El saltador de altura sonorense, Édgar Rivera, replanteó su futuro, dentro y fuera del deporte, durante la presente pandemia que azotó al mundo, alcanzando sus segundos Juegos Olímpicos, donde quiere mejorar lo conseguido en Río 2016.
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El oriundo de Agua Prieta ya se encuentra en la sede olímpica, en la que será su segunda experiencia en la máxima justa, llegando a Tokio por la vía del ranking mundial, al quedar en el puesto 30 de los primeros 32 del mundo.
Rivera Morales, quien proviene de Colonia, Alemania, donde reside desde hace varios años y se concentra en el Centro de Alto Rendimiento de Saltos, buscará superar las marcas que consiguió en su primera experiencia olímpica.
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Tan sólo este año, el sonorense logró superar la barrera de los 2.30 metros, lo cual es una marca personal y que lo pone, en teoría, cerca de pelear el medallero, pues en Río, la medalla de bronce fue para Bohdan Bondarenko, quien registró 2.33.
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Rivera sabe que estos juegos significan todo ese trabajo que ha realizado por años y el cual espera se pueda ver reflejado en una competencia que se vivirá este próximo domingo 1 de agosto en el Estadio Olímpico de la capital nipona.