Un desierto para la danza 2022 convoca al disfrute por la vida y el movimiento

Un escenario, cuerpos que se mueven y se liberan para bailar y hacer reflexionar a los espectadores, son las propuestas de esta temporada

Valeria Ruiz | El Sol de Hermosillo

  · lunes 26 de septiembre de 2022

el festival internacional Un desierto para la danza se presenta en su edición número 29 / Foto: Carlos Villalba | El Sol de Hermosillo

El Festival Internacional Un Desierto Para la Danza 2022, regresa con su edición número 29, para mostrar que el camino es el seguir bailando y disfrutar de la vida, en los primeros días de sus presentaciones hubo distintas producciones.

Algunas de las coreografías que se han presentado son Seca, de Ana Villarreal; Paisaje, Anónima, de Melva Olivas; Preagón, de Katur Bejarano; De ejes, por Gabriela Ceceña, entre otras.

En esta ocasión se hablará de una de las obras que se expusieron en el primer día, el evento comenzó y los presentes encontraron a tres mujeres, en el escenario acostadas, sin moverse, una de ellas estaba suelta y las otras dos atadas entre unas varas de madera que daban la impresión de ser una soga.

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Al continuar con su interpretación, todo se iba soltando y las personas despertaban, esta obra está a cargo de la artista sonorense Melva Olivas, y lleva por nombre “Paisaje”.

Esta es sobre el proceso de observar, una propuesta estética minimalista, de movimientos, de reflexiones que cruzan el escenario. Las mujeres se muestran sin ropa de la cintura para arriba.

el tradicional evento dancístico y cultural regresa a su modalidad presencial después de dos años de pandemia / Foto: Carlos Villalba | El Sol de Hermosillo

Ir desnudas del torso no es para provocar, sino para enaltecer la diversidad de los cuerpos femeninos; las artistas detrás de esta interpretación son Daniela Urías, Rocío Reyes, y Miranda García.

La música que tienen es de corte vanguardista; el objetivo es moverse de manera lenta mostrando el control absoluto del cuerpo. Cada movimiento, cada detalle tiene un por qué.

La siguiente obra que se expone es Anónima, de Jésica Elizondo, finalista del Premio Nacional de Danza Guillermo Arriaga y de Melva Olivas: es un receptor de memorias colectivas, de experiencias que todas las mujeres atraviesan.

En esta puesta, los espectadores son testigos de un lenguaje dinámico, del movimiento poético como acción escénica, y en este caso son cinco mujeres danzantes, corren, giran, y se abrazan.

Ir desnudas del torso no es para provocar, sino para enaltecer la diversidad de los cuerpos femeninos / Foto: Carlos Villalba | El Sol de Hermosillo

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Ambas coreografías tienen un enfoque de perspectiva de género, en la segunda buscamos ver las experiencias vividas por mujeres, es un recipiente de memorias y momentos vividos por las mismas.

Los espectadores son testigos de un lenguaje dinámico, del movimiento poético como acción escénica / Foto: Carlos Villalba | El Sol de Hermosillo

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