A 36 años de su fundación, el grupo Antares Danza Contemporánea celebrará su historia con presentaciones el próximo mes de agosto en el Palacio de Bellas Artes y en la Sala Miguel Covarrubias de Ciudad de México.
La compañía independiente de danza, con sede en Hermosillo, se mantiene a la fecha como una de las propuestas artísticas más importantes que haya dado Sonora en toda su historia.
“Quienes integramos Antares éramos un grupo de artistas que nos interesaba, sobre todo, bailar”, señaló su director Miguel Mancillas en un video compartido en sus redes sociales.
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“Antares ha sabido mantener el espíritu de que la danza es lo primero, lo volvimos una profesión. En aquel entonces, hace 36 años no era como hoy en día, el panorama ha cambiado muchísimo. Sin embargo, la identidad del grupo se sostiene, es decir, Antares es las personas que bailan en él”.
Como sus integrantes lo reconocieran tiempo atrás, Antares Danza Contemporánea trabaja constantemente para expresar las pasiones y la animalidad del alma humana, con una preparación física al servicio de una expresividad intensa.
“Nos gusta investigar con el cuerpo, nos gusta buscar las partes oscuras y luminosas del ser humano. Es importante que el cuerpo se transforme en el escenario, y que adquiera riesgos y que sepa jugar con esta cuestión de la emoción y lo físico”, reiteró Mancillas.
A propósito de sus próximas presentaciones, el bailarín y coreógrafo al frente del grupo reflexionó sobre los comienzos de la compañía, destacando que las actuaciones en Bellas Artes y otros foros importantes del país están cargadas de significados, pero lo importante es que se va siempre como un equipo.
“Un grupo artístico se fortalece por las identidades que lo conforman. Es algo que estamos recordando constantemente al interior”.
Al correr de los años, Antares Danza Contemporánea ha adquirido reconocimiento nacional e internacional, recolectando numerosos reconocimientos en el camino y presentándose en distintas partes del mundo en Europa, Asia, Canadá, Estados Unidos y América del sur.
Sin embargo, el quehacer artístico y la configuración al interior de cada uno de sus integrantes y del público es lo que prevalece.
“Bellas Artes, la Sala Miguel Covarrubias… son muy significativas para un grupo, pero presentarnos en las calles, irnos a las comunidades también tiene una gran repercusión para el interior del grupo. Es algo que se ha sostenido en los 36 años, reconocer que la danza no solo es el escenario, es todas las actividades que hay detrás de promoción, de difusión, de formación”,
En ese sentido, la compañía ha sido fundamental para seguir formando a bailarines y coreógrafos en la entidad, gracias al proyecto académico Núcleo Antares, cuyos integrantes han formado parte del grupo.
“Habla de un círculo de acción que nos ha resultado muy enriquecedor y muy significativo, porque habla de una identidad y de compartir el amor por lo que hacemos”.
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Miguel Mancillas afirmó que la idea es continuar en la medida de que el arte siga siendo verdadero y siga siendo un elemento de transformación hacia el interior.
“Hay un trabajo enorme detrás de cualquier actividad artística, no significa cansancio, es un esfuerzo, pero significa la posibilidad de llegar más lejos y de acercarnos más, de tocarnos emocionalmente y animarnos a entendernos en esta gran diversidad que es el ser humano a través de las visiones que el arte propone”.
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