Paréntesis | Archivos, materia prima de las personas historiadoras

La entrevista de hoy, séptima entrega de “Mujeres en los archivos de Sonora”, es de una de las personas más conocidas en el medio de la historia y de los archivos en la ciudad

Juan Carlos Holguín Balderrama / Colaborador

  · lunes 30 de septiembre de 2024

La especialista en archivos hace un llamado a la donación, a la entrega de documentos y a no arrojarlos a la basura / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

La entrevista de hoy, séptima entrega de “Mujeres en los archivos de Sonora”, es de una de las personas más conocidas en el medio de la historia y de los archivos en la ciudad. Destacada egresada de la Licenciatura en Historia de la Universidad de Sonora, es maestra en historia por la Universidad Autónoma de Sinaloa, integrante relevante de la Sociedad Sonorense de Historia y, reconocida rescatista y organizadora de archivos históricos en la entidad.

María Isabel Moreno Castro, conocida por todos como “Chabelita”, es originaria de la fronteriza ciudad de Nogales, radicada en la capital del estado desde mediados de la década de 1990 tuvo su primer contacto con los archivos históricos siendo estudiante de historia en la Máxima Casa de Estudios en el año de 1997, de la mano del reconocido maestro Humberto Monteón González, de quien ella comenta “el maestro vino a reiniciar el rescate de los archivos, porque la primera que lo hizo, según referencias, fue la maestra Cynthia Radding, en los setenta, principios de los ochenta, y ya el maestro Monteón vino a darle un realce años después”.

María Isabel Moreno Castro, labora en el archivo general de la Secretaría de Educación y Cultura de Sonora / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

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Sus inicios junto al maestro Monteón

De sus inicios en la archivística, relata que fue el propio maestro Monteón quien las impulsó a rescatar y catalogar archivos municipales, comenzando por el de La Colorada y luego por los municipios del centro-norte de Sonora: Carbó, Benjamín Hill, Magdalena, Ímuris, Nogales, que nos dice era el “único que tenía edificio propio”, así como Santa Ana “que lo traían perdido, pero al final lo encontramos en el Santa Ana viejo como le llaman ellos, en una bodega, que era más bien un taller del mismo ayuntamiento”, sentencia. Posteriormente, continuaron su recorrido ahora por el desierto: Pitiquito, Altar y Caborca.

En esos años de estudiante, tuvo también la oportunidad de trabajar en uno de los proyectos más ambiciosos y prolongados: el rescate del archivo municipal del puerto de Guaymas. Este proyecto, encabezado por la Dra. Raquel Padilla Ramos, se realizó gracias al esfuerzo en conjunto del Centro INAH-Sonora, la Universidad de Sonora y el Ayuntamiento de Guaymas. Por espacio de dos años estuvieron yendo al puerto todos los fines de semanas un grupo de voluntarios, casi todos estudiantes de la universidad, para limpiar, ordenar y catalogar el archivo. Además de la doctora Padilla y nuestra entrevistada, participaron María del Carmen Tonella, Nélida Bojórquez, Zulema Trejo, Alfonso Torúa, Aarón Grajeda, Francisco González, Ramón Hinostroza, Mauro Barron y Humberto Monteón, entre otros.

Entreverado con las clases, las actividades en la Sociedad de Historia y el proyecto de Guaymas, Chabelita coordinó el rescate del archivo de Nogales “la Unison nos pagaba el transporte y el ayuntamiento el hospedaje y los alimentos”, comenta, y al preguntar por qué le asignaron a ella esa coordinación, nos responde: “primero que nada porque soy de Nogales [dice con mucho orgullo], y porque nos repartimos los archivos, hubo otra persona que estuvo encargada del rescate de Caborca.”

Frutos de esos trabajos, no solamente fue la limpieza y organización de los archivos mencionados, sino también los catálogos y las bases de datos que se elaboraron y que nos permiten asomarnos a lo que, por entonces, se resguardaba en esos municipios, porque lamentablemente hay que decirlo, más de veinte años después mucho de lo que en ese tiempo se limpió y catalogó hoy no se encuentra.

