La vocación mueve voluntades y este es el caso de Zeyda Karina Martínez Fimbres, la protagonista de la sexta entrevista de la serie “Mujeres en los archivos de Sonora”
En esta sexta entrega de “Mujeres en los archivos de Sonora”, traemos la entrevista realizada a una mujer que encontró, sin ella saberlo ni buscarlo, su vocación en los archivos. Desde ese descubrimiento, se ha preparado constantemente por iniciativa propia para hacer su trabajo con el mayor cuidado y de la manera más profesional posible, lo que le ha valido reconocimiento. La vocación, como lo hemos dicho ya anteriormente, mueve voluntades y se convierte en el principal motor de empuje para realizar un trabajo con esmero y dedicación, como es el caso que hoy nos atañe.
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Zeyda Karina Martínez Fimbres es originaria de la localidad Mesa de Tres Ríos – que “también es Sonora”, lema que ella utiliza en sus redes sociales para dar a conocer su tierra- del municipio de Nácori Chico, en la alta sierra de Sonora. En su municipio hizo sus estudios primarios y secundarios, trasladándose luego a la localidad de Casas Grandes, en el estado de Chihuahua, para estudiar la preparatoria y la carrera; no obstante, por diversos motivos tuvo que abandonar sus estudios profesionales en ese lugar, que luego retomó en Hermosillo, en la Universidad de Sonora, donde se tituló como licenciada en Ciencias de la Comunicación.
Una vez concluida su carrera la ejerció un par de años como reportera en una radio de la ciudad, después, en 2007, se integró al equipo de comunicación social de la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (Sidur), donde desempeñó diversos puestos en diferentes áreas -atención ciudadana, oficina del titular, transporte-, hasta que en 2018 y debido a que, nos dice, “la Sidur tenía muchos problemas porque nadie quería encargarse de recibir los archivos que mandaban a la bodega, al sótano… me mandaron a mí.”
La enviaron a esa área sin antes darle ningún tipo de capacitación, coincidentemente, poco tiempo después se publicó la Ley General de Archivos, entonces, nos dice, “me mandaron a leer la ley, pero yo no le entendía nada”. Dado lo anterior, Karina menciona que comenzó “a trabajar con lo que había: un inventario, llegaban las cajas y foliábamos los documentos, pero no sabíamos ni por qué foliábamos… simplemente le dimos continuidad a lo que antes hacían. Hacíamos las transferencias, que no eran transferencias, eran envíos de cajas al archivo de concentración, que en ese tiempo le decíamos bodega.”
Debido a que Karina es una gran conversadora, prácticamente no hubo que preguntarle mucho, ella sola nos iba narrando su derrotero en los archivos, de manera amena y detallada:
“Empecé a trabajar los archivos mal, como en muchas dependencias todavía se hace, porque hay un vacío de información que no tenemos para manejar los archivos y así llegué yo, sin embargo, cuando se aprueba la ley de archivos aquí en el estado… el órgano interno de control envió un cuestionario de auditoría interna de archivos, para entonces yo ya había trabajado el archivo un poquito más, porque empecé a leer y empecé a entrar a cursos gratis del Archivo General de la Nación, para saber de qué se trataba el sistema institucional de archivos y cómo debía yo organizar los archivos, en la pandemia yo tomé todos los cursos y empecé a entender y me empezó a interesar.”
Del apoyo interinstitucional… y de mujeres
Después de su tiempo de autodidacta, de la auditoría interna del órgano de control, de los cursos en línea del AGN, y de descubrir su interés por los archivos, Karina continuó con su educación en archivos en una dinámica de autogestión en otras instituciones y con otras personas, generalmente mujeres.
“El Archivo General de la Nación fue mi primer acercamiento, después con el ISTAI [Instituto Sonorense de Transparencia y Acceso a la Información Pública], a donde empecé a acercarme a la Lic. Yigal Terán y ella me empezó a dar atención para que todo caminara mejor… Tiempo después fue a las oficinas Conny Moya a ofrecer un proyecto, estaba genial el proyecto pero en la Sidur no lo aceptaron… sin embargo hice contacto con Conny y ya cuando tenía dudas, bien linda me las resolvía todas… yo bien agradecida primero con Yigal que me orientó, luego Conny que me sacó de muchas dudas, ella conocía la problemática de la Sidur porque ella revisó los archivos y ella me iba diciendo por aquí, tienes que hacer esto… y pues fue ella [Conny Moya] un parteaguas para yo trabajar correctamente los archivos, conocerla a ella y que ella compartiera sin ningún interés su conocimiento y su trabajo conmigo.”
