“Todos tienen su historia especial”, señala Alx Cruz, fundador y coordinador de Olivares Editorial, la casa independiente que ofrece servicios de autopublicación para escritores emergentes y profesionales.

La editorial nació por la pasión por las letras de su fundador, quien también se desempeña como músico, manager y productor.

Incursionando en el género del rap, Alx Cruz escribía textos que no tenían cabida en sus canciones, pero que fueron generando un cuerpo de trabajo que quedó plasmado en apuntes que luego formarían su primer poemario, el cual publicó por su cuenta.

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“A veces la autopublicación es criticada, pero como músico nunca me quedé esperando a una disquera, sino nunca hago nada”, afirma convencido en entrevista para El Sol de Hermosillo.

Esta experiencia fue un parteaguas que le hizo darse cuenta de las posibilidades de la edición independiente, y al lado del también músico Francisco Barrera nació la idea de fundar su propia editorial, dándole un espacio a esas voces que tienen mucho por contar en la escritura, pero que por diversos factores no habían visto publicadas sus obras.

“Ayudar a que la gente que tiene ahí sus apuntes, como los tenía yo, se anime a autopublicarse, y eliminar la idea de que autopublicarse se ve mal, porque no te puedes quedar esperando a que una gran editorial te vaya a soltar un gran lana o una compañía disquera te ofrezca grabar tu disco”, apunta Cruz.

El músico y escritor advierte que el primer paso a sortear en la autopublicación es quitarse la pena de que otra persona vea tu obra.

“Pero pasas de ahí y ya te sueltas. Nuestro trabajo es guiar desde el principio, desde el primer boceto y darle un poquito de orden y darle ánimos a la persona. Pasa por filtros para mejorar toda su obra y maximizarla, hasta que ya lo presentamos en físico y también ayudamos con la presentación y difusión”.

Una colección de “poco a poco”

Olivares Editorial tiene nueve libros publicados, con uno más en camino. Practicando lo que predica, Alx Cruz ha formado su propia obra de cuatro libros, dos de narrativa (Dos botellas de mezcal y El hijo de Don Changel) y dos poemarios (Noches de deshielo y La calles están solas).

Su próxima publicación, titulada Menos que un café, será su debut en la poesía de largo aliento.

“Fue algo que no vi venir, pero la inspiración me lleva, y la dejo fluir. Mis textos van a la nostalgia, a la melancolía. No es que escoja los temas. Mi vida siempre ha sido muy urbana, muy de barrio, ver crecer la ciudad y conocerla. Menos que un café es una poesía un poco triste, nostálgica, melancólica, alcohólica”.

El resto del catálogo de Olivares Editorial se compone de poemarios, novelas y textos autobiográficos, en libros con los que los lectores se han identificado y les han hecho darse cuenta “que pueden existir libros sencillos, pero con historias que les hacen recordar sus propias vidas y sus propias etapas”.

Así, uno puede adentrarse a la sierra sonorense en De su estirpe mi legado, de Benito Barrios Acedo, libro que retrata una infancia “corriendo descalzo en los cerros” y al lado de los ríos, en situaciones familiares y cotidianas que marcaron a toda una generación de mediados del siglo pasado.

Mala noche es una novela corta de Carlos Barrios Acedo en la que el autor relata las historias que escuchó en los años treinta y cuarenta sobre los cuatreros y bandidos que recorrían Sonora a finales de 1800. “No es el western que conocemos por Hollywood, son los vaqueros sonorenses. Es conocer un poco sobre cómo se movía el ejército y los malandros de aquella época”, añade Cruz.

El gran acierto de la editorial es que le ha brindado un espacio a las voces de todas las generaciones, y así conviven en un mismo catálogo los poemarios Pasos sobre la tierra del arquitecto y doctor Federico González Sánchez, que recoge escritos suyos guardados desde la década de 1970, y Parpadear sepia y Oraciones negras, de Tamara González, una poeta más radical, con carga feminista y erótica.

Una vez materializados los libros, Alx Cruz y Francisco Barrera acompañan a sus autores en el proceso de promoción y presentación, en noches con mucha carga emotiva.

“Nuestros clientes se han quedado maravillados y se dan cuenta cómo les cambia la vida una publicación. Para mí es muy emocionante y muy emocional también, porque presentan sus obras frente a sus amigos y familiares, y es algo que no se imaginaban cercano. De repente ya lo ven y se sientan a hablar con la gente que les devuelve esta retroalimentación, y los veo super felices y a nosotros como editorial nos satisface mucho verlo”.

Además de Cruz y Barrera, el equipo de Olivares Editorial está compuesto por Alfredo Gastélum y Víctor Gutiérrez, ganador del concurso Libro Sonorense del Instituto Sonorense de Cultura en 2016 con Ruiseñor metálico, y en su momento Paola Tapia fungió como editora de las primeras publicaciones.

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Para quienes deseen publicar un libro con Cruz y compañía, pueden contactarlos a través del Facebook de Olivares Editorial o al teléfono 6624042886.

“La gente se ha acercado sola y lo hemos disfrutado mucho, ya llevamos como Olivares Editorial dos años y ha sido un trabajo a lo mejor lento, pero muy satisfactorio, y va creciendo poco a poco”.

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