Tokio 2020 se acerca y la atleta paralímpica sonorense, Rebeca Valenzuela afina los últimos detalles en lo que será una nueva oportunidad de demostrar que es la mejor del mundo dentro de su disciplina.

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Valenzuela Álvarez habló con El Sol de Hermosillo, respecto al gran año 2019 que vivió, sus inicios en el deporte y sus proyectos para llegar de la mejor manera a la máxima competición paralímpica.

“Estamos muy contentos porque la espera es muy larga, estamos hablando de cuatro años para un ciclo, hemos trabajado tres años ya, llevando el proceso clasificatorio para Tokio”.

“Me siento bien, estamos ya próximos para salir a nuestra primera competencia del año, el 8 de marzo nos vamos a Dubái, parte del Grand Prix, es un serial”, comentó.

La lanzadora de bala y jabalina, también estará en Nayarit para un festival de lanzamiento, así como otro Grand Prix en el mes de mayo en Polonia, además de una competencia en Italia, Campeonato de Primera Fuerza en México y unas confrontaciones en Cuba, previo a su viaje al campamento en Hiroshima, Japón.

Rebeca obtuvo su clasificación a Tokio desde Juegos Panamericanos, tras lanzar 13.39 metros, posicionándose en el tercer lugar mundial.

“Este año la proyección es diferente, ya lo habíamos querido intentar antes, pero por lesiones y otras cosas no habíamos podido hacerlo, pero nos animamos por este ciclo, entrarle a las dos”.

“Hay grandes posibilidades, en el Mundial pasado, sin meterle mucho enfoque a la jabalina, llegamos al quinto lugar y con la eliminación de los rusos, eso me sube al cuarto y nos estamos preparando bastante, la idea es poder dobletear”, aseguró.

Ambos ejercicios son totalmente diferentes, por lo que han tenido que agregar ciertas cosas a sus entrenamientos habituales, para poder buscar un mejor funcionamiento también en jabalina.

“Estamos obteniendo el apoyo de una especialista en jabalina, otra entrenadora, estamos fortaleciendo, haciendo muchos ejercicios, es lo que hemos agrupado a nuestro entrenamiento, sí, estamos modificando un poco ciertas cosas”.

“Tuve una lesión en la espalda, tengo una hernia, entonces hemos tenido que modificar muchas, peso que hacíamos antes muy necesario para la bala, estamos tratando de diversificar para tratar de no presentar molestias y poder seguir entrenando”, explicó.

Gran 2019

Para Valenzuela, el año pasado fue de grandes cosas para ella, pues recibió el Premio Estatal del Deporte (mismo que no había podido conseguir) y se colgó medallas importantes.

“El año 2019 empezó muy bien, porque después de que fuimos a Dubái en el mes de febrero, me nominaron para ser la Mejor Atleta del Año en el continente, fue así como una apertura con muy buenas cosas, desde ahí lo empecé a disfrutar”.

“En marzo fuimos a San Diego a una competencia convencional en una universidad, donde mejoré mucho mi marca, de hecho esa marca no me la hicieron oficial en el ranking porque fue la Federación Mexicana de Atletismo, pero ahí mejoré mi marca personal”, afirmó.

Por si fuera poco, después logró su pase en jabalina para Juegos Parapanamericanos, donde ganó una medalla.

“No esperaba poder dobletear como en Toronto 2015, fue un trabajo muy sólido, muy bonito de mi entrenador y su esposa, porque ella es la especialista en jabalina y los resultados se dieron”.

“Culminamos en el Mundial en el mes de noviembre, previo a mi competencia, un problemita de salud con mi entrenador, ese día yo me tuve que ir y él se tuvo que ir al hospital en una ambulancia, yo no me justifico, me sentía mejor preparada para encarar esa competencia”, declaró, pues su entrenador había sufrido un preinfarto.

Pero el momento culminante del año para Rebeca fue claramente ser galardonada con el Premio Estatal del Deporte.

Lista para Tokio

Valenzuela debutó en terreno olímpico en Londres 2012, quedando en la cuarta posición, para después colgarse el bronce en Río 2016.

“Mi proyección, si bien es buscar las dos medallas, es mejorar el color de la misma, no te puedes quedar ahí, decir que mi sueño ya lo cumplí, no te puedes quedar sentado hasta que llegue la hora de morir, uno siempre se está innovando y los sueños están a la vuelta de la esquina”.

Fuera del Deporte

La lanzadora también sueña con proyectos más a futuro, “ya terminé la carrera y quiero estudiar la maestría pero después de los Juegos, en 2021 está el Mundial y después está un año muerto, entonces me da el tiempo de poder estudiar y entrenar”.

“Me gustaría en alguna diligencia del deporte y que mejor que aquí, uno vive las carencia, nadie te las cuenta y sabe lo que uno necesita, me gustaría trabajar en Codeson, al menos, como dirigente”, expuso.

También habló sobre su vida diaria fuera del deporte, “en un día normal me levanto a las 6:00 de la mañana, me hago mi proteína, no me gusta desayunar e irme cargada a entrenar, me voy de 7:00 a 11:00, mi segunda sesión es de 15:00 a 19:30, depende de la carga”.

“A medio día tengo labores normales, hago comida, tengo que lavar, tengo muchos animalitos, albergo 17 gatos, nomás”, dijo entre risas.

En días libres, suele dormir o ir al cine, así como aquellas cosas que no pudo terminar durante la semana, “últimamente me ha dado por plantar, me gusta germinar semillitas, tengo un tragaluz en mi casa y tengo como 40 macetas ya”.

Además, mencionó que buscará un ciclo olímpico más (después de Tokio), para culminar su carrera como atleta.

Por último, mandó un mensaje a la juventud sonorense, “Sonora es semillero de potencias, es tierra de campeones y no los digo yo, sino las leyendas vivientes que andan por ahí, siempre lo reitero mucho, sea el deporte que sea, te da disciplina”.

“A los niños que están chiquitos es muy bueno eso, inculcarles una responsabilidad, y si vas hacer bueno más adelante, que bueno y sino, al menos estarás dándole un buen ciudadano a la sociedad y eso es importante”, culminó.