Durante su trayectoria en el rescate de archivos, ha trabajado con grandes equipos de trabajo / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

Labor profesional

Una vez concluidos sus estudios en la universidad, el Congreso del Estado la invita a trabajar en un proyecto muy grande, para el cual requerían un respaldo institucional, mismo que Chabelita encontró en El Colegio de Sonora:

“Éramos un equipo aproximado de 10 personas, comenzamos más o menos en el 2001, teniendo como resultado 28 catálogos. Primero el proyecto era de leyes, decretos y acuerdos, no nos permitieron nunca meternos al administrativo, porque era más rescatar leyes, correspondencia, decretos, acuerdos, demandas y todo eso que hubiese ahí en jurídico, pero entonces hubo un problema en el Archivo del Estado, se estaba hundiendo una parte y todo el archivo que estaba en comodato ahí, del histórico del congreso, lo regresaron, entonces a mí el oficial mayor me pidió que hiciera un inventario, yo le contesté que mejor haríamos un índice y me dijo que adelante, así que dejamos de hacer lo que estábamos haciendo por ir al rescate del histórico.”

En el congreso permaneció por espacio de cinco años y comenta “era mi primer proyecto pagado, y bien pagado la verdad”. Por sus actividades en los diversos archivos, así como por su propia personalidad y su sociabilidad en espacios como El Colegio de Sonora, la Unison y la Sociedad de Historia, al tiempo que laboraba en el congreso le pidieron organizar un archivo municipal, también pagado, los fines de semana:

“A la par yo estuve trabajando con el archivo de Mazatán, entre 2004 y 2006, coordiné el rescate de ese archivo con dos personas y gente de servicio social del lugar, íbamos los fines de semana. Al terminar ese nos dieron el proyecto de rescate de los archivos del desierto, ahí va estar Altar, Pitiquito, Átil, Tubutama y Sáric, ese rescate fue con apoyo del diputado federal de la zona. Ese diputado estaba en Conacyt, entonces fue mitad Instituto Sonorense de Cultura (ISC) y mitad Conacyt, de ahí nos pagaban. Se les hizo una invitación a cada ayuntamiento, como ellos no tenían recursos, se hizo un convenio con el ISC y fuimos por los archivos para traerlos a Hermosillo, acá los ordenamos y luego los regresamos uno a uno. En ese mismo proyecto se hizo convenio con Adabi, y ellos proporcionaron estantes. Así que trabajaba en el congreso y en varios proyectos más al mismo tiempo. Para organizar esos archivos, nos regimos con el cuadro general de clasificación del AGN, ahí se manejan los archivos en urbanos, semiurbanos y rurales y con eso trabajamos.”

Posteriormente, vendrían más proyectos de rescate de archivos históricos: “trabajé en archivos particulares, el archivo de Pedro Calles, un archivo de fotografías, limpieza, digitalización, etc., ese proyecto lo pagó la familia, fue más o menos en 2011 o 2012”.

Otro de los proyectos, uno de las más satisfactorios según relata, fue cuando trabajó con el archivo personal del general Álvaro Obregón: “trabajé del 2016 al 2021 con el archivo personal del general Obregón, lo coordiné desde la limpieza, ordenar, clasificar y digitalizar, son alrededor de 28 mil documentos y nos faltaron por procesar porque se acabó el sexenio y se acabó el convenio con la familia Obregón y el ISC”. Ese, de acuerdo a sus propias palabras, es su archivo favorito, el que más le ha gustado trabajar “por toda la información que contiene, ahí vienen todas las batallas, la pérdida del brazo, por ejemplo, distinguir la letra de cuando ya perdió el brazo. De hecho, ahí nos encontramos una parte del borrador de su libro ocho mil kilómetros.”

Actualmente, desde 2023, Chabelita labora en el archivo general de la Secretaría de Educación y Cultura como jefa del departamento de digitalización “ahorita se está digitalizando el archivo histórico, expedientes de maestros, y se han digitalizado también cédulas profesionales”, responde con relación a sus actividades.

Al preguntársele sobre el mayor valor que, para ella, tienen los archivos, respondió lacónica: “es la materia prima de los historiadores, si no están organizados cómo los vas a consultar, si no tienes cómo citarlos es como si no tuvieras fuentes.”

