Francisco Méndez o Heksone, es un muralista urbano de 28 años cuyas obras se encuentran en diversos puntos de la Ciudad del Sol, las pinturas no solo adornan las paredes, cuentas historias y sobre todo resalta una forma de expresión.
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El artista es originario de Hermosillo, Sonora desde pequeño se vio interesado en el arte, primero por curiosidad y después por gusto, mencionó en entrevista para El Sol de Hermosillo.
“La primera vez que agarré una lata fue en la primaria, incluso tuve hasta problemas porque mis amigos que me incitaron al grafiti eran más grandes, de ahí empecé a agarrar la lata, pero lo hacía como travesura, ahora veo fotos de niño y siempre estaba pintando”, dijo.
En la secundaria el interés por la pintura y los colores fue mayor en Francisco, en la preparatoria desarrolló nuevas técnicas pues deseaba con fuerza pertenecer a la comunidad grafitera que en ese momento estaba con gran auge en la capital sonorense. “Había mucho movimiento de grafiti en aquel entonces, ya no, la neta no, había más comunidad y te exigías más para que tu grafiti estuviera mas chilo”, comentó.
Francisco Méndez es arquitecto, egresado de la Universidad de Sonora, al estudiar se empapó de conocimiento que le brindaban otros arquitectos que al igual que él rompían con los estereotipos marcados para la carrera y hacían cosas muy distintas.
“Al estar estudiando me llamaban mucho la atención los arquitectos que rompían con ese cubo y hacían nuevas formas, ese tipo de arquitectura era muy relacionada a la pintura y tenían detalles activistas sociales, los desarrollaban con arte, entonces me di cuenta que me gustaba el grafiti tal vez no solo por ser pintura si no por el hecho por ser una actividad de protesta, esa inquietud esa es la que te lleva a otras cosas”, platicó.
En 2014 Francisco plasmó su primer mural durante Las Fiestas el Pitic, algo diferente a lo que normalmente acostumbraba. “Me convocaron por parte de AndamiosTeatro, hicieron algo multidisciplinario enfrente de Casa Madrid me dieron una súper pared, hay unos tucanes, un barco, con un amigo que es de Tabasco él hizo el rostro de su abuela”, describió.
Después llegaron invitaciones para formar parte de otros proyectos o para darle vida a paredes ya sea temática libre o trabajo para alguna empresa, siempre y cuando sea algo que lleve un mensaje como lo debe de hacer el arte urbano.
“Si me concentro mucho en lo que va a ver la raza, que es lo que van a interpretar cuando vean el mural, que es lo que van a poder llevarse, parece que no, pero si influye mucho el movimiento, tiene que haber arte urbano para que pueda desarrollarse una ciudad”, puntualizó.
Francisco Méndez está de acuerdo en que Hermosillo la escena visual está creciendo, pues menciona que gracias al proyecto realizado por Jesús Madrid “De las galerías a las calles” las personas cada vez se familiarizan más con los murales sin pensar que es un acto de vandalismo. “A los jóvenes pintores ya no se le mata el sueño de querer hacer un mural”, declaró.
Actualmente se encuentra estudiando y trabajando de la mano de Paula Martins, ambos indagan sobre el color. “Estoy haciendo una investigación del tinte natural que produce el eucalipto, con esa planta yo pinto, es un tono amarilloso, café, hay varias reacciones químicas que modifican el color se puede hacer verde, azules, negros, se me hace muy interesante como a través de un tinte tan básico que es hervir las hojas de eucalipto, es una investigación al punto que quiero llegar es que el arte no solo es pintura también existen otras ramas y otros conceptos”, destacó.
Esta investigación se realiza desde hace más de un año, entre recopilación de información y registros, el objetivo es compartirlo en una exposición donde la gente pueda darse cuenta de las maravillas de la naturaleza y su relación con el arte.
“Esto es algo que viene desde la niñez, el eucalipto es una planta que me rodeaba mucho, me hace recordar muchas cosas, yo veía su textura, sentía su olor y las alergias que me daba, me hace tener regresiones, me recuerda muchas cosas de mi niñez”, confesó.
Lo que viene para el joven es seguir con su preparación artística, adquirir nuevos conocimientos, seguir haciendo murales para que la ciudad crezca. “Siento que le quiero regresar algo a Hermosillo de todo lo que me ha dado, me gustaría que el arte tuviera un impacto sociales y si se puede vivir del arte, es difícil y tardado”, agregó.