Un lector nos comentaba vía email que, en una publicación argumentábamos que la frontera entre México y los Estados Unidos de América, era la más importante y extraordinaria del mundo entre dos países vecinos, en virtud de su inmensa riqueza comercial de la región transfronteriza, y de miles de valiosas personas que en ambos sentidos la cruzan diariamente; pero que, por el contrario, recientemente nosotros afirmamos que era un verdadero infierno donde se padecen miles de asesinatos, robos, tragedias, delitos y muertos todos los días.
Entonces tenemos que precisar que, en efecto, nuestra frontera MEX-USA, la más asombrosa y portentosa del mundo, también reviste simultáneamente muchas amenazas, debilidades, oportunidades y fortalezas; parafraseando a la inversa, el útil análisis de Fodas. A la sazón, intentaremos compartir nuestro examen, mencionando solo a las más significativas:
Como amenaza futura destacamos la escasez de agua, debido al cambio climático que ha disminuido las lluvias y nevadas en las Montañas Rocallosas, con las consecuentes sequías presentes y futuras de los ríos Grande y Colorado, que son el elemento vital de las cuencas fronterizas, en ambas naciones.
El calentamiento global es otra amenaza por la desertificación no sólo de la frontera, sino que también del resto de ambos países, y regiones antes boscosas como las sierras de California y las sierras de los estados fronterizos mexicanos.
Otra amenaza es la pronosticada recesión mundial que impactaría a los Estados Unidos, a México y por consecuencia a las fronteras de ambas naciones; además, el continuar con los malos gobiernos nacionales, estatales y locales, que, por igual, se han sufrido en ambos lados, sería otra seria amenaza.
La peor debilidad que enfrentamos es el narcotráfico fronterizo, el contrabando, la corrupción y el tráfico ilegal de personas, a consecuencia de la ausencia plena del estado de derecho en el lado mexicano, reflejada en los múltiples asesinatos impunes.
Por ejemplo, según la Agencia Reforma, el índice de asesinatos impunes por cada 100 mil habitantes en Ciudad Juárez es de 138, mientras que en El Paso es de 5. Con el mismo indicador tenemos que en Tijuana por cada 100 mil habitantes asesinan impunemente a 110 personas, pero en San Diego a 4.
Debido también a la ausencia del Estado de Derecho, se agrava la crisis humanitaria de las migraciones ocasionando otra seria debilidad por problemas multiétnicos.
En la frontera hay que atender a gente de Bangladesh, Rumania, Pakistán, Etiopía, Sudán. Ahorita, a nuestra frontera viene gente de 144 países manifestados.
Estos cambios demográficos complican nuestra atención a los migrantes ya que, si antes se trataba de centroamericanos y mexicanos, hoy se trata de gente de todo el mundo.
Según la migra, los mexicanos capturados aún son el 80% por Yuma, pero por Nogales-Tucson son la mitad de los que se detectan, contra el 95% de los que se encontraban hace 22 años.
Sin embargo, el problema-debilidad ahora es qué hacer con los europeos o los asiáticos que también vienen por México.
La oportunidad transfronteriza más grande que tenemos es aprovechar la globalización mediante la consolidación del Tratado de Libre Comercio, y su ampliación hacia el flujo de los recursos y factores de la producción, como los recursos humanos.
Esta y otras oportunidades, se magnifican si se amplía e instrumenta en todos los ámbitos de la frontera la aplicación de las leyes e instrumentación del Estado de Derecho.
La mayor fortaleza fronteriza que tenemos es la propia gente de ambos Nogales, los arizonenses, sonorenses, mexicanos y estadounidenses. También las universidades y los empresarios con visión económica.