Con relación a los archivistas y a la concepción que ella tiene de esta labor, nos dice sin rodeos:

“Mi compañera Rosalina [Núñez] dice que es archivista y luego historiadora, yo soy historiadora y luego archivista, porque la historia me llevó a los archivos… por eso un archivista debe ser alguien que le guste la historia, porque a la hora de estar organizando le va a dar otro valor al documento, no lo va a ver como un simple papel, le da otro valor, porque va inmiscuida ahí la historia. Todos los que han trabajado conmigo la mayoría son historiadores, y por eso, creo yo, les gustan los archivos.”

Y agrega: “cuando yo he contratado gente les leo la cartilla, que respeten los documentos, que no se los roben, nosotros la vieja escuela que tuvimos con el maestro Monteón, siempre nos decía no les sirve de nada un documento en su casa si no tienen cómo citarlos, entonces son reglas que yo les pongo.”

La especialista en archivos hace un llamado a la donación, a la entrega de documentos y a no arrojarlos a la basura / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

De sus retos

Con relación a los retos que ha enfrentado en sus ya 25 años de trabajo en archivos, nos dice: “yo creo que el reto más grande fue cuando nos llegó el archivo histórico del congreso, para empezar, no estaba en el proyecto, y fueron muchas cajas. Entonces dejar lo que estás haciendo y empezar otra cosa de cero fue complicado, estábamos en 1950 y nos regresamos a 1780 y tantos, entonces fue un reto fuerte el cambio que tuvimos que hacer.”

Al ser interrogada si ella ha tenido retos en tanto mujer en su quehacer archivístico, Chabelita contesta segura: “no he tenido un reto como mujer, que no me vayan a dar un trabajo por mujer, no, nunca en ningún momento. De hecho, cuando presentamos el proyecto al congreso, el licenciado Bustamante, que había sido bibliotecario de la escuela de trabajo social, yo no lo conocía, cuando vio dijo: adelante, que bueno que sea una mujer, y de hecho casi todo el equipo que formamos éramos más mujeres que hombres.”

Séptima entrega de “Mujeres en los archivos de Sonora” / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

De cómo ve a Sonora y qué espera -o quiere- para los archivos

“Yo pienso que el desarrollo archivístico ha ido avanzando a pasos agigantados en los últimos años en Sonora desde que llegó el maestro Monteón, no solo era estudiar, sino trabajar, la práctica que tuvimos. Tanto jóvenes como adultos en aquel momento nos pusimos las pilas.”

Respecto de lo que, para ella es necesario en los archivos, Chabelita comenta que es de suma importancia que la ley realmente se implemente, que todos los sujetos obligados la observen, porque si no, dice, “volveremos a los archivos muertos”. Por ello, ella señala que “el mayor reto es que los coordinadores, o los encargados de su archivo de trámite, se pongan las pilas, porque puedes ir a dar asesorías, y te dicen sí a todo, pero hasta ahí lo dejan, te dan por el lado pero no cumplen.”

Pero, además, dice que no todo es por pura voluntad, que también se requiere de presupuesto, espacios, materiales y recursos humanos: “a las autoridades les pediría presupuesto, que le metan dinero a los archivos, porque a veces batallas hasta por folders, guantes, cubrebocas, lo más elemental.”

Mientras que, a la ciudadanía, ella le hace un llamado a la donación, a la entrega de documentos, a no arrojarlos a la basura: “a la ciudadanía le pediría que fueran más conscientes, y que si tiene documentos que no quieren los donen, documentos de la familia, de alguna empresa, que los donen a una institución para que a futuro sirvan, porque mucha gente los tira porque para ellos solo son documentos viejos.”

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Séptima entrega de “Mujeres en los archivos de Sonora” / Foto: Cortesía | Juan Carlos Holguín Balderrama

Su mayor satisfacción

¿Y tú mayor éxito Chabelita, cuál crees que es? “pues no sé, no tengo el ego tan arriba para responder eso”, bueno, entonces dinos cuál es tu mayor satisfacción… luego de pensarlo un poco, contesta: “pues el archivo del congreso, todavía a veces me hablan del congreso para preguntarme por algún documento, y ya yo les digo donde lo busquen, y lo encuentran…”

Dr. Juan Carlos Holguín Balderrama es director del Boletín Oficial y Archivo del Estado.

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