Afortunadamente, y contrario a lo que sucede en muchas dependencias o instituciones, Karina tuvo el apoyo de sus superiores, lo que le facilitó su desempeño: “Mi jefa en la Sidur [Matilde Shedai González Peralta] me dio mucha apertura, ella sabía que yo no podía estructurar mi área, me dio un nombramiento funcional de coordinadora de archivos, aunque yo no tenía facultad para firmar, ella me firmaba todo y me respaldaba… formé la estructura, hice reuniones, solicité información para el cuadro general de clasificación… Lo que a mí me dieron en los cursos del AGN igualito lo repliqué en la Sidur, para mí el AGN era y es el camino a seguir.”
De su desempeño y sus inicios como instructora
Luego de formar la estructura y hacer el cuadro general de clasificación, comenzó a ordenar físicamente los archivos, en la medida de lo posible debido al personal, el equipo y los espacios físicos: “hicimos transferencias primarias, con todos los requerimientos, lo que sí no me atreví a hacer fueron bajas documentales, no supe cómo en ese entonces… cuando ya empezamos a hacer las transferencias yo empecé a capacitar en Cecap [Centro de Capacitación del Gobierno del Estado].”
Mucha de la gente que conoce a Karina tuvo noción de ella, precisamente, debido a su labor como instructora en Cecap. De la rapidez de su tránsito de archivista en Sidur a capacitadora, nos comentó:
“Durante la pandemia no hallaban quien ofreciera capacitación… nos mandaron una encuesta una vez que hicimos un curso [en Cecap] y ahí nos preguntaron si queríamos dar un curso y yo puse que en archivos y repliqué todo lo del Archivo General de la Nación… nadie quería capacitar en archivos. Empecé a capacitar y entraban de 200, 300 y se quedaban afuera muchos, porque les estaban llegando las auditorías de los órganos internos, entonces los cursos estaban llenos y yo muy contenta, siempre replicando lo del AGN.”
¿Y no te daban miedo las preguntas? “Bueno, cuando me preguntaban algo, primero me aseguraba de contestar lo correcto y le hablaba a Conny. Después de esto, dije, estoy capacitando pero no tengo un documento que me avale, salió entonces [2022] el diplomado del Isap [Instituto Sonorense de Administración Pública] y ahí conocí a la maestra Pati [Patricia Ríos], y ya aterricé todo lo que había conocido en el AGN y en la práctica que tenía, sentí que concreté lo que estaba aprendiendo… le pedí a Paty su número y a cada rato le estaba consultando.”
De su actividad actual
Cinco años después de haberse iniciado en los archivos, de aprender mucho e incluso ofrecer capacitaciones, su desempeño atrajo la atención de la recién creada Oficialía Mayor del Estado, a donde la invitaron a formar parte de sus filas. Karina, sorprendida por la invitación, pero deseosa de aprender más y de cambiar de aires, aceptó.
“En 2023 me hablaron de la Oficialía Mayor para que me fuera a organizar los archivos… la verdad yo sí necesitaba un cambio porque ya tenía 16 años en el mismo lugar… me fui para allá en marzo y me puse a estructurar el archivo… Lo primero que hice fue hacer un diagnóstico para ver cómo estaban organizados los archivos por departamentos, si tenían instrumentos de consulta y control… hice un análisis, hice la estructura operativa, solicité los responsables de archivos de trámite y comencé a dar capacitaciones… hice el cuadro de clasificación con las funciones y atribuciones de la secretaría.”
Pero nunca terminamos de aprender, y Karina ha tenido la fortuna de encontrarse con gente que le comparte sus conocimientos, así, nos menciona que “a partir de octubre de 2023 que llega el maestro Jorge Nacif a oficialía mayor, empecé con una carrera de aprendizaje en la práctica muy satisfactoria, es una persona que no le importa compartir, así como Conny, su conocimiento te lo regala.”
