Antonio Huerta es un cineasta hermosillense que se abre paso entre los creadores de cine indie en Barcelona, donde ya espera los últimos detalles para la premier de su cortometraje “Caviar” y posteriormente estará participando en festivales especializados en el viejo continente y eso lo tiene muy motivado a seguir escribiendo y dirigiendo en el futuro.
De joven le gustaba mucho la fotografía y la poesía, tocaba en una banda de ska y estaba muy cercano a la escena del rap en Hermosillo, pero fue el cine el que lo acabó atrapando y fue ahí, cuando descubrió esa vocación y que no se separaría de ella nunca más, es por eso que decidió dejar la carrera de comunicación, para iniciar con su formación cinematográfica, aunque aún dentro de la escuela aquí en tierras sonorenses empezó a involucrarse con todo el mundo de la producción audiovisual y donde conoció a un músico de Agua Prieta con las mismas inquietudes que él.
“Entro a comunicación y llevo creación de vídeo e hicimos una pequeña productora de sketches y cine indie que se llamaban ‘Ni al caso punto com”, yo no era el dueño, pero si fui de los creadores, escribíamos guiones entre todos, actuamos todos, dirigíamos escenas todos, pero él es el que le movía la cámara y él era el dueño de la página, en ese momento hubo un festival de Cinépolis de la UVM yo entré con un cortometraje, se llamaba, “No lo llames drama”, me gané cuatro premios y con eso con eso me di cuenta que ya no quería estudiar comunicación que lo que quería realmente era escribir y dirigir o actuar, estar en toda la creación, pero que fuera más de cine”, relató Antonio.
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Primera etapa en Barcelona
Su padre lo apoyó en todo momento para que pudiera continuar con sus estudios y sus sueños y fue así como eligió ir a estudiar a Barcelona en una escuela especializada en cine y como ya llevaba algunas producciones de lo que había hecho en Hermosillo con la productora que él mismo creó: “Macizo TV” que después pudo proyectar en la capital catalana y ahí empieza a producir cosas en al escuela de una manera más formal, con fundamentos académicos especializados.
“Para un concurso escolar al final de la carrera de tres años, gano un concurso y me produjeron un cortometraje y me quedé un año más con una productora de aquí de la escuela que se llama “El dedo en el ojo”, fue mi primer papel relevante en el cine realmente como director y guionista”, recordó el cineasta.
Después de eso volvió a México, se fue Tucson y luego a Puebla por un par de años donde estuvo en otra escuela de cine y arte, donde hasta llegó a dar clases de guionismo y es ahí cuando decide registrar “Macizo” como casa productora y de paso un género de cine al que llamó “Infrarealista”, que agrupa varias ideas desde el estilo del guión, con animaciones y gif’s, además de montaje, edición de imágenes y un sonido un poco epiléptico.
“Cuando se acaba la pandemia hecho andar la productora en Hermosillo porque yo me quedo estancado en ese entonces, hago unos cortometrajes, rentó un estudio del foro 4TV y por la Unison consigo que llegue a Megacable, en todo México empieza a salir un programa de televisión que se llamaba “El Camarero TV” que era esta fórmula en televisión y con un cortometraje semanal”, detalló.
De regreso a la Ciudad Condal
La marea del día a día lo llevó de regreso a cruzar el Atlántico y de regreso en Barcelona empezó a hacer televisión con un amigo, en concreto fueron cuatro programas, una telenovela para Instagram y para YouTube, Antonio era el guionista y director, al tiempo decide seguir por su propia cuenta y ya el destino le tenía reservada una sorpresa con un antiguo compañero de escuela.
“Yo me salía a escribir a los bares y un día me encuentro un güey que había estudiado conmigo y me preguntó que si traía guiones, pasaron unos días y me llamó para decirme que estaba con unos directores que si podía llegar con un guión, llegué y les gustó la idea y al cabo de tres meses meses me llegó una productora grande y no sé, fue bien raro de que un día estaba escribiendo en el bar y al día siguiente en una productora importante y me dicen que me ponían todo lo que yo quisiera para que se produjera el cortometraje”, relató emocionado.
