En el año de 1627 se fundó el pueblo de Bacanora por el misionero jesuita Pedro Méndez; posteriormente, en 1932, adquirió la categoría de municipio. Está ubicado en la sierra alta de Sonora y es reconocido por ser el mayor productor de la bebida típica que lleva este nombre en todo el estado.
Por este motivo fue que un grupo de jóvenes se unió para dar difusión al bacanora y promover las prácticas de producción de maguey, así como sus derivados.
Es por ello que el próximo 28 de octubre se llevará a cabo la recaudación de fondos para producir un documental referente al municipio y su gastronomía, con el apoyo de la asociación civil Cenko (Con-ciencia y cultura), Colectivo Sonora Silvestre y La Casa del Bacanora Aguamiel.
El producto fue seleccionado por tener un destilado de agave originario de Sonora, caracterizado por su historia de lucha y resistencia durante 70 años de ilegalidad, siendo una bebida con años de tradición y que es reconocida como el bacanora de Sonora, compartieron los encargados del proyecto: David Alejandro Gastélum Gurrola, Lea Carolina Ibarra Wenglas y Mariana Valeria Cañedo Montaño, quienes forman parte de la dirección del Colectivo Sonora Silvestre.
“El objetivo del Fondo del Bacanora para el Desarrollo Sostenible es guiar a la industria del maguey y sus derivados, principalmente el bacanora, a través del desarrollo sostenible, integrando los componentes sociales, económicos y ambientales; además, promueve la conservación de los servicios ambientales que el maguey provee tanto a la sociedad como a la biodiversidad, también busca restaurar el hábitat del murciélago magueyero menor, especie migratoria que sirve como “sombrilla” para proteger diversos ecosistemas”, mencionó Daniel.
La finalidad del proyecto es trabajar de manera conjunta con el sector productor de maguey/bacanora, el Consejo Sonorense Regulador del Bacanora del Gobierno del Estado y la organización promotora del cuidado ambiental y la sostenibilidad, asimismo impulsar la industria del bacanora de manera que se beneficie al medio ambiente y su público.
“La dinámica consiste en el compromiso de los productores miembros del fondo para la producción responsable bajo lineamientos ambientales con actividades como destinación de plantas para los servicios ambientales, una red de monitoreo para plagas asociadas al maguey, establecimiento de bebederos para fauna y la creación de cercos vivos y jardines educativos como bancos de semillas para la conservación de la diversidad genética”, explicó.
A futuro se espera desarrollar un modelo sostenible para la producción de la bebida, que podría replicarse en todo el estado; asimismo se adaptarse a otras industrias derivadas de la producción primaria, además de promover la cultura de Sonora a través del bacanora y al mismo tiempo cuidar de la naturaleza y las especies.
“Para el equipo es una satisfacción enorme tener la oportunidad de trabajar con especies nativas de la región que cargan con una herencia cultural tan importante, así como tener la oportunidad de apoyar economías y comunidades locales, frecuentemente rezagadas por la producción industrial. Creemos que la interacción de todos los sectores dentro de un mismo fin tiene el potencial de alcanzar un impacto mayor y todo este proceso ha sido y sigue siendo un gran aprendizaje para nosotros”, señaló.
Los jóvenes consideran que el apoyo de la comunidad ha sido muy positivo, ya que han conocido acerca del trabajo que se hace con el bacanora y los murciélagos.
También contemplan brindar educación ambiental por medio de pláticas, talleres y otras actividades para conocer sobre ecosistema y la importancia de su cuidado.
Para más información acerca del proyecto y otros programas de la organización pueden dirigirse a la página de www.cenko.org o bien, por medio de las redes sociales del Centro de Colaboración para la Ciencia y Cultura o Colectivo Sonora Silvestre.
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“Queremos agradecer a todo el equipo del Centro de Colaboración para la Ciencia y Cultura A.C. por trabajar con nosotros en este nuevo proyecto, así como a las organizaciones e instituciones que nos han apoyado y guiado en el proceso, Bat Conservation International, Borderlands Restoration Network, el Consejo Sonorense Regulador del Bacanora y por supuesto a la Universidad de Sonora; también queremos agradecer a los productores de bacanora y todos los que conforman la industria que ha permitido que prevalezca a través de los años a pesar de las dificultades y que ahora buscan el equilibrio entre la producción y la conservación de la naturaleza, todo el bacanora es de Sonora”, finalizó.
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