Con baile, música, comida tradicional y artesanías de las etnias indígenas sonorenses se vive la fiesta cultural en el Mercado de Artesanías en Álamos durante la edición 35 del Festival Alfonso Ortiz Tirado.
Cuando los primeros acordes de guitarra y acordeón suenan los presentes se levantan de sus asientos para bailar al compás de alguna cumbia norteña, en esta ocasión fue en lengua Mayo amenizada por Grupo Primavera.
Del otro lado se encontraban mujeres preparando platillos típicos como barbacoa y tortillas de harina de garbanzo hechas a mano para acompañar.
Adentro del Mercado lo primero que se aprecia son los múltiples colores de las artesanías sonorenses, que van desde juguetes, utensilios de cocina, bolsas, cuadros, ropa, chiltepines y otros alimentos sonorenses.
El Mercado de artesanías es el lugar perfecto para adquirir algún elemento con el que se recordará por siempre la estadía en la tierra de grandes artistas como el propio doctor Alfonso Ortiz Tirado y la bella María Félix, famosos por su legado artístico pero sobre todo por llevar a álamos en el corazón y presumirlo siempre.
Tejido de colores
Aguja, telas y brillantes hilos de colores son los elementos principales para bordar de Rosalba Gil, artesana alamense que plasma su ciudad en las creaciones que realiza y que exhibe para su venta en el Mercado de artesanías de la ciudad de los portales.
Rosalba borda con emoción prendas para vestir, sombreros artesanales, cojines, mandiles, separadores para libros y muñecas, un oficio que aprendió desde hace 40 años y el que la ayuda a dar a conocer la belleza de su tierra.
Su trabajo no es nada fácil, ya que en ocasiones una sola pieza le toma hasta 20 días para realizarla, pero el esfuerzo vale la pena cuando los clientes se van contentos de adquirir piezas únicas que representan los paisajes o tradiciones de Álamos.
“Son piezas únicas, representan las costumbres y los elementos característicos de la ciudad, su iglesia, sus portales, la plaza y las bugambilias que se encuentran en los andadores de acá”, describió para El Sol de Hermosillo.
Los patrones que más se repiten en los productos son cactáceas, elementos arquitectónicos y personas que representan la calidez de los ciudadanos siempre gustosos de recibir a los turistas.
Durante los días del Festival Alfonso Ortiz Tirado la venta aumenta, en su mayoría son ciudadanos americanos los que adquieren los productos y si alguno de ellos desea un trabajo especial Rosalba los realiza con alegría y empeño siempre tratando de complacer al cliente.