Con una fuerte influencia del entorno del desierto y de la cultura sonorense, pero también por su gusto por la antigua cultura maya, su afición por los demonios y su gusto por el Heavy metal, las calaveras con su intrigante forma y con tendencia a los colores oscuros, Roberto Carretas Chávez es un artista plástico con una proyección que ha ganado en base a la calidad de su trabajo.

Su trabajo en general se sustenta en el dibujo, es su punto de partida y desde donde va expresando todo lo que trae dentro, de ahí ya es capaz de brincar a otras instancias y materiales para reflejar obras con mucha profundidad e impacto visual y ese gusto por ir creando líneas con un sentido determinado lo empezó a desarrollar desde muy pequeño.

La vida y algunos buenos consejos lo llevaron a la Universidad de Sonora a estudiar en la escuela de Artes Plásticas y fue ahí donde empezó formalmente a practicar y desarrollar su lenguaje a través del modelado, la escultura y de la pintura: después de eso ya no ha parado de estar creando, salió de la Unison en el 2012 y desde entonces, muchas veces desde la autogestión y la colaboración con colegas ha montado algunas exposiciones colectivas y ya prepara una propia para este año.

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Sus inicios

“Fue ahí primordialmente donde comencé a acercarme ya bien y conocer qué era una plumilla y cómo la debo de usar, ahí fue realmente donde en el ámbito académico inicié y ya luego que acaban, antes duraba cinco años la carrera, pero se acababa y no sabes qué hacer, dónde ofrecer tu trabajo, no es tan fácil, pero ahí te vas abriendo camino para vivir, porque está muy duro, algunos se dedican al muralismo, otros a dibujar rostros, la verdad para todos nace el sol”, relató el artista.

Mencionando el tema de los murales, le da gusto ver cómo el centro de la ciudad ha cobrado vida y con colegas suyos que están haciendo trabajos de murales en diversas construcciones y sin duda eso embellece el panorama, que estuvo abandonado por muchos años y así hay muchas iniciativas donde los artistas se ven involucrados, como galerías, colectivos e instituciones públicas.

La inspiración para crear

El entorno cuenta en cualquier artista, lo que ve, lo que palpa, lo que saborea y huele, provoca cosas antes de cada creación y aunque se considera al sonorense como una persona muy comprometida, metida, orgullosa e identificada con estas tierras, Roberto Carretas lo considera como algo natural, pues se vuelve parte de tí todo eso que te rodea.

“Muchas veces dicen, ya deja de dibujar sahuaros y todo eso, y es que las paletas, los colores aquí van a estar como lo que vemos todos los días, estoy seguro que si alguien está pintando ahora un atardecer rojo en la playa con el Tetakawi aquí atrás, y se va a vivir, no sé, a un lugar frío y nevado, esa paleta va a cambiar, es innegable, va a empezar a hacer azules, va a empezar a hacer fríos” aseguró el artista en entrevista exclusiva para El Sol de Hermosillo.

Otro aspecto a considerar es el estado de ánimo de cada artista y se va a ver reflejado en su obra, es inherente, ahí cada quien hace lo que le va naciendo y lo que le plazca, a menos que sea un pedido especial y ahí es donde tienen que dejar eso de lado, pues en esos casos se tiene que hacer exacto lo que el cliente está solicitando, por lo que está pagando.

Técnicas y materiales que más usa

“En técnicas, las pinturas de agua, porque el aceite, los óleos y todo eso se me parece muy difícil y en el agua es un poco más fácil, yo siempre desde que empecé a dibujar utilizaba siempre el negro, dibujaba un paisaje y ahi iba con el negro, pero hace poco entré con un maestro muy bueno y empecé a ver cómo pintar como pintor, a no usar el negro así directamente de la botella, si no hacer diferentes tonos de negros y no está mal, vamos a usar el negro, pero también está suave saber lo otro y eso fue porque me había dedicado mucho al grabado”, relató “El Carretas”, como se le conoce debido a su apellido.

