Para el boxeador sonorense, Sergio “Yoreme” Mendoza (18-0, 16 KO’s), la vida lo ha puesto por un buen camino sobre el ring, demostrando que su gran esfuerzo y trabajo comienzan a dar frutos tras colgarse el cinturón Fecarbox Peso Mosca de la CMB.
El joven pugilista de 20 años de edad y oriundo de la capital sonorense, habló con El Sol de Hermosillo sobre su gran año y las aspiraciones para el 2023.
“Hice tres peleas este año y siento que fue un poco de altibajos, porque la primera pelea que tuve fue en mayo y me lastimé las manos, una lesión que yo jamás había tenido problemas con las manos”.
“Hicimos mancuerna con Alfredo Caballero que tiene mucha experiencia y me ha ayudado bastante, luego en julio peleé y gané el Cinturón Fecarbox Peso Mosca contra un rival que tenía experiencia, pero gracias al trabajo y preparación que hicimos, supimos sacar el resultado”, comentó.
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“Esta última pelea fue en diciembre y siento yo que es la pelea que más he disfrutado, por la dificultad y por el tipo de rival que era, porque era conocido y tenía experiencia”, agregó.
En su carrera, sólo en dos ocasiones se ha ido a las tarjetas para llevarse el triunfo, siendo en su última contienda su pelea más complicada hasta la fecha, defendiendo con éxito su cinturón por primera vez ante Joaquín Cruz (13-4-2, 2 KO’s).
“Se sintió bien, siento que ya el tipo de peleas que siguen son de esta índole, que son difíciles, ahora terminé con la cara más golpeada, la gente no estaba tan acostumbrada a verme así, estoy contento y emocionado por ver qué viene en este 2023”.
“Es raro porque siempre lo soñé, siempre quise ser campeón, tener un cinturón, pero el tiempo fue muy rápido que no me di cuenta hasta que lo tuve y no me lo pude creer hasta esta última pelea en la que dije ‘ahora sí tengo una pelea demandante’, es como decir que ahora sí soy boxeador”, expresó.
El “Yoreme” ha crecido de la mano de su entrenador Alejandro Porras a base de resultados que lo han puesto en el establo del gran estratega sonorense, Alfredo Caballero con quien hacen mancuerna en la esquina.
“Sí he sentido mucho el cambio en mi mentalidad, porque llegas al gimnasio y se siente ese ambiente de competitividad deportiva, pero no en mal rollo, si tú quieres aprenderle un poquito a cada, por ejemplo, está el “Gallo” Estrada, a quien le he aprendido mucho en sus movimientos de defensa, disciplina, entonces siento que ha sido un cambio muy bueno”, señaló.
Además espera que se puedan llegar a peleas con mejores rivales que le ayuden a seguir subiendo en los rankings mundiales y por fin dar el salto a contiendas en el extranjero.
Inicios sobre el ring
Su camino en el boxeo fue desde muy pequeño, gracias a que su padre lo practicaba, por lo que es un deporte que viene inculcado desde su familia.
“Yo empecé a los 7 u 8 años, más o menos, por mi papá, porque él era boxeador y yo lo veía, entonces me levantaba a correr con él y le insistía que me metiera a entrenar”.
“Pero los tiempos no se daban porque iba en la escuela por las tardes, me cambiaron a la mañana y ya me llevó al gimnasio donde estoy y me quedé, me gustó por él (su papá), porque me inculcó mucho la disciplina”, aclaró.
“Yoreme” forjó una carrera muy pronto como amateur, ganando Olimpiadas Estatales, Regionales y destacar en Nacionales, dando el salto al profesional con tan sólo 18 años de edad, carreras que se ha ido forjando hasta sus actuales 20 años y ya cuenta con miras a eventos más allá de la entidad.
“Yo lo considero un trabajo y es de tiempo completo, necesitas dieta, preparador físico, tener disciplina, yo me levanto a las 5 de la mañana para estar en la pista a las 5:30 y pasar al trabajo físico entre las 11:00 ó 12:00 horas y finalizar con gimnasio a las 17:00 horas”.
Sobre sus sueños y aspiraciones en el pugilismo profesional, aclaró que busca una estabilidad en su vida y que los resultados hablen en el ring.
“Yo escucho a todos los boxeadores diciendo que quieren ser campeones mundiales, llegar invictos y yo no me fijo mucho en el récord, si pierdes, eso no me hace mejor ni peor boxeador, yo sé que en algún momento puedo perder y estoy consciente de eso”.
“Mis aspiraciones son salir adelante económicamente, llegar a ser campeón mundial y llegar a hacer mi dinerito y vivir bien”, afirmó.
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Por su parte, reveló de dónde proviene su apodo, el cual se lo dio su padre, “toda mi familia por parte de mi papá son Mayos y de ahí viene el apodo; estábamos en el gimnasio un día y empecé a preguntar sobre qué apodo me debería poner y me dice ‘con la cara que tenemos, ni modo que te vamos a poner el italiano, ponte Yoreme y me gustó y se quedó ese apodo”.
Por último, le mandó un mensaje a otros jóvenes que aspiran a ser profesionales en el boxeo, “les diría que primero que nada, les debe de gustar, porque no puedes estar haciendo algo que no te gusta, porque no lo vas a disfrutar y que le calen, no es como te lo pintan que es muy brusco, si te pones disciplina y empeño, puedes salir adelante”.
“A los muchachos que ya son boxeadores, pues que le echen ganas, que no se descarrilen, porque hay muchas distracciones en el camino, pero uno sabe lo que en realidad quiere”, finalizó.
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