alguien levante la mano”. Tercero, es cansado tanto para los/as docentes como para las/as estudiantes permanecer horas sentado frente a una pantalla oyendo hablar a su maestro o maestra. Otro problema que ya se sale del ámbito educativo es el acceso a Internet, porque si bien Hermosillo la conectividad a Internet es amplia el acceso a la misma no lo es, al menos no para los estudiantes, sobre todo foráneos, que tienen que pagar su acceso a Internet, ya que los espacios educativos en los cuales tienen el acceso gratuito están cerrados.

La pandemia nos ha puesto frente a una realidad para la que no estábamos preparados en muchos sentidos, uno de ellos es el trabajo a distancia en el sector educativo. Esperemos que de estos momentos de crisis aprendamos que es necesarios adoptar estrategias preventivas, en todos los ámbitos, para enfrentar casos como el de la actual pandemia.