Un archivista debe estar interesado en su trabajo
Para Karina, un archivista más que ser un egresado de alguna carrera especializada debe ser alguien interesado en su trabajo, en aprender, en desarrollarse y tener pasión por los archivos:
“Un verdadero archivista es una persona que tiene interés en mantener ordenado el archivo, para que ese orden pueda reflejar el trabajo que hace el gobierno. Un archivista tiene que tener pasión por los archivos… tiene que interesarse por lo que hace su dependencia, conocer su dependencia, su reglamento interior, sus manuales de organización… el archivista tiene que estar en todo, conociendo la unidad, cómo trabajan sus responsables de archivos de trámite… tiene que aprender de otros y aplicar ese conocimiento… estar interesado constantemente porque todo está cambiando”.
De sus retos… la falta de voluntad y la jefatura de familia
“El mayor reto al que me he enfrentado es a la falta de voluntad de algunas autoridades, no de todas, si ha habido voluntad, me ha tocado con algunas que están bien dispuestas a que se haga el trabajo archivístico como lo marca la ley… pero no ha habido al 100% una voluntad, te lo voy a decir en una sola cosa: no se han nombrado coordinadores ni directores generales de archivos en las dependencias, esa es falta de voluntad, y tiene que hacerse porque la ley lo exige.”
Al ser interrogada si ha tenido retos en tanto mujer, luego de pensar unos segundos nos contesta: “Afortunadamente he tenido mucho apoyo, tuve jefa mujer y me apoyó bastante, no creo que haya sido por el hecho de ser mujer, sino por el hecho de que es una persona profesional. Creo que sí me han dado mi lugar desde que entré al archivo, han valorado mi trabajo. Retos por ser mujer… En realidad mi único reto es personal, ser mujer no solo es trabajadora de los archivos, es ser jefa de familia… Ese ha sido mi mayor reto, complementar el ser profesionista y ser jefa de familia, complementar las dos actividades, porque sí he tenido que rechazar trabajo por ser jefa de familia y a la vez sí necesitaba percibir más por ser jefa de familia.”
De los retos archivísticos en Sonora
Al hacer un intento de balance del reto que enfrenta la archivística en Sonora, la conservación de los acervos y el desenvolvimiento de las y los archivistas, Karina concluye que, para ella, el mayor reto en Sonora, y casi en todas partes, es “organizar físicamente los archivos”, y nos explica:
“Puedes tener tus instrumentos [de control y consulta], si tú le preguntas a cualquier dependencia la mayoría te van a decir que tienen su instrumento de clasificación, su cuadro general y su Cadido, pero si vas a su oficina y les dices a ver vamos a ver tu organización de acuerdo a tu cuadro… ¿dónde están? No hay organización de los archivos de trámite y concentración… salvo ciertas excepciones. La mala organización documental es en todas las áreas.”
Por lo anterior, y como ya otras entrevistadas nos lo han mencionado, Karina indica que ella les pediría a las autoridades que simple y sencillamente cumplan con la ley:
“Es tan sencillo como que tienen la autoridad para hacerlo… hacer modificaciones a las leyes que permitan la aplicación de la ley de archivos, que permitan darle a cada dependencia un área de dirección general de archivos con voz y voto, con presupuesto para operar y con autoridad, [porque] los archivos es su prueba de que están trabajando y que lo van a dar a conocer a los ciudadanos, que lo van a transparentar, porque la ley de transparencia va de la mano con la ley de archivos”.
Por otro lado, menciona que a la ciudadanía le pediría que cuestione a las autoridades, que pregunte qué se está haciendo con sus impuestos, con lo que cada ciudadano aporta “pero que no cuestionen de palabra, que soliciten un documento, porque esos documentos los tenemos… la ciudadanía va a hacer que se deban organizar, que se deban conservar, que se deban preservar los archivos con sus solicitudes, con su interés hacia lo que se hace, pidiendo información, solicitando información… por ejemplo en la escuela iban a hacer unas modificaciones, o hicieron unas modificaciones, pero a ver dónde dice cuántos recursos van a operar, mándenmelo por escrito… y también que se interesen por la historia contemporánea… porque en el futuro sus hijos ¿qué van a consultar?... para que también haya presión acá [en el gobierno].”
El caso de Karina, hay que decirlo, es admirable, con retos y limitaciones, como lo señaló en la larga charla/entrevista que sostuvimos, logró concluir sus estudios profesionales, desempeñar por años diversos puestos a la par de compaginarlo con su trabajo como jefa de familia, para finalmente descubrir su gusto -convertido en pasión- por los archivos, y autogestionar su estudio en los mismos.
“Me gustan mucho los archivos, me concentro mucho, les entiendo… es algo a lo que me quiero dedicar de por vida”, nos comentó emocionada.
