El boxeo como esperanza de vi- da. El boxeo como esperanza de futuro. Este deporte es la base central del documental Golpes Duros, del director José Luis Palma, quien cuenta las historias de vida de varios reos de la Ciudad de México quienes encontraron en el pugilismo una forma de mantener su mente ocupada y ver una oportunidad de alcanzar un sueño cuando cumplan su condena.
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"El Panda" y "El Pollo", por mencionar algunos protagonistas, son personas que tras cometer un delito fueron puestos en prisión, y fue el boxeo la actividad que les brindó esa vía para captar su energía.
Ellos, junto a otros compañeros, se entrenan como lo haría un boxeador y se preparan para los torneos que realizan dentro de las prisiones.
El deseo, la esperanza y la historia de vida de cada uno de ellos se adorna con cada golpe, gota de sudor y sangre que les sale al subirse al ring.
LOCAL
En Hermosillo también se efectúan pe- leas dentro del Cereso, y los reos de ese reclusorio también miran en el boxeo la oportunidad de crecer.
En el 2015, Jesús y Ricardo participa- ron en una función de exhibición en la prisión de Hermosillo. Ambos, que cumplían su condena, perdieron sus compromisos, pero su motivación por seguir boxeando en la libertad, se mantenía.
Y es que el boxeo tiene la particulari- dad de dar oportunidad a los más necesitados.
"Me está agradando esto, y sí me aferro, porque allá afuera una peleíta o dos y ya te pagan, profesionalmente, y no cualquiera hace esto", dijo en aquel entonces Jesús, quien cometió el delito de robo con violencia.
INTERNACIONAL
Mike Tyson es un ejemplo, mismo que se pone en el documental, junto a Bernard Hopkins, de haber estado en prisión y figurar en el deporte de los puños.
Tyson fue delincuente desde niño y pasó tiempo privado de su libertad. Su historia toma un giro cuando conoce a Cus D'Amato, su entrenador quien lo llevaría por el camino correcto hasta convertirlo en el campeón mundial más joven de la historia de los pesos pesados, con 20 años de edad.
Y si bien hay más casos de éxito como el de Mike Tyson, la realidad en México es más complicada, incluso para aquellos que quieren ser boxeadores y no han estado en prisión. Con peleas disparejas o malos pagos (o a veces sin pagos).
Pero el boxeo tiene su particularidad: la lucha. Y mientras quienes estén en prisión continúen su lucha interna, la esperanza la mantienen. Ya lo dijo el escritor JR Moehringer: todos luchamos por algo todos los días, ya sea una enfermedad, un mal profesor, un mal trabajo, una mala pareja... y todos nos exhortan a luchar, profesores, políticos, sacerdotes... pero solo los boxeadores nos enseñan cómo hacerlo.