Roberto tiene una gran pasión por el grabado, sus técnicas y sobre todo esas formidables impresiones que llegan al final, el grabado tiene una línea muy fuerte y la línea es un elemento que a él le gusta mucho, de ahí parte mucho de su trabajo con el linóleo, la tinta y todos los procesos del grabado, que siempre piden mucha exquisitez y son esos los detalles en donde él pone especial atención para obtener el resultado que está buscando.

“La base de lo que hago es el dibujo, siempre va a ser el dibujo, pintar o dibujar a la persona así tal cual, o un animal, o el lugar donde estás, ya de ahí partes, lo puedes hacer en linóleo, hacer en pintura, realizar en muchas técnicas un solo dibujo, bueno, así lo abordo yo, no sé otras personas que se dediquen a eso también, el grabado, la verdad es como más alquímico, es todo un método de impresión y hay muchas técnicas”, describió el Carretas.

Sus primeras exposiciones

En conjunto con colegas, en el 2012, recién desempacado de la universidad y enfrentándose de frente al hostil campo laboral, decidieron unir esfuerzos para armar una exposición y empezaron a gestionar espacios y al final consiguieron montar 4 exposiciones en diferentes lugares y cerraron con 70 artistas, aproximadamente, involucrados, donde se podía apreciar un sinfin de técnicas, estilos y materiales.

“Estuvo muy bien porque era una obra muy extensa, se llamó ‘Exposición del fin del mundo’ y al final no se acabó el mundo, era por eso de la profecía Maya y todo el delirio de esos años con que el mundo se iba a acabar, éramos muchos en la primera apenas éramos como 8-9 artistas y fue en el Museo de la Universidad de Sonora con Ariel Silva”, recordó el pintor.

Después fueron a la Sala de Arte del ISC y ahí ya eran 17 o 18 artistas involucrados, luego llegó la Galería de Artesanos Hidalgo y ahí subió el número a 25 y en la última que fue en el Centro de las Artes de la Unison, llegaron prácticamente a las siete decenas de colaboradores.

“Seguí participando con amigos en los colectivos y yo sólo he hecho unas siete exposiciones aquí en Hermosillo y otras en Nogales, en Álamos, en el Festival Alfonso Ortiz Tirado y en otros lugares también y para mediados de noviembre de este año estoy preparando una en Nogales, ‘Estudios de color’ es tentativamente el nombre que le quiero dar, además que estoy trabajando en este pequeño libro que aún le falta mucho trabajo”,

En estos “Estudios de color” presentará algunas obras originales y otras que ha retomado que le gustaron de internet, o de otros libros, dándole su toque especial, impregnándole su estilo y darle coherencia a todo este trabajo que estará poniendo bajo el escrutinio público a finales de año, con ciertas tendencias que a él le fascinan como las calaveras y el estudio meticuloso de sus formas.

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“Lo único real y absoluto será al final de cuentas para todos y cada uno de nosotros, es la muerte, ahí no hay escapatoria ¿y cómo representan la muerte?, pues con una calavera y no es más que un delirio mío, está presente en muchas culturas, en el calendario mesoamericano hay un día de muertos, por ahí va la cosa en cuanto a la muerte, ya los demonios es más por la influencia de la música que escuché, el metal”, afirmó.

“Siempre estaré agradecido con mi familia, mis padres amados, a mis hermanos, a mi novia Gabby Andrade y a mis amigos que se dedican a esto en un 100% porque es difícil, ya lo he hecho y sí tiene que ser de mucho corazón, porque te pueden arrollar los gastos, está es una búsqueda constante, es de andar llamando, yo creo que en este mundo no importa qué tanto sepas si no tienes conexiones, entonces esas relaciones son las que nos salvan de no morir en la miseria todos los artistas, pues bueno, gracias”, finalizó.

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