Cuando el veterano mariscal de campo, Tom Brady, firmó un contrato como agente libre con los Bucaneros de Tampa Bay, mucho se especuló sobre qué podría aportar a una franquicia con hambre de triunfos, no sólo dentro del emparrillado, sino también afuera. Tras su firma con el conjunto de Florida, fueron varios los jugadores que voltearon a ver la franquicia, como una posible opción de la cual formar parte, ha esto se le conoce como el Efecto Tom Brady.
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El mayor ejemplo de todos, se dio durante la tarde del pasado martes, cuando Rob Gronkowski, uno de los mejores alas cerradas de los últimos tiempos, decidió salir de su corto retiro para llegar con Tampa Bay.
Brady y Gronkowski fueron una pareja temible durante varios años en la NFL, donde consiguieron conquistar tres anillos de Super Tazón.
El ala cerrada, explicó a Patriotas de Nueva Inglaterra, equipo al cual pertenecían sus derechos por una temporada más, que sólo regresaría del retiro con Tampa Bay, confirmando que sólo vuelve para estar al lado de su gran amigo y compañero.
Patriotas y Bucaneros negociaron de manera discreta, mandando a “Gronk” y una séptima ronda del draft a la bahía por una cuarta ronda.
Gronkowski, cumplirá 31 años este próximo mes de mayo, se había retirado de la NFL en el año 2019, poniendo fin a una exitosa carrera de nueve años en una combinación junto a Brady y Bill Belichick.
Bucaneros esperan que la dupla entre Brady y “Gronk” hagan aunque sea una mitad de lo realizado en Patriotas, donde conectaron para 90 pases de anotación y superando las mil yardas por recepción en cuatro temporadas.
Tampa Bay no ha podido llegar a playoffs desde el 2007, siendo esta la segunda peor racha, tan sólo después de Cleveland.
La NFL al igual que el resto de deportes a nivel mundial, se encuentra suspendida y a la espera de poder iniciar su competencia sin problemas.