“¿Que por qué estoy aquí?¿Que por qué hacemos esto? Porque muchos de ellos tenían mi edad, incluso la edad de jóvenes de preparatoria, porque esa noche murieron más de 300 de los nuestros, porque eso nunca debió de suceder”, expresó la estudiante universitaria Alison Sueff en la inauguración de la exposición fotográfica “1968: Memoria, estado y verdad”.
La Sala de Arte del ISC albergó a decenas de estudiantes universitarios, académicos y público general que se dieron cita para recordar a las víctimas de uno de los sucesos más trágicos en la historia de México.
“Las cifras, fotografías, discursos y los perfomance sirven para transformar lo que fue una tragedia, nos ayudan a no olvidar”, apuntó la alumna de Ciencias de Comunicación de la Universidad de Sonora.
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La exposición se realiza con la obra fotográfica otorgada por la máxima casa de estudios, gracias a la gestión de la maestra Rocío Solís en coordinación con el Colectivo Ciudadano por la Memoria Histórica, combinando la imagen documental con la intervención plástica a cargo de la artista Liliam Urías.
“Son archivos que se encontraron en la basura de una concentradora de desechos en la Ciudad de México, y resulta que afuera de esa cosechadora había un tianguis donde venden cosas que se encuentra la gente, y ahí fue donde un historiador encontró estos testimonios. Y eran las fotografías muy especiales que captaban los fotógrafos espías que trabajaban para el gobierno”, explicó el académico Joel Montoya.
La inauguración contó con actos de performance, música en vivo y el testimonio de personas que vivieron los sucesos de Tlatelolco en aquel trágico 2 de octubre de 1968.
“Estamos hablando de la necesidad de no olvidar, hay quien le apuesta al olvido, porque le conviene, pero nosotros siendo universitarios creemos que esta es una responsabilidad que va a existir siempre. Quien diga por qué lo seguimos haciendo es porque las respuestas están dadas: pues es que no era necesario que trajeran 300 tanques de guerra, ni dos helicópteros, ni ocho francotiradores, ni 8 mil militares, ni que dispararan 15 mil balas contra unos chicos que traían solamente un libro bajo el brazo”, enfatizó el maestro universitario.
“Es pertinente y puntual que la Universidad de Sonora, como escuela hermanada con la UNAM, por lo que fueron los reclamos de aquel entonces por el pueblo, sentido por un gobierno opresor, que reprimía recursos, oportunidades, conocimiento… Hoy en día es importante mantener en las aulas esa comunicación y que no se pierda”, reiteró Liliam Urías.
La exposición “1968: Memoria, estado y verdad” se mantendrá abierta al público hasta el 29 de octubre en la Sala de Arte del ISC, ubicada en Calle Gral Álvaro Obregón 58, colonia Centro.
Participan alumnos del COBACH
Previó a la inauguración de la exposición fotográfica, un grupo de alumnos del Colegio de Bachilleres plantel Reforma realizaron un performance en las inmediaciones de la Plaza Hidalgo, donde compartieron el testimonio de varios sobrevivientes de la Masacre de Tlatelolco.
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Bajo el título de “Nuestra Voz” y con guión de la maestra Eva Calderón, el performance traslada el concepto de la literatura y el teatro al concepto del movimiento y de la resistencia del cuerpo.
“Su trabajo es una lucha y una resistencia, como lo es el trabajo de todos los maestros de estas disciplinas del arte y de las humanidades, que luego resulta que se enfrentan a veces a posiciones muy rectas, muy rígidas, muy racionalistas. Y Eva logra darle la vuelta al suceso del 68 para hablar de los otros sucesos trágicos de estos 55 años de resistencia y que lamentablemente se mantuvieron ocultos durante mucho tiempo”, añadió Joel Montoya.
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