Sonora está de moda, así lo presumen representantes del sector turístico en la región, y con mucha razón, pues con la llegada de la pandemia el turismo interno ha crecido de forma significativa en México, dando nuevas oportunidades a destinos que antes habían pasado desapercibidos para el viajero común.
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Lugares como Puerto Peñasco, San Carlos y el Pinacate, que ya eran puntos turísticos, han aumentado su popularidad recientemente, pero también han traído nuevas oportunidades para algunos atractivos menos conocidos en la entidad y han recibido ese impulso adicional para posicionarse entre los grandes.
En El Sol de Hermosillo te decimos cuáles son algunos de estos lugares escondidos que pronto podrían estar en todas las redes sociales.
Yécora
Durante la pandemia el turismo en espacios abiertos ha sido uno de los más promovidos, y cuando de espacios abiertos se trata Yécora es una de las experiencias que en Sonora tienen que verse para creerse.
Su nombre, proveniente del idioma pima significa “lugar rodeado de montañas”, y le hace justicia. Los paisajes naturales de Yécora son parte de la Sierra Madre Occidental de México, con riscos escarpados y vegetación boscosa de pinos, encinos y cipreses; es un bosque templado que contrasta con la imagen desértica y calurosa que existe del estado de Sonora.
En la época más fría, que se presenta en los primeros meses del año, es común ver nevadas en este pequeño pueblo, dándole a Yécora “el aire” de situarse mucho más lejos de Hermosillo, pero realmente está a tan solo 266 kilómetros en automóvil.
Si las vistas y la naturaleza son lo tuyo, este municipio es una opción imperdible y relativamente poco conocida fuera del estado; incluso se puede alquilar una cabaña para vivir la experiencia completa.
Playas de Caborca
Cuando se piensa en las playas sonorenses, lo más común es referirse a las más populares, como Bahía de Kino, Puerto Peñasco y San Carlos, pero con más de mil 200 kilómetros de litoral el estado de Sonora tiene mucho más que ofrecer y Caborca es un gran ejemplo.
Tres pequeñas comunidades costeras figuran entre los destinos turísticos en desarrollo de Caborca: Puerto Lobos, Puerto Libertad y Desemboque. De éstos, sólo el último es considerado tradicionalmente turístico , y aún así no es tan frecuentado como otros sitios a pesar de tener unas playas que no piden nada a otros puntos del estado, a los que superan ampliamente en tranquilidad.
Los paisajes que se forman con el encuentro del desierto con el mar son otro de los grandes atractivos de la zona, como es el caso de los Paredones de Puerto Lobos, formaciones de rocas que rodean a la playa y le dan un inusual aspecto, además de una sombra que en un buen día puede proteger del sol mientras disfrutas la vista.
Todos estas playas se encuentran a unas horas en auto de la ciudad capital de Hermosillo, a poco más de 94 kilómetros al este de la cabecera municipal de Caborca.
La Cruz del Diablo
A 10 kilómetros del pintoresco Huásabas, hay un lugar conocido como la Cruz del Diablo, el cual es de los mejores destinos para quienes viajan en búsqueda de aventuras. Se trata de un profundo cañón que se interna en la sierra, un terreno escarpado donde se pueden practicar actividades como el senderismo, escalada, y acampada.
Después de un buen día de caminata, una parada en el mirador turístico otorga una inigualable vista de la región, rodeada de naturaleza y con un clima agradable durante el día gracias al microclima formado por los muros de roca que protegen el fondo del cañón.
Este se ha convertido en uno de los destinos predilectos para quienes buscan hacer un turismo con más energía, con el cercano pueblo de Huásabas dando un lugar donde tomar un respiro, con una población famosamente hospitalaria y arraigada en las costumbres de la sierra sonorense.
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La Cruz del Diablo se encuentra a unos 10 kilómetros de Huásabas, a 227 kilómetros hacia el noreste de Hermosillo tomando la carretera México 14.
