A lo largo de una crónica que se ha vuelto fundamental en la historia regional, Miguel Ángel Avilés detalló en su libro Diles que acá estamos, la historia del Esterito, una localidad en Baja California Sur conformada por miembros de la etnia yaqui que buscaban una mejor calidad de vida.
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Como parte de la actividad Primavera de las letras 2022, organizado por el Instituto Municipal de Cultura y Arte (IMCA) se llevó a cabo la presentación de este libro que fue escrito en 1990, año en que ganó un certamen sonorense.
Fue hace 32 años cuando Miguel Ángel Avilés obtuvo el primer lugar en el segundo concurso “Historias de mi barrio” convocado por el Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad de Sonora (Unison), el Programa Cultural de las Fronteras y el Instituto Sonorense de Cultura gracias a la historia que escribió del Esterito.
Su familiaridad con esta comunidad también se debe a que el autor es originario de La Paz, Baja California Sur, pero desde 1984 radica en Hermosillo, donde se formó como abogado por la Universidad de Sonora (Unison) y ha colaborado en múltiples medios escritos de la entidad.
“Tenía apenas entre 21 y 22 años cabales, supuse que si saca del anonimato a un barrio fundado por gente yaqui y si contaba esa historia a un jurado de acá podría seducirlo para ganar”, platicó.
Lo escribió luego de recorrer el barrio durante un mes de diciembre, tocó puerta por puerta, habló con los vecinos y con los dueños de las tiendas con la finalidad de conocer más sobre la comunidad localizada en La Paz.
La historia describe la llegada de los pobladores del municipio de Cajeme, Sonora -principalmente personas de la tribu yaqui que huyeron del régimen porfirista-, instalándose en las costas de Baja California Sur y adaptándose a nuevas tradiciones o costumbres.
Su investigación en campo y en distintas hemerotecas lo ayudó a redactar la crónica que hasta la fecha le ha brindado diversas satisfacciones en su vida, pues se trata de su primer libro publicado.
“A esto súmenle que uno contaba con menos miedo del qué dirán sobre lo que estaba escribiendo y todo fluyó sin tanta preocupación teórica o literaria, pero sí dispuesto a contar con la voz de un sudcaliforniano lo que ahí lo vio”, expresó
Además, mencionó que el nombre del libro, Diles que acá estamos, se debe a que un habitante del sector le dijo que lleve ese mensaje a Sonora, al Gobernador, para que esté enterado de que allá hay una población conformada por sonorenses.
La presentación del texto de Avilés se llevó a cabo en la Biblioteca Rafael Meneses, ubicado en la Plaza Tutuli de la colonia Modelo, donde Carlos Sánchez, también escritor, brindó unas palabras sobre el texto.
En este lugar estuvo presente la familia del autor, así como amigos y vecinos quienes, por una hora, escucharon con atención la presentación del libro y su formación.
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Miguel Ángel Avilés también escribió Los sordos territorios (1997) editado por la Unison y con el libro Ingratos ojos míos obtuvo el Concurso del Libro Sonorense Crónica 2003.
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