La Pintada: el "pizarrón" de las sociedades antiguas en Sonora

Estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y en ellas plasmaban principalmente lo que veían, sentían e incluso su misma percepción del mundo

David Jaquez | El Sol de Hermosillo

  · jueves 26 de agosto de 2021

Estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y se encuentran a una hora de camino / Foto: Cortesía | INAH

Conocida por sus pinturas rupestres, el sitio arqueológico “La Pintada”, ubicado entre Hermosillo y Guaymas, es un cañón en la Sierra Libre, la cual contiene una gran cantidad de sitios arqueológicos.

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Eréndira Contreras, coordinadora del proyecto de investigación y conservación de “La Pintada” y arqueóloga e investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), declaró que este sitio es conocido por las personas, debido a que uno de sus cañones tiene estos dibujos, sin embargo, todo el lugar tiene un valor arqueológico.

“De grupos que eran cazadores recolectores, entonces ahí en la sierra hay varios sitios arqueológicos donde hay evidencias de que estuvieron, porque hay metates, puntas de proyectil, había agua, había cacería, la gente se refugiaba ahí, en este lugar precisamente es donde pintaban cosas”, dijo en entrevista con El Sol de Hermosillo.

Estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y se encuentran a una hora de camino / Foto: Cortesía | INAH

Cabe señalar que, estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y en ellas plasmaban principalmente lo que veían, sentían e incluso su misma percepción del mundo; a pesar de que haya otros lugares con bosquejos, este sitio concentra la mayor cantidad.

“No son de un grupo en específico, porque como eran cazadores recolectores, estamos hablando de bandas, de grupos, de familias que iban de un lado para otro y eventualmente llegaban a La Pintada, la gente hacía su campamento afuera del cañón, hacían su comida, sus artefactos para cacería, cosían, comían, hacían sus reuniones, los que entraban al cañón dejaban plasmado lo que ellos pensaban del mundo, el pensamiento de nosotros es muy diferente al que tenía la gente, era un pensamiento mágico y religioso”, apuntó.

A decir de la especialista, este sitio pudo ser utilizado para realizar rituales y es un lugar arqueológico, y el primer registro de las pinturas se hizo en los años 60´s y fue desde el 2006 que iniciaron con la conservación, ya que en los años 70´s hubo mucho vandalismo por parte de los visitantes.

Estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y se encuentran a una hora de camino / Foto: Cortesía | INAH

“La gente visitaba La Pintada, iban a hacer sus carnes asadas, iban a pasear, hacer sus reuniones dominicales y algunos entraban, pero mucha gente iba para vandalizar, hubo mucho vandalismo, muchas pintas, hasta cubetadas de pintura habían, hubo un daño increíble”, dijo.

Entre los objetos que pudieron encontrarse en el lugar, eran pinturas, labiales, lápices, crayolas y esmalte de uñas de la gente que entraba a vandalizar, por lo que iniciaron con el proyecto de conservación.

Para ello, se hizo una convocatoria a la sociedad civil y durante 10 años, acudieron grupos de voluntarios con restauradores profesionales que indicaban qué hacer en cada lado y gracias a eso, el 90% del lugar se encuentra limpio actualmente, sin embargo, en las partes que falta, no pueden participar voluntarios, ya que son áreas especializadas.

Estos dibujos tienen más de mil años de antigüedad y se encuentran a una hora de camino / Foto: Cortesía | INAH

“Desde entonces tenemos un proyecto de investigación, porque los arqueólogos hemos estado haciendo excavaciones, recorridos y registros, esto siempre ha sido con la mira de que la gente pueda seguir yendo a La Pintada, desgraciadamente no todos iban con buenas intenciones, para evitar eso se cercó y así evitar que entraran los maleantes”, afirmó.

A raíz de esto, el municipio adquirió una parte del terreno en administraciones pasadas, no obstante, no hay recursos para realizar trabajos de mantenimiento, por lo que únicamente los realiza el INAH.

Parte de los trabajos que se llevan a cabo en el terreno, son limpieza, investigaciones y actividades de conservación, quienes iniciaron con un programa de visitas controladas, para así evitar su deterioro.

“Rentábamos un camión entre todos los que querían ir y con eso íbamos y se les daba una visita guiada, las daban precisamente los arqueólogos, lo estuvimos haciendo varios años, pero tuvimos un derrumbe, por eso no pudimos seguir haciendo las visitas, porque era muy riesgoso, afortunadamente no dañó las pinturas”, agregó.

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Finalmente, explicó que tiene 2 años ya que no se llevan a cabo estas visitas, tanto por el derrumbe, como por la pandemia del Covid-19, sin embargo, no está cerrado, sólo está protegido, por lo que hace un llamado a la ciudadanía para tener paciencia, ya que debe tener las condiciones adecuadas, para la protección del sitio y del visitante.