Actualmente la gastronomía mexicana está en su punto de ebullición logrando cautivar a los paladares más exigentes de críticos y expertos quienes confirman que nuestra cocina es única.
Por eso los restaurantes mexicanos se han colocado en las listas más prestigiadas, tal es el caso, de La Liste, un ranking que reconoce a los mejores 1000 restaurantes del mundo y que en esta ocasión Dulce Patria, de la chef Martha Ortiz, obtuvo las mejores puntuaciones.
En entrevista con El Sol de México, la apasionada de la cocina nos platicó cómo fueron sus inicios en el mundo culinario y sus próximos proyectos para el feudo.
“Me siento muy honrada, motivada y al mismo tiempo responsable de seguir haciendo un trabajo profundo, elegante, femenino y representativo de la gastronomía mexicana”, dijo Ortiz.
Martha ha dedicado su vida profesional a promover la cultura gastronómica nacional a través de trabajos editoriales, asesoría y conceptos de restaurantes, todo ello con el máximo respeto a la tradición histórica y con la pasión, que resume con la frase “amor a lo propio”.
“Mi gusto por la gastronomía inicia con mi vocación y aprendizaje de la cultura mexicana, creo que parte de una expresión sociológica y cultural; me gusta desde niña y tengo 20 años trabajando en este maravilloso oficio”.
La experta creó el restaurante Dulce Patria, ubicado en el corazón de Polanco donde recrea la fantasía culinaria, la cocina popular y el encanto de las tradiciones urbanas de la gran metrópoli.
Bajo su acertada dirección, este lugar se ha convertido en uno de los favoritos de la ciudad y también fue incluido en la lista de Acqua Panna y St. Pellegrino “Latin America's 50 Best Restaurants 2015”.
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“Dulce Patria abrió sus puertas en el 2008 y decidí llamarlo así porque creo que la patria puede ser dulce y debe abrazar de manera inclusiva todas las manifestaciones a través de los sabores de México”, explicó la experta sobre la historia del restaurante.
El feudo ostenta con orgullo la herencia de las costumbres mexicanas, con su carácter culinario que es tan festivo y colorido. Posee un salón comedor con capacidad para que 90 comensales degusten de los deliciosos cebiches, tostadas, guisados coloridos, gaseosas, aguas frescas, gelatinas decorativas, panes con especias, y demás platillos que son servidos en una mezcla especial de porcelana y peltre azul.
“El restaurante es México, femenino, contiene una narrativa, imaginación y fantasía que alimentan los sabores que son puestos al día. Me gusta nutrirme de libros, exposiciones, estados de ánimo, que van alimentando mi imaginación, que en mi pensar tiene una traducción poética que se inyecta en los platillos logrando convertirse en algo únicos e irrepetibles”, explicó Ortiz referente al significado y esencia del lugar.
La chef ha ganado un sólido prestigio como experta en la gestión de negocios de alimentos y bebidas con carácter mexicano, y ha quedado de manifiesto su capacidad para forjar historias-guiones gastronómicos en sus platillos, que son puestas en escenas vívidas y sensuales.
“La cocina mexicana tiene raíces muy profundas, tradiciones e historia y creo que es parte de un reconocimiento del mundo hacia la cultura mexicana. México está tomando posiciones muy importantes, lo cual me llena de orgullo”, mencionó.
Añadió que la esencia de nuestra cocina tiene que ver con los ingredientes, preparaciones y sabores que la hacen especial. “México le ha regalado al mundo joyas, que son parte de la filigrana de grandes platillos y manjares, somos un epicentro gastronómico”.
“Hay una enorme colección de platillos de las cuales debemos de sentirnos muy orgullosos, una tortilla que es el disco solar y su sabor profundo a maíz me parece espectacular, también tenemos el fluido vital que son los moles y adobos, para terminar con nuestra maravilla de la dulcería mexicana”, explicó la chef.
Nos confesó que lo que más le gusta cocinar es el mole negro por su sabor y aroma ahumado, también que entre sus proyectos se encuentra profundizar en Dulce Patria “espero que la vida me alcance para pode hacer mucho de lo que deseo, desde un teatro gastronómico, hasta pequeños libros que sean historietas pero irlas cocinando”.
Concluyó en que ella cree que la nuestra cocina ha tenido una buena evolución “la cocina mexicana tradicional ha evolucionado correctamente, tengo grandes colegas que la representan de manera distinta, pero todas hechas con maestría”.
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