El auditorio de Musas recibió la obra del escritor sonorense, Carlos Sánchez, quien se presentó ante amigos, familiares y escritores para convivir, platicar y recordar su camino por las letras.
La participación de Misuki Takaya y Laura Hurtado fue una sorpresa al inicio de la noche, las actrices dieron lecturas Más allá del mar, dramaturgia escrita por Sánchez y llevada a escena durante el Festival Teatro Breve 2018.
Después fueron Miguel Ángel Avilés y Sylvia Manríquez los que acompañaron a Sánchez en el escenario. Avilés compartió el primer acercamiento con Carlos y explicó cómo un tambo de gas dio pie al comienzo de una gran amistad entre los autores.
“Qué nervios, es lo que me pasa esta noche que tengo el privilegio de hablar sobre Luis Carlos Sánchez Coronado o Carlos Sánchez o “El güerito”, así a secas como lo conocí, como me lo presentaron esa tarde que fue a llevarme un cilindro de gas para sacarme del apuro en la casa donde su servidor vivía los primeros meses pos estudiantiles y desde entonces dio inicio lo que ahora nos une la amistad, la literatura, el ejercicio periodístico, la explanada cultural y sus actores, el futbol, Villa de Seris y creencias comunes”, dijo Avilés.
En la charla se describió cómo Carlos Sánchez se formó como escritor, cómo aborda con palabras lo que todos ven y nadie se atreve a decirlo, cómo les da voz a personajes de la otra cara de la ciudad.
Sylvia Manríquez agradeció a Carlos Sánchez por influir en su labor como escritora además compartió detalles de algunos de sus libros para después dar paso al momento de preguntas y respuestas
Cuando llegó el turno de Carlos Sánchez manifestó su pasión por las letras, profesión que lo ha llevado a contar historias y escribir de sus experiencias, del dolor y de la vida real de algunos personajes.
“No voy a hablar de una vida color rosa, no podría, escribo de lo que soy, de los seres que tocaron mis pies descalzos, escribo de violencia, de la desolación es lo que tengo registrado porque es lo que quiero decir, escribo de otras cosas como periodista de pronto voy a los Desiertos para la Danza, voy a obras de teatro, a la Orquesta Filarmónica, como también una necesidad de respiro y separarme un poco de toda la violencia que he reunido en tantos libros y nutrirme de la gente que propone, que expresa, siempre he creído que no hay mejor ruta para la construcción del ser humano que el arte”, manifestó.