San Luis, Missouri.- Cuando los Cardenales jugaron dos partidos en Monterrey a mediados de abril, se hicieron un sinnúmero de preguntas en las ruedas de prensa sobre el único mexicano en la serie entre San Luis y Cincinnati, Giovanny Gallegos.
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Sin embargo, no estaba claro si el derecho tendría un papel protagónico en San Luis tras su llegada al equipo en el 2018 en el cambio con los Yankees por Luke Voit. Incluso, el oriundo de Ciudad Obregón había empezado la temporada en Triple-A Memphis y fue devuelto a dicha sucursal el día después de los Cardenales salir de Monterrey. Pero cuando Gallegos fue subido nuevamente esa misma semana, fue de manera definitiva—y merecida.
“México fue probablemente una de las primeras veces que tuvimos la oportunidad de tener a Gio con nosotros y evaluarlo”, dijo el manager de los Cardenales, Mike Schildt.
El premio para Schildt y San Luis fue un relevo intermedio que se vio entre los mejores de la Liga Nacional. En un total de 66 presentaciones y 74.0 entradas, Gallegos tuvo efectividad de 2.31, 93 ponches y apenas 16 bases por bolas, además de un excelente WHIP de 0.811.
De esa manera, Gallegos se convirtió en uno de los relevistas de más confianza de los “Pájaros Rojos”, que ahora mismo disputan la Serie de Campeonato de la Liga Nacional con los Nacionales de Washington.
“Este muchacho va a lanzar, sin importar la circunstancia”, dijo Schildt en tono de elogio. “Tiene dos pitcheos de calidad con su recta y su lanzamiento rompiente. Y tiene lo que han terminado siendo dos buenas métricas, que son una alta tasa de ponches y una baja proporción de bases por bolas”.
Gallegos vio disminuir algo su eficacia en septiembre, cuando su promedio de carreras limpias fue de 3.55, luego de 1.69 en agosto, 0.69 en julio y 0.61 en junio. En la postemporada, ha permitido una carrera limpia en 2.1 innings y sigue siendo una de las piezas cruciales del relevo de los Cardenales.