El mundo automotriz siempre ha estado arraigado a un sector dentro del deporte, contando con diversas aristas de donde disciplinas se han formado a través de los años y una de ellas son los arrancones deportivos.
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Esta modalidad del deporte motor, se desarrolla principalmente en pistas de autódromos en los Estados Unidos, pero que México fue adoptando desde hace muchos años con grandes pilotos que han competido en shows por todo el mundo.
En Sonora también se encuentra el talento y uno de los máximos exponentes es Rubén Quintero, hermosillense y corredor especializado en turbinas que lleva la adrenalina en su sangre.
“Como todos, empezamos como pilotos amateurs con carros de la calle, pero ya como piloto de turbina tengo 17 años corriendo y hemos corrido en diferentes partes de la República”, comentó para El Sol de Hermosillo.
El piloto ha tenido la oportunidad de conocer las pistas de partes como Ciudad Obregón, Chihuahua, Monterrey, Aguascalientes, Tepatitlán, Ciudad de México, además de la capital sonorense, de donde es oriundo.
Inicios tras el volante
El sonorense comenzó en el mundo de los arrancones con coches comunes en eventos callejeros, para después iniciar desde 1989 con su carrera profesional en pistas de circuitos amateurs.
“El amor por los carros la mayoría de los jóvenes lo traemos, entonces en aquel tiempo en el año 88 empecé a correr en una categoría callejera, después compré un carro Camaro 69 que es el que corre mi hijo ahorita, ahí dimos un salto tremendo de correr en la calle a categorías estelares, que era Supergas, en ese entonces”.
“Después empezamos a ganar campeonatos y me dio la inquietud de ir a nacionales en 1999, donde quedé en quinto lugar, luego del 2001 al 2003, quedé campeón nacional los tres años seguidos”, señaló.
“En 2005 los dueños de HRP, quienes eran la empresa que tenía la pista aquí en Hermosillo, me dieron la oportunidad de subirme a una turbina y estuvimos participando en varias partes del país como show principal”, agregó.
Tras este tiempo, Quintero comenzó a ir a eventos con Alán Riaga, quien fuera su maestro y mentor dentro del mundo de las turbinas, corriendo con él de 2007 a 2010.
Una turbina, son motores que su vida útil en un avión ya se terminó, por lo que se adaptan a los automóviles que se utilizan para estas competencias de arrancones, las cuales, son supervisadas y sólo corredores especializados pueden realizarlas después de años de entrenamiento.
“Son autos totalmente fabricados en Estados Unidos, experimentas velocidades bastante fuertes, en octavo de milla estamos hablando de 3.90 segundos, arriba de las 200 millas por hora y en los 400 metros cercanos a las 300 millas por hora”.
“En las salidas experimentamos de 3 a 4 fuerzas G positivas y al momento de activar los paracaídas estamos hablando de 4 a 5 fuerzas G negativas”, explicó.
De igual manera, conducir este tipo de vehículos modificados con dichos motores no es fácil, no sólo por la habilidad que es requerida, sino que también se debe llevar una preparación física adecuada.
“Te tienes que mantener un poco en forma, porque son velocidades a las que el cuerpo no está acostumbrado, debes mantenerte sano”.
“Al momento de subirte la adrenalina recorre todo tu cuerpo y el nerviosismo, pero obviamente hay un proceso de aprendizaje, tú no te puedes subir a esos carros sin tener lecciones, alrededor de 16 pasadas en ese tipo de autos”, aclaró.
“Esos carros recorren un campo de futbol americano en un segundo, es una experiencia que en lo personal a mí me encanta y disfrutó hacerlo”, mencionó el piloto.
Pasando el volante
Actualmente, aparte de presentarse en los shows a los cuales es invitado o contratado, también es dueño de su propio taller mecánico, por lo que poco a poco, le ha pasado su estafeta a su hijo.
“Cuando nos invitan o contratan a los eventos, nosotros somos el show principal, obviamente, todos los pilotos ponen su granito de arena, pero por el espectáculo, la gente se enfoca más en nosotros y en los pits viene la gente, pero al momento de la carrera, tenemos que checar cada mínimo detalle del auto, es una preparación más que nada del auto”.
A pesar de que en toda su trayectoria nunca ha sufrido ningún tipo de accidente, sí se ha llevado dos que tres sustos por problemas técnicos del carro, mismos que se han podido resolver para evitar un problema mayor.
El correr turbinas ya se ha convertido en toda una tradición familiar, pues durante la inauguración del nuevo Autódromo Cerro Colorado en Hermosillo, su hijo de 29 años de edad hizo su debut en una competencia de este estilo, tras 22 años de experiencia corriendo coches.
“Obviamente es un orgullo, porque todos tenemos nuestro principio y nuestro fin en la vida, como piloto es lo mismo, el carro que anda corriendo él, yo lo corrí por muchos años aquí en Hermosillo, él ha sido campeón aquí en ese carro y es la herencia que uno les deja, que disfrutas de otra manera, es lo más bonito y satisfactorio para un padre”, recalcó.
Por último, se dijo agradecido por la invitación a la inauguración del nuevo autódromo en la capital sonorense y le mandó la invitación a la afición.
“Muy agradecido por la oportunidad que me dieron de ser el show principal aquí en Hermosillo, porque soy originario, es un autódromo de primer nivel, muy parecido a uno de Estados Unidos”.
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“Son eventos cien por ciento familiares, te puedes dar un taco de ojo con todos los carros que son preciosos, hay carros muy bonitos y competitivos en Sonora, estamos muy cerca del nivel de Estados Unidos, la verdad”, finalizó.
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