Balam Rodrigo originario de Comaltitlán, Chiapas, es escritor, particularmente de ensayos, poesía, cuento y narrativa. Participó en uno de los escenarios de las Fiestas del Pitic 2019 donde presentó sus dos libros Marabunta con 4 ediciones; dos en México, Uruguay y Chile, y Libro Centroamericano de los Muertos.
En cada una de sus obras expresa el sentir y pensar sobre la problemática de migración, cómo fue el trabajo de su padre, quien era vendedor ambulante de México a Guatemala, la movilidad humana de los migrantes centroamericanos en su intento de cruzar hacia nuestro país para llegar a los Estados Unidos y de su madre costurera.
El gran impacto que dejó Marabunta en la vida de Balam, abrió la oportunidad de iniciar con Libro Centroamericano de los Muertos para hablar sobre las historias que habían impactado en su vida, entre ellas la violencia que se vivía en la frontera Sur.
“Más de 300 centroamericanos vivieron a lo largo de 20 años en mi casa, mis padres los recibieron, las vías del tren estaban frente a mi casa, a menos de 10 metros, esta cultura del tren, de los que emigran la vimos, la vivimos de frente, formaron parte de mi familia y traté de contar en el segundo libro las historias familiares que nos dejaron, historias de dolor de esperanza y amor”, agregó Rodrigo.
El escritor compartió que la migración es un derecho humano, son 350 mil trabajadores agrícolas a quienes se les otorga una visa de trabajo solamente en Chiapas para su ingreso y cosechar o piscar uno de los mejores cafés del mundo.
“Todos consumen el producto pero no son tolerantes a aceptar a unos pocos de migrantes que llegan en caravanas al país, 4 millones de migrantes centroamericanas intentan pasar por el país y la mayor parte de ellos, el 80% de las mujeres que son más de un millón son abusadas sexualmente”, explicó.
En la actualidad hay más de 1 millón de trabajadores agrícolas indígenas en México, chiapanecos, oaxaqueños y guerrerenses, los cuales se encuentran en condiciones de esclavitud.
“Mi postura es no discriminar, estar conscientes de la situación que obedece a situaciones macroeconómicas y sobre todo a la presión de Estados Unidos para que incisos particulares en materia migratoria los acepte México como parte del Tratado de Libre Comercio”, agregó.
Balam habla sobre el reconocimiento actual de la caravana de migrantes, ha enfocado sus talleres de poesía con migrantes, ha visitado varios países de Centroamérica para impartir conferencias sobre los temas y ver cómo inician las injusticias con estas personas.
Su trabajo se basa en textos largos que hablan por lo menos de 10 centroamericanos que vivieron en su casa, las historias que ellos contaron las transformó en poesía.
Una de las historias que impactó en su vida fue en Marabunta y lo llamó el Cíclope de Dios, el cual narra la estancia de un hondureño en su hogar, quien les dio una gran lección de vida.
“Al trabajar con nosotros en la venta de tortas, él no quería comer alguna porque reconocía que había pocos recursos, cuando se llegó la feria del pueblo, de todas las tortas que vendieron él iba juntando el migajón y con las sobras de ingredientes se hizo una torta y esa fue una gran lección, se hizo una torta con torta, todo veíamos esa torta como el corazón de Dios, después de calentar esa torta la partió y repartió entre todos la familia”, compartió.
Para finalizar habló que en la medida que vayamos incorporando y aceptando que esa Centroamérica forma parte de la cultura mexicana, ese puede generar un mejor diálogo y “evitar esta discriminación, porque es una discriminación contra nosotros mismos”.