En los últimos años varias disciplinas y actividades se han vuelto populares de realizar, no sólo en Hermosillo, sino en todo Sonora, como el ciclismo de montaña y el senderismo.
El ciclismo de montaña inició con un pequeño grupo de no más de diez personas en la ciudad en los años 80, siendo una de ellas el hermosillense, Jorge Carlos Flores Monge, quien habló con El Sol de Hermosillo respecto a los primeros años.
Flores conoció la disciplina en 1984, cuando fue invitado por un cuñado de ese entonces, “al principio no había mucha promoción y la gente que andaba en bicicleta era para moverse, ir al trabajo”.
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“Un día llegó de Monterrey y un cuñado con alrededor de otros ocho, entre ellos, el pionero, mi invitan al ciclismo de montaña en el Cerro del Bachoco, todavía no se hacía la carretera, te tenías que ir al Ejido La Victoria y había un ranchito por donde entrabas; había vacas, se atravesaban venados, jabalís, todo tipo de fauna silvestre. Lo que tenían métodos para llevar el ganado”, señaló.
Según lo explicado por el ciclista, el pionero fue Luis Ruiz, quien incluso llevaba su propia pala para armar una pista con una continuidad suficiente para rodar sobre las veredas del Cerro del Bachoco, una pista que, posteriormente, fue conocida como “Crazy Luis”.
“Me compré una bicicleta, todavía no había la tecnología de ahorita, entonces era una de esas pesadas y me uní. Entonces, ese mismo Luis, le da vuelta allá arriba en la pista que él había trazado, la hizo hacía la derecha e hizo otra pista, así lo empezamos ayudar nosotros y se unieron otras dos o tres personas”.
“A raíz de eso, comienza a permear en otras ciudades, se empezaron a unir y con el tiempo se formaron grupos con nombres, me recuerdo los Coyotes, las Chureas, luego empezaron a entrar mujeres, se uniformaron”, aclaró.
Luego llegó otra pista que se le puso como “La Mcdonalds”, pues se logró escavar utilizando maquinaría que el mismo dueño (de ese momento) de la cadena de hamburguesas prestó.
“Se acercó una nueva camada de jóvenes muy entusiastas, empezaron a ver más vereda y comenzaron ayudar también a hacer pistas como La Sangrienta (porque era peligrosona), La Tumbacharros”.
“Luego los papás comenzaron a traer a sus hijos y los llevaban abajo para que empezaran y aprendieran e hicieron la pista para ellos, para que no subieran y peligrarán”, comentó.
Un tiempo después, comunidades en Ciudad Obregón, San Carlos, Navojoa y Nogales crearon sus propias pistas para los ciclistas de los municipios, haciendo crecer más el ciclismo de montaña en la entidad; ahorita en Hermosillo se cuenta, por lo menos, con 10 pistas bien hechas de “Single Track”.
Una evolución constante
Cabe señalar que, en los años noventa, arrancaron las primeras competencias de ciclismo de montaña en Sonora, posteriormente hubo un auge con los paseos por el “Río Sonora”; incluso llegando a tener pistas con rampas.
“Hay muchas competencias actualmente, incluso ya están serializadas y calendarizadas. Vienen extranjeros y en todas hay categorías desde los 15 hasta 65 años y mayores, cada una tiene su ciclo (vueltas) como la Elite o Expertos”, mencionó.
Sobre la evolución en Hermosillo, Flores Monge dejó en claro que han avanzado a pasos agigantados, tan sólo en los instrumentos para poderla desarrollar, como en las bicicletas, las cuales, incluso, ya utilizan materiales como la fibra de carbón o el titanio, además de más velocidades.
Sin embargo, aclaró que, aunque ya haya mucha más afición a estas disciplinas, explicó que se deben seguir normas de seguridad importantes, sobre todo para los recién iniciados o quienes quieran comenzar.
“Empezó a ir mucha gente a caminar también, que yo siempre recomiendo que no lo hagan por las pistas, porque es peligroso, porque puede venir un ciclista recio y no se ven y ya ha habido algunos accidentes, afortunadamente, no lamentables, pero los podría haber, por lo que la gente busca caminar por los lados del cerro, por las orillas, porque es riesgoso para ambos”, aseveró.
“Ya hay muchos caminantes y tienen que asesorarse bien, porque en lo que vas por los lados, vas subiendo y muchas veces no conocen bien; mi recomendación a la gente que empezando es que se asesoren bien, que lleven bastones de senderismo, que vayan acompañados y a los de ciclismo, que no dejen de llevar protecciones (si pueden llevar rodillera y codera, mejor)”, agregó.
De igual manera, recomendó que, en temas de seguridad, los primerizos se unan a grupos con experiencia, que conozcan las zonas, por la flora y fauna de los lugares, saber por dónde hay que pasar y cómo sortear las pistas, hasta que sean capaces de realizarlas por su cuenta, tanto en ciclismo como senderismo.
“La seguridad ha mejorado muchísimo, los propios ciclistas han puesto señalamientos, hay gente que cuida, antes era más riesgoso, cada vez hay mayor seguridad”.
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Por último, habló sobre la actualidad que viven ambas disciplinas, algo que en sus inicios, nadie esperaba.
“No, ni yo ni los otros nueve que andábamos en un inicio, teníamos la menor idea de que iba a proliferar de esta manera, nunca creíamos, pero fue de boca en boca. Hasta la fecha platicamos y nos asombramos de la cantidad de gente, de cómo creció y proliferó; todavía nos asombramos y cada vez un poco más de lo que sigue creciendo”, finalizó.
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