El tema calientito en el mundo del deporte es cuando el cien por ciento de los competidores podrán marcar su regreso a las actividades, o al menos, a los campos de entrenamiento para no perder condiciones de cara a un 2021 que representa entre otras cosas un año olímpico.
Y es que la actividad física en todos sus niveles es muy socorrida en estos momentos, ya que representa un escape de la rutina para quienes están en casa todo el tiempo y más aún, el ejercicio mantiene el sistema inmunológico más activo y eso previene mucho de los males frente a tiempos de pandemia.
Una persona con discapacidad representa un mayor riesgo frente a los tiempos que estamos viviendo, ya que aunque aparentemente el Covid-19 sólo ataca el sistema respiratorio, hay condiciones que aceleran el riesgo en enfermedades como el raquitismo renal, condición que afecta más que todo al sistema óseo, pero esa disfunción de los riñones puede acelerar las complicaciones si se contrae el coronavirus.
En el caso de discapacidades motrices, es necesario que las personas utilicen aparatos como bastones, muletas o sillas de ruedas, los cuales también están expuestos a portar el virus y el contacto permanente con el usuario lo convierte en un blanco fácil.
Definitivamente la situación es muy complicada para todos ya que el virus brinca por donde menos se lo espera uno, pero en una persona que utiliza distintos implementos para desplazarse el riesgo se duplica y por ende los cuidados deben ser más rigurosos.
Espacios más amplios
Desgraciadamente nuestra sociedad apenas está queriendo entender y ayudar a las personas con discapacidad, razón por la cual muchas casas están hechas sin contemplar que la habite una persona con estas características y las puertas en ocasiones no tienen siquiera el ancho necesario para que pase una silla de ruedas, ni qué decir los baños y la falta de accesos como rampas en las esquinas de cada cuadra, para que los usuarios con capacidades diferentes se muevan con libertad e independencia.
Muchos centros deportivos en la entidad no cuentan con estas características porque simplemente las autoridades competentes y sus equipos de arquitectos no piensan en estas necesidades en espacios públicos.
Eventos como Teletón buscan además de los apoyos económicos para mantener en funcionamiento los hospitales CRIT, crear conciencia en las personas no solo para tener siempre este tipo de facilidades que no aumentan el costo de ninguna construcción si ésta se plantea desde el principio, sino que sean respetadas ya que en todos lados podemos ver personas estacionadas justo en estas rampas de acceso, así como banquetas lo suficientemente anchas para el desplazamiento de una persona en silla de ruedas y no sólo pensar en los peatones comunes.
Tarea complicada
Si para muchas ligas deportivas profesionales que cuentan con capitales millonarios ha sido complicado el regreso seguro a las actividades, imagínense ustedes cómo será para el deporte adaptado cuyo presupuesto, al menos México, es menos que reducido.
Se sabe que al menos en la entidad sonorense el problema del coronavirus todavía da para una buena cantidad de tiempo, pero no por ello se deben mantener el margen los planes para la reactivación del deporte adaptado en los espacios pertinentes y con el personal adecuado para mantener el nivel competitivo.
Será necesario esperar pacientemente dicha reactivación y que organizaciones como el Comité Olímpico Internacional consideren igualmente los Juegos Paralímpicos entre sus planes de eventos previos, ya que las etapas clasificatorias deberán comenzar sin demora a principios de 2021, ya que el verano llegará más rápido de lo que pensamos para este magno evento.
Futuro incierto
Considerando el tamaño de las casas en fraccionamientos populares, habilitar espacios para el deporte adaptado resulta prácticamente imposible, y ni qué decir de la transportación especial para este tipo de usuarios y los recintos deportivos que en muchos casos permanecen cerrados.
A esto hay que agregar que la segunda oleada de la pandemia ha entrado con todo en estados como Sonora y el “quédate en casa” vuelve a ser una recomendación recurrente en las autoridades nacionales de salud.
La proximidad de eventos como Juegos Paralímpicos y campeonatos internacionales dejan ver que los deportistas con capacidades diferentes no contarán con el apoyo necesario para cumplir con la agenda 2021 que más allá de la crisis sanitaria se viene otra económica y el primer presupuestos para la actividad física que se corta es precisamente este.
La esperanza
La luz al final del túnel que este tipo de deportistas tienen es que entramos en un año de competencias electorales, donde muchos políticos en campaña gastan importantes sumas de dinero para quedar bien con la gente, y qué mejor que invertir en este rubro y rescatar el deporte adaptado.
Tener en Sonora atletas de altísimo rendimiento como Rebeca Valenzuela y el veterano Luis Alberto Zepeda, acapara la atención en muchos medios de comunicación para que no se olvide a estos hombres y mujeres que han representado dignamente a México.
Eventos como el Teletón y el apoyo que muchas empresas millonarias dan a esta causa, permitirá que el tema se ponga en la opinión constante de las personas que en un futuro no muy lejano clamen también por que se apoye la reactivación de esta importante área del deporte.
Ojalá los medios de comunicación deportivos otorguen más espacios para los reclamos de los atletas adaptados que en muchos de los casos, también podrían irse reintegrando con competencias online, así que hay que inyectar este interés en aficionados, directivos y público en general.
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Más allá del alto rendimiento y de la cantidad de medallas que estos atletas puedan producir para un Estado o país, se debe seguir promoviendo la actividad física de todos y cada uno de los habitantes sin excepción, para lo cual es necesario antes que otra cosa que se respeten los espacios destinados para las personas con alguna discapacidad, y que puedan hacer uso de pistas, canchas y equipo de ejercicio, cuidando desde luego la integridad en su salud.
