Las personas tenemos diferentes formas de actuar ante situaciones de peligro, algunas de estas maneras se llevan a cabo de manera consciente por ejemplo no acercar la mano al fuego, resguardarse de la lluvia o del calor, protegerse del frío.
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Hay otras conductas preventivas que nuestro organismo realiza de manera automática, por decirlo de alguna forma como la sudoración que ayuda al cuerpo a mantener una temperatura equilibrada durante la exposición al calor extremo. Sin embargo, hay otros mecanismos de defensa que solemos poner en acciones en situaciones específicas sin que seamos conscientes de los mismos. Hay varios mecanismos de defensa pero quizá el más usado en situaciones de riesgo inminente sea el de la negación.
¿Qué es la negación? En esencia es ignorar situaciones que implican peligro en aras de permanecer en la continuar en la misma situación en las que se estaba previamente.
La pandemia de Covid ha dado lugar a que las personas implementemos, consciente o inconscientemente, mecanismos de defensa ante un acontecimiento que representa peligro. En la actual situación el uso a la negación es recurrente, no precisamente porque las personas seamos conscientes de su utilización, sino porque nos provee de una seguridad ante una situación sumamente peligrosa.
¿Qué implica una actitud de negación?, un ejemplo visible son las personas que salen de sus casas voluntariamente sin ninguna protección. ¿Qué se gana con esta actitud?, básicamente la ganancia es tranquilidad, si uno niega el peligro de la pandemia a la vez niega que esté expuesto a una situación de contagio y, por consiguiente puede continuar con su rutina como si nada hubiera cambiado.
Ciertamente en estos momentos la negación, más que ser un mecanismo de defensa, es un arma de dos filos puesto que exponerse voluntariamente al contagio por Covid pone en riesgo no solamente la salud de la persona expuesta, sino también la de las personas que la rodean. Sin embargo, la negación, al ser un mecanismo de defensa inconsciente, es difícil de combatir por no decir que imposible, salvo que las personas cobremos conciencia de que negar la situación de peligro a las que nos exponemos, no es la forma de lidiar con la pandemia.