Adrián Rivera Morales no se desanima por la cuarentena y trata de aprovechar su tiempo para pasarlo con su familia y recuperarse de una lesión sufrida en las giras europeas.
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El saltador de longitud sonorense y menor de los hermanos Rivera Morales (Édgar y Luis Alberto, ambos olímpicos), pasa el paro deportivo en su natal Agua Prieta.
“Me vine a Agua Prieta para aprovechar el tiempo con mi familia, y aunque los entrenamientos han disminuido bastante en cuanto a intensidad, por la dificultad de salir de casa a ejercitarme, seguimos preparándonos a base de fortalecimientos y saltos pliométricos para mantener la potencia y explosividad”, explicó.
Adrián se encontraba en la ciudad de Monterrey, Nuevo León, donde recibía terapias para recuperarse de un esguince de segundo grado en uno de sus tobillos, tras lesionarse en unos eventos desarrollados en Europa en los meses de enero y febrero.
“La última competencia que tuve fue en Estocolmo, Suecia, ahí sufrí la dolencia en un calentamiento previo a los saltos oficiales, y debido a eso no pude terminar mi participación, antes de ese certamen vi acción en Nantes, Francia, y finalicé quinto al marcar 7.56 metros”, detalló.
Rivera ha sido dos veces campeón nacional, colgándose oro en 2018 y 2019 en su especialidad, por lo que confía mantener su buen ritmo cuando la contingencia sanitaria provocada por el Covid-19 llegué a su fin y pelear por conseguir un boleto rumbo a Tokio.
“Para poder pasar a los Juegos Olímpicos necesito (en salto de longitud) 8.22 metros, el cual pide la World Athletics (anteriormente llamada IAFF por sus siglas en inglés), y mi mejor registro es de 7.83 (lo hizo en el 2019), por lo que creo que el año siguiente sería posible conseguir la marca”.
“Considero que este tiempo en aislamiento será clave en mantenernos activos para no perder todo lo ganado hasta el momento pues no habrá tiempo de descansar si se quiere conseguir ese boleto a Tokio”, afirmó.
Atleta universitario
A sus 26 años de edad, Adrián ha participado en dos universiadas mundiales, además de conseguir una medalla de bronce en Juegos Panamericanos Universitarios, por lo que sabe la importancia de volver a los entrenamientos cuando esto culmine.
“Desde mi punto de vista fue una decisión acertada (aplazar los eventos deportivos entre ellos los Juegos Olímpicos), era muy riesgoso juntar a tanta gente en un mismo lugar en esta situación. Además, en lo personal, sentí un alivio porque debido a la lesión había detenido mis entrenamientos por un tiempo, lo que hacía más difícil conseguir esa marca”, mencionó.
De igual manera, invitó a otros deportistas sonorenses de cuidarse en esta pandemia, no exponerse y mantenerse en ritmo físico dentro de lo posible.
“No habrá ninguna competencia a la cual prepararse si esta eventualidad sigue empeorando, así que continúen entrenando en casa lo mejor que puedan y no bajen la guardia en ruta a las próximas competencias”, finalizó.