Obligado a compartir el tema en una de las fechas más importantes para los mexicanos, el 10 de mayo, Día de las Madres; recordamos que la temática de esta celebración ya la hemos abordado antes con las reflexiones que algunos lectores en Guadalajara o Nogales recordarán, que titulamos en publicaciones como: mamás de mascotas, parejas Dinky, madres modernas, madres del siglo XXI, etc.
En esta ocasión, compartiremos esta temática en el marco de los cambios tan grandes que enfrenta la sociedad contemporánea y que alteran el concepto de la maternidad.
Estas transiciones, cambios o transformaciones, son fundamentalmente las transiciones demográfica, epidemiológica y socioeconómica.
La más significativa, es la demográfica porque afecta directamente a las otras. Esta consiste en la disminución de la población infantil y en el mayor y más acelerado envejecimiento de la población.
La población infantil disminuye porque las madres modernas ya no quieren tener más hijos. Trabajan más, obtienen más ingresos y no se permiten nueve meses de embarazo y luego criar bebés. Ya casadas forman parejas Dinky: Double Income No Kids Yet.
Aparte ahora la gente vive más años, somos más longevos en virtud de nuestros adelantos científicos y tecnológicos en materia de salud y medicamentos.
Lo comprobamos con los resultados de la pandemia del Covid, que de no haber sido por las vacunas, medicinas y equipo médico se hubieran muerto millones de personas más.
La gente ya no muere por pandemias o por enfermedades crónico degenerativas como hipertensión o diabetes; en consecuencia, ahora tenemos que sostener en un creciente segmento poblacional de viejos quienes justamente exigen pensiones y condiciones económicas para una vida más duradera.
Esto ocasiona una gran presión sobre la economía y la sociedad en general, que deben transformarse cuando todo el pueblo, cada vez con más dificultad, tiene que sostener a millones de adultos mayores.
De esta manera nos volvemos víctimas de nuestros propios adelantos científicos de la medicina.
En consecuencia, la tradicional pirámide demográfica se invierte y se hace más amplia en la cima, pero se adelgaza en la base representada por la población de niños y jóvenes. O sea que en el futuro habrá mas viejos que jóvenes y niños.
Por este entorno de crisis socioeconómicas, las parejas y mujeres jóvenes ya no quieren, o por limitaciones económicas ya no pueden tener hijos; y, la población moderna ya no desea tener más hijos.
Entonces la reflexión de este Día de las Madres se orienta hacia pertinentes consideraciones de la transición demográfica, que nos pronostica un mundo futuro de más viejos, menos madres y menos niños.
Esto será una realidad porque hoy la mujer ocupa un lugar mucho más importante fuera del hogar, y ya está logrando todo el éxito profesional, político, familiar y social que se merece, sin tener que cumplir con la antigua obligación de estar teniendo hijos cada año como antes.
Ahora ya se ve muy claro cómo las mujeres están estudiando más que los varones, la matrícula de las universidades es femenina en más de la mitad, en casi en todas las carreras.
Asimismo en las oficinas públicas o privadas, atestiguamos la presencia de más mujeres cada día, de tal manera que aquel sueño u objetivo de ser madres lo posponen.
Sin embargo, al estar posponiendo la maternidad se corre el riesgo de que continúe la tendencia de menos hijos y por lo tanto menos madres del futuro.
En fin, por lo pronto felicitamos a todas nuestras benditas, queridas y venerables mamás en su muy merecido festejo del Día de las Madres. ¡¡¡Felicidades a todas!!!