En estos momentos el cortometraje está en fase de postproducción y eso lo tiene muy contento y apenas medio asimilando el hecho de que tenga todos esos recursos a su disposición para poder realizar sus creaciones, tener una inversión superior a los 50 mil euros y ya le ofrecieron un contrato para continuar haciendo cine independiente, pero de la mayor alta calidad, y eso lo valora mucho, pues puede mantener su esencia creativa y al mismo tiempo lo obliga a mantener un nivel que corresponda a esa confianza.
“Ya estamos viendo una o dos producciones para después de este cortometraje, respaldarlo con unas ideas que tengo y me doy cuenta ya que al terminar ya no puedo bajar el nivel de esa producción tan grande, ya no me puedo pedir menos, la manera de escribir va mejorando, la disciplina en la que ves películas o consumes cine es diferente, confesó.
‘Caviar’, su cortometraje
Se trata de una historia de comedia romántica, con aventura, un thriller, pero también es muy kitsch, sobre un detective que transita entre dimensiones o realidades que él solo se va creando, en realidad es una historia común y corriente, que eleva sus puntos de clímax gracias a esos brincos que da el protagonista y además fue realizada en catalán.
“Este corto si es lo mejor que he producido en el cine, creo que es una buena carta de presentación para lo que me quiero mover de aquí en adelante, en julio vamos a hacer una proyección para la productora aquí en Barcelona y hay un festival de cine que se llama Sitges que es el festival de cine de culto de Cataluña y ahí va a debutar en octubre y tal vez en el de Rotterdam, quiero enviarlo a uno de Londres a ver si responden”, reveló el hermosillense.
Además, el director quisiera que estuviera en el Festival Internacional de Cortometrajes Shorts México pero eso sería hasta el próximo año, aparte de que está la idea para que “Vice” desarrolle algo como un largometraje o una serie con HBO.
“Lo que manejo mucho es una confusión, el querer hacerte reír puede que lo logre o no, pero te logro confundir, así que tiene una introducción, un nudo, un desenlace, el hilo conductor, el climax y ahí el final, pero yo veo cómo viene el cine indie con temática de neuro divergencia que es lo que se está haciendo por acá, veo mucho cine que tiene intenciones no sólo de externar problemas o trastornos mentales, sino de formar parte con gente así y mezclarlo con el cine indie es una oportunidad para para darle una sensación”, aseguró.
Temática neuro divergente
Antonio se identifica muy bien con esa tendencia de hacer cine y lo que lo salva es estar viendo películas o cortos, o estar leyendo o escribiendo y eso le puede funcionar como método a gente que también sea neuro divergente y que puedan hacer cine en conjunto y tal vez, eso les funcione para tener autoestima y querer salir adelante.
“Es la iniciativa que tiene mi cine, no te sabría decir si el cine indie tiene una iniciativa, pero el mío si quiere existir por eso, de aportarle algo a la gente, porque no me adapto, porque la neta soy bipolar y me siento tripolar o soy ‘borderline’ o algo así, pero la neta que también soy novato en eso, yo espero que mi cine pueda arropar ese tipo de personas y darles una oportunidad. Entonces es por ahí por donde veo mi iniciativa en el cine indie, creo que esa es la verdadera revolución del arte”, aseguró.
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Mantenerse firme en España es una meta que tiene bien fija, si es necesario trabajar de lo que sea si la situación se requiere, con tal de esperar esos espacios y oportunidades, como buen sonorense, con la decisión y el valor de estar lejos de casa y la familia, luchando por seguir vigente, e ir escalando peldaños que lo lleven cada vez más arriba en el mundo del cine.
“La neta que lo que me traje son los huevos y el valor de ser sonorense, de sentir que salimos de ahí a buscarle por otro lado, nada más sales con una gorra de los Naranjeros y con los huevos bien en la mano, si lo quieres lograr te sientes como Erubiel (Durazo) en primera base y a batear, yo me siento como el ‘Toro’ Valenzuela, pichando, acá siento que todos me ven con el nopal en la frente, pero estoy ponchando a todos y se siente bien a toda madre decir que soy de Hermosillo, porque es la ciudad más chingona del mundo a huevo”, finalizó.
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